El punto G femenino es una zona de inervación (una unión de nervios sensoriales) del clítoris que por problemas de espacio tienen un reflejo en la pared anterior del cuello de la vagina. El tamaño varía del de un guisante al de una moneda de buen tamaño, suele notarse como diferente al tacto. Está a la altura de la última falange de un dedo índice normal. Se detecta fácilmente tanto de forma propia o con un poco de atención por parte del amante. Es cuestión de introducir un dedo hacia delante y palpar buscando una zona circular ligeramente diferente. Es muy sensitiva aunque varía tanto en tamaño como en sensibilidad. El promedio de un orgasmo femenino y masculino suele estar en los 5-10 segundos, y es muy variable. El entrenamiento de los músculos pubococcigeos suele prolongarlo y aumentar el placer. El orgasmo lo he entendido como respuesta orgásmica completa no sólo como la resolución. La resolución suele ser de menor duración en el varón. Aunque los músculos bien entrenados suelen aumentar tanto duración como placer, pero este es otro tema.