Soy Dolores y tengo 34 años, os escribo para que me aconsejéis ya que me he apuntado para la prueba de acceso ha mayores 25 años para poder hacer arqueología y quería que me dijerais si es realmente difícil poder acceder ya que me están asustando la gente de mi alrededor diciendo que con la edad que tengo me va a ser imposible.
La arqueología está luchando para escapar de los mitos promulgados por el cine y la televisión. Como todos saben, los arqueólogos como Indiana Jones son profesores armados con látigo y pistolas que recorren el mundo en busca de tesoros, desafiando intrigas políticas ocultas, diciendo entre dientes "al diablo con la maldición de la momia". Estos hombres van siempre acompañados por asistentes, jóvenes mujeres astutas y valientes. Juntos son académicos a la vez que desafiantes, ya que supervisan su cuadrilla de mil nativos sudorosos, maldicientes y rebeldes. La historia de la arqueología revela una luz de verdad en el estereotipo. Algunos arqueólogos son profesores universitarios y el trabajo de campo puede ser en ocasiones riesgoso, en otros tiempos pudieron haber llevado armas y hasta ser espías para algún gobierno. Aunque la realidad actual es muy diferente, muchos mitos persisten, y esto se debe a que la disciplina cambió mucho desde los años sesenta, pero no se realizaron intensas campañas de difusión de resultados hacia la comunidad, que es la que indirectamente financia las investigaciones y a la que se le debe retribuir con nuevos conocimientos. Nuestra intención es refutar tres de las ficciones más comunes: Primera ficción: "El arqueólogo junta huesitos y piedritas, tiene que viajar al exterior porque en Argentina no hay pirámides ni tesoros". La arqueología es una disciplina científica y se dedica a reconstruir las formas de vida del pasado a través del estudio de los restos materiales dejados por el hom Trabajo de campo Bre, desde los orígenes hace tres millones ochocientos mil años en África hasta la basura de ayer, y en América desde que llegó el hombre hace aproximadamente treinta mil años. Los restos pueden incluir piedras talladas, pedacitos de cerámicas, fogones, huesos humanos y de animales, cesterías, elementos de metal, pinturas rupestres, estructuras arquitectónicas ya sean de cazadores recolectores, de imperios o de conventillos de principios de siglo, etc. Por lo tanto se deduce que no es necesario viajar lejos para hacer arqueología, ni buscar tesoros, ni saber de dinosaurios, ni juntar cualquier huesito o piedrita. Tampoco los arqueólogos solamente excavan: el trabajo de campo es sólo una parte de la investigación (la parte material). No es su función juntar cosas bonitas y llevarlas al museo, es más interesante indagar en costumbres y estilos de vida del pasado, preguntarnos el por qué de los cambios culturales, de adaptaciones, de conflictos, etc. Esto se llama hacer teoría, y si el trabajo en el campo nos lleva un mes, el de laboratorio los once restantes. ¿Cómo trabaja la arqueología? Toda investigación se contempla y plantea dentro de un proyecto a largo plazo, que intentará responder a las preguntas e hipótesis que realizan los arqueólogos en relación con un determinado problema. Los problemas varían según la escala de espacio y tiempo que le interesen. Se trabaja interdisciplinariamente, con geólogos, palinólogos (estudian el polen) y paleontólogos para intentar establecer modificaciones que pudo haber sufrido el ambiente en los últimos 10.000 años, ya que nuestra percepción del paisaje actual puede no reflejar los paisajes del pasado. La arqueología es una forma particular e independiente de acceder a problemas que a veces se comparten o no con la historia. La arqueología posee el mismo objeto de estudio en todo tiempo y lugar. (Es decir en momentos históricos o prehistóricos). Algunas de las preguntas que nos hacemos son : ¿Cómo se desarrollaron las sociedades del pasado, como se adaptaron, evolucionaron o se ex