Dolor

La primera penetración o primeras, pueden ser difíciles por múltiples motivos, desde un lugar poco cómodo, temor a ser descubiertos, inexperiencia y desde luego la necesidad de adaptar la vagina al nuevo estado.
Se debe considerar que la vagina desde el nacimiento ha estado no solo cerrada, sino también, sin uso, por lo cual debe adaptarse al nuevo estado y eso implica la dilatación.
Para lograrlo, lo preferible es buscar un lugar cómo, el asiento de atrás de un coche, no lo es; un lugar tranquilo y a ser posible romántico; que no exista el riesgo de ser sorprendidos y dotarse de paciencia y tiempo, para poco a poco, ir penetrando sin forzar, dejando de empujar cuando haya dolor.
Una buena postura es invertir la posición, de tal modo que sea ella la que estando encima, controle la penetración, ello le dará confianza, pues se detendrá al mínimo signo doloroso y además, le permitirá ir progresando sin temor y aprovechando las sensaciones internas que le ayudarán a lograrlo.
Confío en haber satisfecho sus deseos y no se preocupen, les falta experiencia y poco a poco se conseguirá: la penetración y la experiencia.