No me siento a gusto en el trabajo

La razón por la cual escribo es por una falta de integración el en trabajo dadas unas circunstancias algo complicadas. Y en ello no implica que yo no cumpla con los objetivos, sino que las directrices que tengo son laxas y ambiguas. Empecé como plan de ocupación en el 2011, y este año me han renovado como AODL, que es agente de desarrollo local. Para mi, por edad, 26 años y formación, socióloga, es una gran oportunidad, además de las condiciones sociolaborales favorables que comporta. Objetivamente, no me puedo quejar, y más con los índices tan altos de paro juvenil actuales. No obstante, ya cuando empecé a trabajar como plan de ocupación en 2011 me percaté del ambiente de trabajo: cierta negligencia y pasotismo por parte de mi jefe, y una de mis compañeras con un lenguaje un tanto agresivo y egocéntrico. Mi jefe es antiguo cargo de confianza puesto en una cargo de mucha responsabilidad. Des de un principio, apenas ha supervisado el trabajo de mis compañeras. Este es un trabajo que implica un programa de intervencion integral en un barrio, y él ni se ha ledio el proyecto inicial. Depende absolutamente de sus subordinados. Apenas supervisa mi trabajo ni me da indicaciones, pero no me lo tomo como algo personal ya que esta ausencia como tal la ha tenido des del principio.

Las funciones que ejerzo son nuevas, pero me estoy formando al respeto en un curso. Con la formacion que estoy adquiriendo, me doy cuenta de ciertas lagunas en uno de los proyectos que estamos desarrollando, aunque entiendo que en este lugar des de un principio se ha empezado la casa por el tejado. Y el factor de estar en la administración pública, donde ciertas relaciones laborales están muy politizadas y no hay una racionalización del trabajo, es decir: estrategia, metodologia, objetivos y resultados. La estrategia aplicada ha sido y es, más bien indictuva, en cuanto que no hay un plan estrategico ni planificación a la hora de desarrollar el trabajo. No se hacen acciones por necesidad "x", sino porque tenemos "y" dinero y hay que gastar. Es así de triste, y el problema de raíz me indigna, y hace que, de algun modo me sienta más incómoda aún.
La estrategia de supervivencia que siguen mis compañeras en este trabajo es la siguiente: la administrativa está exempta de tomárselo con indignación. Simplemente cumple con eficiencia, resignación y cierto sevilismo su trabajo.

La otra compañera, la del lenguaje agresivo, aunque sin malicia, me comentó que ella pasó por el mismo proceso que yo: en un principio también le indignó la situación pero ahora ya "pasa" y se limita a hacer lo que le digan. Sin más. Por mi parte, hago lo que puedo lo mejor que puedo, pero me indigna la falta de trabajo de equipo y el poco apoyo que pueda recibir. Voy a más, y se que no es un ambiente que lo facilite. Ellas llevan 4 años aquí, con la suficiencia experiencia de poder estar inmunes, pero a mi aún me cuesta hacer como si nada. Esa indignación mía hace que en las reuniones de equipo me cueste expresarme por la rabia de "volver a repetir" lo mismo (contenido de otras reuniones), con poco caso omiso por mi jefe, y cierto pasotismo por mis compañeras. Se que estoy demasiado involucrada, pero es que es un trabajo público. Y también se que de algun modo la mía es una función de las muchas en una entidad local, y que he tenido la mala suerte de topar con un jefe negligente, y unas compañeras curtidas y pasotas del tema. En fin, se que no tendria que involucrarme tanto emocionalmente en este trabajo, y más teniendo en cuenta el ambiente, pero cuesta. Una de las cosas que también me crispa más es que me critiquen (la del lenguaje agresivo) por "tomarme el trabajo en serio". Sólo faltaria.

Este ambiente me ha afectado mi vida privada: dejé de estudiar un idioma por falta de concentración y he reducido espacios sociales. En contrapartida, he vuelto a yoga para relajarme y vuelvo a terapia (psicologia congnitivo conductual), la cual me recomienda sobre todo: tomármelo con sentido del humor, y no culparme porque las cosas no salgan lo suficientemente bien, ya que no sólo depende de mi.

Necesitaba desahogarme, y tal vez, oir una opinión fria, aliena a esto, y objetiva de como sobrellevar una situación de este tipo.

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Opino lo mismo que tu psicólogo/a.

Entiendo tu nivel de exigencia y tu ganas de hacer las cosas mejor, pero tienes que comprender la situación actual del país, es nefasta, y si tienes la posibilidad de ayudar a alguien, aunque sea desde una posición de esfuerzo, tienes que considerarte afortunada.

Con respecto a la mediocridad de tu jefe, habría que saber las razones por las cuales actúa así.

Posiblemente este harto de que los proyectos sean ineficientes, o como quieras llamarlos, y que desde una instancia superior no lo apoyen, entonces decide pasar de todo.

O posiblemente sea una persona que ha conseguido ese puesto y no le importa nada de nada.

Sea como fuere, creo que no debes involucrarte tanto, por tu propia salud mental.

En cualquier ámbito laboral, sea privado o público, existe gente envidiosa y agresiva, hay que aprender a no darles importancia. Cuando tu compañera te critica tan abiertamente, pues le dices tranquilamente, "Posiblemente tengas razón, pero yo soy así, que vamos a hacer", todo eso con una sonrisa.

Las relaciones laborales son complejas, tu eres muy joven, pero tienes que aprender a adaptarte, como te he dicho, en todos los trabajos hay roces, gente mediocre, luchas por ascender, gente competitiva al extremo de hacer daño a un compañero, etc, etc.

Es un reflejo de la vida misma, porque también encontrarás gente comprometida y buenísimas personas, hay de todo. Y entre tus tareas está el adaptarte, no queda otra alternativa.

Por ejemplo:el comentario que tu haces de la persona administrativa, es también agresivo

"cumple con eficiencia, resignación y cierto servilismo su trabajo".

Tu no te das cuenta, pero lo de servilismo suena muy despectivo, por eso, tienes que aprender a no ver la paja en el ojo ajeno siempre. Bajar tu autoexigencia y disfrutar de la vida, de ninguna manera tienes que permitir que la situación laboral interfiera en tu vida privada, porque todas las personas somos necesarias e importantes, pero nadie es imprescindible.

No es fácil, requiere experiencia y entrenamiento, pero lo lograrás, no me cabe duda.

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