Maltés

Mi perrita maltés, es super buena, aunque no muy sociabilizada. Tiene 4 1/2 años, en casa no ladra, excepto timbre puerta o ruidos extraños. Pero por la calle, cuando me paro para hablar con alguien... Y ésa persona le dice algo. Ladra, que les asusta, yo se que quiere jugar o mimos, por que mueve la cola. Pero me fastidia, pues parece lo que no es. No es nada agresiva por supuesto, si super mimosa, y cariñosa. Como se puede hacer, ¿para qué no ladre cuando se dirijan a ella?. Y jamas destrozo nada, a excepción de cuando esta en celo, que le da por morder la cuna o su manta, solo eso.
¿Habrá alguna practica o remedio para corregirla? En especial, el que no ladre. También con la gente que conoce, se pone como loca de alegría, hasta que la acarician. Y cuando llega familia a casa, se pone contentísima pero empieza a saltar y ladrar, que más bien parece un un perrazo en vez de una maltesa de 3,9 k.

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Por lo que comentas diría que o bien tu perra tiene miedo de los extraños o bien es muy celosa y los ladra por eso, también algunos se envalentonan cuando van con la correa y les sale el lobo que llevan dentro :-).
Si no es una perra agresiva no me preocuparía mucho pero habría que corregir esa costumbre y se me ocurren que quizás la forma más práctica sea llevar un bozal de los de lazo ( el que va alrededor del hocico y lo aprieta). Es un instrumento incomodo que a los perros no les gusta nada pero no les hace daño.
Si ademas puedes tirar de algún 'extraño' para el perro que tu conozcas y que te ayude podrás reforzar la actitud más rápidamente.
Cuando salgas a la calle la llevas normalmente y cuando empiece a ladrar en momentos en los que no consideras ( un saludo, etc...) la regañas y le pones el bozal hasta el final del paseo. Si va con el bozal, te paras a saludar y no ladra, se lo quitas. Así poco a poco hasta que el animal interiorice la dualidad ladridos=bozal. Con paciencia, y un poco de represión se le irá quitando.
El tema del exceso de efusividades es normal en perros cariñosos, dedicarle 30 segundos de 'saludo de bienvenida' (relajándola no excitándola), luego cortar y ni uno más. Aprenderá a que tiene su momento y no se pondrá muy pesada aunque todo es dedicarle tiempo.

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