La sociedad actual vive manipulada bajo la influencia de los medios de comunicación, los cuales plantean un estereotipo de vida el cual se ve realizado a medida que se consume. ¿Esto es resultado de el sistema capitalista o de que?
Respuesta de necromaniack
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necromaniack, Prospecto de Economista con múltiples aficiones por los...
HaiL: Me parece muy buena tu inquietud. Tu percepción no está para nada errada. Describiré en líneas muy generales los componentes económicos del proceso. Hay otros, como loas psicológicos sobre todo, no menos destacables, pero que se me escapan de mis conocimientos. Los grandes medios de comunicación aparte de la legitimación que propagan del capitalismo, son ellos mismos empresas solventes, pertenecientes en su mayoría a conglomerados corporativos presentes en otras ramas económicas como la industria, las finanzas, y que replican en el contexto de este sector las estructuras oligopólicas que concentran la producción y transmisión de información en pocas manos y erigen barreras de entrada a este mercado. Por consiguiente comulgan con el tipo de sociedad en que vivimos, a la vez que no lo hacen por altruismo sino por tener en juego intereses materiales bastante más tangibles. Partiendo de lo expuesto es notorio que el consumismo es retroalimentado de continuo por la publicidad con que a diario nos bombardean, sin darnos reposo. Intentaré mostrar un panorama general del fenómeno; las economías industrializadas del Norte --en especial EE. UU.-- Con la obtención de jugosos excedentes merced a su incrementada productividad y el control sobre la oferta de materias primas y de mercados amplios para sus bienes terminados, se asomó a una etapa en que para proseguir el ciclo debía hacer partícipes a capas medias de la euforia de consumo, no solo a las reducidas élites, si se quería aspirar a retornos atractivos. Por ello, los parámetros de aceptación y éxito social se exhibían respaldados por la cantidad de bienes durables que se tenían (el carro, los electrodomésticos, la vivienda, etc, justamente los que mayor cantidad de factores de producción involucran) pero con el ingrediente de que había que renovarlos con periodicidad, casi que compulsivamente. El primer clímax arrancó con el fin de la II Guerra Mundial y se mantuvo hasta la crisis de la energía de los 70, para repuntar a mediados de los 80, hasta la fecha, o sea en plena globalización. El fantasma de la sobreproducción acompañada de subconsumo que signó a la Gran deprersión se evaporaría estimulando las expectativas de consumo, apalancadas en salarios mayores, y sobre todo, a políticas flexibles de crédito. Con razón los investigadores de la macroeconomía han observado las elevadas participaciones del consumo privado y las tasas relativamente bajas de ahorro (frente al resto del Norte rico) en el Producto Interno Bruto norteamericano. Y fue una hábil jugada canalizar los anhelos de bienestar de la población hacia este consumo conspicuo, es decir de consecución de artículos de lujo, que doten de status a su poseedor, en vez de exigir redistribuciones progresivas del ingreso, o quizás, porqué no, un rediseño del sistema político, que revirtiera el duopolio de los partidos tradicionales de EE. UU. Por ejemplo. Para completar la argumentación, los medios de comunicación en cuanto sector de la economía pertenecen a los más dinámicos por su crecimiento; en efecto, dado el panorama de globalización y terciarización, es decir la conversión de los aparatos productivos del sector industrial hacia los servicios --finanzas, seguros, transporte, comunicaciones-- desplazando la producción manufacturera de la metrópoli a regiones del mundo con costos laborales más bajos, se denota que el peso de la generación del PIB está jalonado por las ramas terciarias que incorporan componentes de capital físico, humano y tecnología de punta más amplios, con tasas de acumulación comparativamente más altas. En la opinión del autor de la "Riqueza y Pobreza de las Naciones", los medios han devenido 'productores de símbolos' por tales motivos. Gracias a la interconexión marcada que vivimos, la procducción y distribución de contenidos culturales, noticiosos, de esparcimiento, etc, combina economías de escala y de gama, que se traducen en llegar a audiencias cada vez más extensas a un menor costo de operación y generación, decreciente a medida que aumenta la difusión que traspasa fronteras, y de paso, uniformmiza el pensamiento por todo el planeta, pero propagando contenidos más diferenciados y segmentados. Funciona, como se aprecia, con un esquema llamado de innovación y flexibilidad. El sistema económico retroalimenta la superestructura, la condiciona y esta, a su vez, refuerza la viabilidad y funcionalidad del primero. El tema es inagotable e invita al debate. Por este instante espero sea satisfecha tu pregunta.