Israel

Precisamente soy profesora universitaria de Historia Antigua de Israel. Tengo una página en Internet sobre la historia de Jerusalén (referida sólo hasta el periodo del mandato británico). Échale un vistazo en la dirección http://webs.ono.com/cararanda y después deja un mensaje en el libro de visitas de la página.
El conflicto tiene, por un lado, raíces antiguas, y por otro raíces más modernas. Me referiré en mi respuesta sólo a los motivos recientes del problema. El conflicto moderno por Palestina empezó en 1917, cuando los británicos expulsaron a los turcos e inauguraron, por mandato de la Liga de Naciones en 1921, tres décadas de dominio.
Al término de la Primera Guerra Mundial, los aliados europeos se enfrentaron al problema de distribuir los territorios que les quedaron en las manos después del colapso del imperio otomano. Francia e Inglaterra, ambas con aspiraciones imperialistas, trazaron un nuevo mapa del Oriente Medio. Los aliados, junto con Rusia, que también tenía intereses en la zona, mantuvieron negociaciones secretas que desembocaron en el tratado de Sykes-Picot, el 16 de mayo de 1916, por el cual el predominio francés en Siria occidental era reconocido, a cambio de dejar a los británicos el control de Irak. Se decidió, como parte del arreglo, que nadie tendría aisladamente dominio sobre Palestina. El pacto nunca entró en funciones, ya que poco después de su firma los franceses dieron mano libre a los ingleses en Palestina a cambio de su respaldo en sus ulteriores reclamaciones en Líbano y Siria. Las concesiones fracesas posteriormente influyeron en la Liga de Naciones, que dio a Gran Bretaña un mandato para gobernar Palestina, legitimando su presencia en un país que habían tomado por la fuerza a los turcos. Gran Bretaña se comprometió a respaldar los nacionalismos en Palestina, y por ello estimuló las ambiciones de ambos lados, pero a partir de 1917 se vio envuelta en un creciente conflicto local sin tener los medios para resolverlo.
Durante la guerra anglo-turca el gobierno británico había llegado a un acuerdo con Hussein, sharif de La Meca, para que encabezara una rebelión contra los otomanos. A cambio prometieron ayudarle a crear una nación árabe unida e independiente. Esa nación incluiría Palestina, ya que esa zona era vista por los árabes como el sur de Siria. Hussein cumplió su parte del pacto pero la gran nación árabe nunca llegó a existir. Por el contrario, los británicos extendían su poderío por el Oriente Medio cada vez más. Como los británicos eran conscientes de su mala fe en las negociaciones con Hussein y no hicieron nada por impedir su expulsión de La Meca por sus rivales saudíes, dieron un "premio de consolación" a sus hijos Abdalah y Feisal. Desgajaron la Transjordania de Palestina y su gobierno fue confiado a Abdalah en 1920 como emirato independiente bajo supervisión británica. A Feisal lo nombraron rey de Irak, país que gobernó hasta su muerte en 1933. La creación de un emirato en Transjordania indignó a los sionistas que consideraron el hecho una traición al compromiso de establecer una casa nacional judía en toda Palestina, lo que incluía a Transjordania.
La política británica preparó el escenario para el conflicto árabe-israelí, y la retirada de las fuerzas inglesas en 1948 estimuló la primera de una serie de guerras. Al abandonar Palestina los británicos dejaron un legado de treinta años de promesas y traiciones. Esta política preparó el terreno, pero árabes e israelíes colaboraron lo suyo. La resolución de las Naciones Unidas de 1947 sugería la creación de dos estados, dejando fuera de ambos a Jerusalén, que sería gobernada por una administración internacional. Los israelíes no tenían intención de prescindir de Jerusalén, que para ellos era todo un símbolo. Sin embargo fingieron aceptar lo que no tenían intención de cumplir, para conseguir respaldo internacional a su nuevo Estado. Los árabes, por su parte, no estaban dispuestos a tolerar una nación gobernada por judíos sionistas.
Por otra parte, no hay que olvidar a Estados Unidos, cuyas comunidades judías eran grandes, ricas, poderosas e influyentes. Sin el apoyo de Estados Unidos y la política errática de los británicos la situación hubiera sido diferente.
Esta respuesta es ya demasiado larga y queda todavía muchísimo por decir. Para terminar, te resumo en plan telegráfico los acontecimientos siguientes:
- 1920. Enfrentamientos judío-árabes respeto al Muro Oeste de Jerusalén.
- 1936-1939. Gran revuelta árabe, encabezada por el gran muftí de Jerusalén.
- 1937. La Comisión Peel recomienda la partición de Palestina.
- 1939. Un documento británico limita la inmigración de judíos. Desde 1880 habían comenzado a llegar, huyendo de los progroms rusos y rumanos.
- 1947. Fuerzas árabes y sionistas compiten violentamente por el control de Palestina, con terrorismo por ambos lados. Una resolución de las Naciones Unidas propone la partición del país, dejando Jerusalén y Belén como zonas internacionales.
- 1948. Independencia de Israel. Guerra árabe-israelí.
- 1948-1967. Jerusalén dividida. La mitad occidental es la capital de Israel; la zona oriental queda bajo control jordano.
- 1967. Guerra de los Seis Días y reunificación de Jerusalén bajo soberanía israelí.
- 1977. Tratado de paz entre Israel y Egipto. No considera el problema de los árabes de Jerusalén.
- 1987. Estallido de la primera intifada en Gaza, costa occidental y Jerusalén.
Para resumir, sin quitar nada de culpa a israelíes y árabes y con una total repulsa al terrorismo de ambas partes, creo que las potencias occidentales (Francia e Inglaterra, principalmente) tuvieron una gran parte de la culpa porque sólo pensaron en sus intereses, diseñando un mapa de Oriente Medio a su capricho y sin pensar en las consecuencias. Estados Unidos también influyó mucho y continúa echando leña al fuego con su apoyo total a Israel, sin lo que nunca se hubiera llegado a este extremo.
Perdona que la respuesta sea tan larga, pero un problema tan complejo no puede comentarse en dos palabras. Si necesitas una ampliación de la respuesta no dudes en volver a preguntar.
Cararanda.