Pregunta acerca del método

Podrías decirme en que medida vuestras conclusiones filosóficas no están limitadas por el peso de los grandes pensadores que han impreso una conducción de toda tus opiniones las cuales no serian de buen ver si no tienen una base documental en cuestiones que ya han sido pensadas por otros evitando el discurrir de tu propias respuestas a las cuestiones plantedas, ademas de eso que tan atrapado y restringido esta tu respuesta por medio de estos símbolos abstractos que son las palabras.Lo que hace que tus respuestas sean ecos de la historia y no una actividad espontanea.
Respuesta
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Entre las cosas que hacen de la filosofía una disciplina interesante está el hecho de
que su desarrollo no tiene lugar al margen de la filosofía "ya hecha", ni tampoco independientemente de la comunidad de filósofos que oye o lee (normalmente esto
último) lo que el resto -o una parte del resto- de los filósofos dicen o escriben. Esta es la diferencia entre el filósofo y el profeta. Un filósofo nunca es un profeta porque el profeta nunca tiene en cuenta -ni para bien ni para mal- lo que otros profetas han advertido (él es el "verdadero profeta"), ni mucho menos pone sobre la mesa sus profecías para que éstas sean discutidas, comentadas, reseñadas... El profeta es aquel que, sin haber sabido e incluso sin haber querido saber, sabe. Y ello sólo es posible por la "gracia" de algo o alguien. Si por "gracia" tú quieres entender "originalidad" o "espontaneidad", bueno... pero es la espontaneidad del inconsciente, del ignorante.
Esto es así por lo menos desde Aristóteles. Supongo que nadie negaría la
"originalidad" del pensamiento aristotélico. Desde luego Aristóteles no es ningún "copión" ni ningún epígono desabrido y doméstico. Pero si se lee bien la obra de Aristóteles uno se da cuenta de que el estagirita está a cada momento refiriéndose a lo
que los presocráticos, los sofistas, Platón, Sócrates... pensaban. Y él mismo, al
escribir o dar clases, se está exponiendo a los ojos de la comunidad. Y no se refiere a ellos porque "deba" referirse (o porque sea más elegante o mejor visto como Vd. dice), sino porque en su trayectoria personal se ha encontrado con los textos de esos autores y los ha leído y estudiado. Y enseña a sus
contemporáneos lo que él mismo piensa no porque "deba" hacerlo sino porque forma
parte de su quehacer en la vida. Quiero decir con todo esto que la comunicación entre
los filósofos no es una cuestión de "método" cuanto de "hecho".
Otra cosa distinta es lo que podemos llamar la filosofía académica. No cabe duda de
que la mayor parte de la producción filosófica que se realiza hoy en día es más
"receptiva" que "creativa". El género filosófico académico es fundamentalmente el "comentario". Quede claro que Aristóteles no realiza "comentarios". Quien comenta
busca aclarar lo que otro ha dicho. Cuando no está demasiado claro lo que otro ha
dicho, entonces se utilizan una serie de herramientas más o menos sofisticadas (la
crítica textual por ejemplo).
A medio camino entre el comentario y la filosofía se encuentra la "interpretación".
Intepretar significa averiguar lo que otro quiso decir. Esto es una cosa bastante complicada. ¿Qué quiso decir Heráclito cuando escribió: "La guerra es padre de todas las cosas, de todo es rey"? Algunos filósofos de nuestro tiempo han creído que la filosofía no puede ser otra cosa que interpretación de las palabras de los filósofos del pasado.
La limitación de la palabra para la expresión del pensamiento es un asunto difícil de elucidar. Ahora bien, para discutir la cuestión son necesarias palabras (como las que ahora yo estoy utilizando). Tal vez el lenguaje no esté a la altura del pensamiento pero resulta imposible conocer el contenido de aquello que sobrepasa el límite del
lenguaje. Conviene leer a Wittgenstein sobre este asunto. Yo creo que, antes que
entretenerse en disquisiciones sobre los límites del lenguaje, es mucho más provechoso en aceptar esos límites y, dentro de ellos, pensar.

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