Tengo fobia social y me imagino conversaciones con personas reales, normalmente son conversaciones sobre cosas que me preocupan pero nunca lo hablo en realidad, solo mentalmente y a veces cuando estoy con un grupo de gente mi mente divaga y estoy ausente, no consigo prestar la debida atención y aunque me de cuenta de ello, no consigo centrarme ¿es normal?
{"Lat":38.8225909761771,"Lng":-2.8125}
Respuesta de albenda
2
2
albenda, Psicologa especialista en psicopatologia y salud
Dices que tienes 'fobia social', me ayuda como referente. En mi caso, nunca trabajo con etiquetas, desde nuestra forma de entender la psicología, uno no 'tiene', ni 'es'... es largo para comentar, tampoco es el tema :) Ahora hablo con (xxxxxx), no se si es chico o chica, ni donde vive, ni que hace, ni que tiene o no. (xxxxxx) es una persona que me plantea una duda, una de tantas que vienen a su mente, a su ser. Así son las relaciones, solo que en tu contexto habitual las personas tienen cara, postura, sabes como se exteriorizan pero no qué hay en su interior. Este es el gran salto que cuesta a algunos más a otros menos. La separación entre qué es el otro y qué soy yo. ¿Qué pasa por la cabeza del otro cuando le hablo? ¿Cómo le diría esto o aquello? ¿Cómo reaccionaria si hablase? Etc etc Ese paso entre lo que somos nosotros en cada momento y los demás, solemos usarlo de referente para definirnos. ¿Normal? Pues si es normal, todas las personas hemos hecho conversaciones mentales, algunas de cosas que nunca hemos hablado. Normalmente responde a la necesidad de hacerlo. A veces son ensayos cuando queremos encarar un tema y no sabemos bien cómo. Pero normalmente, no tiene mayor trascendencia. Lo que si merece una atención especial es cuando este tipo de conducta es la referente, la habitual. Fíjate en esas conversaciones internas, escucha lo que dice el otro cuando le hablas, y oirás lo que deseas escuchar unas veces, lo que te gustaría que te dijesen, oirás lo que temes que te digan, lo que detestas oír, etc y sin embargo no deja de ser una conversación contigo mismo. Presta atención a lo que dices tu, y oirás la postura que sueles tomar, o la actitud que te gustaría pero no tomas o la que temes tomar alguna vez... etc... No es más que un juego mental, todo esto, no es más que un derroche de tu energía. Más que a analizar, la terapia que te iría bien seria vivencial, experiencial. Te aconsejo que busques a un terapeuta humanista, gestalt es mi campo, que te ayude a encarar las relaciones sociales a tu manera pero sin que estas sean desgastantes o poco satisfactorias. Cuando estas delante, divagas dices, tu ausencia puede estar justificada por un cansancio previo, por distracción con aspectos que son irrelevantes para algunos pero para ti resaltan especialmente.
Se me olvidaba, muchísimas gracias de antemano. Un saludo.
Te agradezco muchísimo tu interés en la respuesta, realmente me siento mucho más tranquila, es algo que me preocupa mucho. Dices que si se vuelve conducta habitual habría que darle una atención especial, me podrías explicar un poco más a que te refieres, ¿podría tratarse de esquizofrenia? ¿Es algo que me produce mucho miedo y me preocupa aunque sé que no se puede diagnosticar algo así por una simple pregunta pero si al menos pudiese así dejar de pensarlo?. Estoy en terapia y ni siquiera me atrevo a consultarlo al terapeuta por miedo a la respuesta. Muchas gracias.
No puedo hacerte un diagnostico por un email, no seria ético ni profesional, pero si es solo lo que comentas, no creo que se trate de esquizofrenia. Es importante que lo hables con tu terapeuta, ese vínculo de confidencialidad es primordial para que una terapia realmente sea efectiva. Es el espejo al que le hablas. Si quieres hacer de tu terapia algo realmente efectivo plantéale estas dudas. Incluso el hecho de que no te atrevas a hablar con tu terapeuta si te fijas es más de lo mismo... según tus palabras "normalmente son conversaciones sobre cosas que me preocupan pero nunca lo hablo en realidad" Con todo el cariño y respeto que me mereces, creo que son aspectos que debes consultar y trabajarte en la terapia que sostienes habitualmente Un abrazo, albenda