Gasu2197:
Si tus padres no están de acuerdo, o no ven bien los tatuajes, difícilmente encontrarás una manera de convencerlos.
Es mucho más viable y fácil que esperes a tener la mayoría de edad y ser independiente económicamente de ellos, para que puedas decidir por ti misma qué es lo que quieres hacer con tu cuerpo, sin tener que contar con su aprobación.
Debes entender que, para tus padres, no importa cuál sea el dibujo, el significado, o la intención de lo que quieras tatuarte, un tatuaje es un tatuaje, y eso significa: para siempre; lo que puede implicar que te arrepientas o un daño permanente en tu salud. Así que no tiene caso que te desgastes explicándoles que no te tatuarás una calavera y que te pondrás un unicornio, para ellos da lo mismo: tatuaje = eterno.
Por supuesto que hay también la posibilidad de que no haya consecuencias: que no haya ningún riesgo para tu salud y estés toda tu vida feliz con tu tatuaje, pero tus padres no lo ven así, ellos tienen que considerar el peor escenario por ti y ver a más largo plazo, ya que tú como Adolescente aún no tienes la capacidad mental, emocional y moral para considerar todas las consecuencias de tus actos.
Entonces, tienes que comprender que si tus padres no te permiten realizarte el tatuaje es simplemente porque intentan protegerte, no es que quieran fastidiarte la existencia o coartarte, sólo lo hacen para cuidarte. Y, aunque te moleste escucharlo, es lo mismo que tú harás por tus hijos cuando tengan tu edad y quieran un tatuaje: no estarás de acuerdo, aunque ahora digas que no y que les permitirás hacer lo que quieran con su cuerpo, entonces estarás en otro punto muy distinto y verás las cosas más como tus padres que como las ves ahora.
Padres e hijos, dos puntos opuestos que no son compatibles!
Sin embargo, tenemos que aprender a coexistir, así que la alternativa más sana siempre es aprender a negociar: negocia con tus padres. Por ejemplo:
-¿Qué necesitan ellos que hagas tú a cambio para que te permitan hacerte un tatuaje: que muestres ser más responsable, que obtengas mejores calificaciones, que trabajes, etc.?...
-¿Si les permites que te acompañen y te ayuden a elegir el lugar y el tatuador, y se aseguran por sí mismos que se sigan todas las normas de higiene, estarán más dispuestos a permitírtelo?...
-¿Si antes reúnes con tu esfuerzo el dinero necesario y además te informas sobre todos los riesgos, consecuencias y cuidados, sentirán que pueden confiar más en ti?... etc., etc.
Y que tal si primero negocias con ellos la posibilidad de hacerte un tatuaje temporal, para que de esa manera tú misma tengas la oportunidad de considerar si quieres de verdad un tatuaje para siempre, y tus padres sientan que es menor el riesgo y estén más dispuestos a acceder.
Como sea tienes que negociarlo, hablar con ellos y plantear todas las posibilidades, así como escuchar atentamente sus condiciones. Negociar implica acordar qué condiciones estás dispuestas a cumplir y qué vas a obtener a cambio por lo que estás dispuesta a hacer, pues obviamente que mientras menos quieras hacer menos obtendrás de tus padres.
Es muy importante que al momento de hablar con ellos actúes de forma responsable y centrada, ésto implica que debes dejar los dramas a un lado: nada de llorar ni de gritar, nada de berrinches, nada de frases rebeldes y trágicas como: "fulanito tiene uno", "a zutanita sus padres la dejaron tatuarse", "pero no es nada malo", "no es como si fuera a drogarme", "¡ya no soy una niña!", "¡no me comprendes!", "¡¿por qué quieres arruinarme la vida?!", "¡tú no quieres que yo sea feliz!", "¡te odio!", etc., etc., etc. ... pues de esa manera no conseguirás nada más que hacer enojar a tus padres y hacer que se nieguen más a lo que quieres. Hacerles sentir culpa diciéndoles indirectamente que son malos padres, es una pésima estrategia.
La mejor estrategia es hablar de forma honesta, clara, directa, tranquila y centrada sobre lo que quieres y lo que estás dispuesta a hacer para ganarte el derecho a tenerlo.
Pero sobre todo te requerirá que seas paciente, pues muy probablemente necesitarás más de un intento para convencerlos. Cuando ellos vean que lo puedes tomar de forma más madura y seria al actuar de esa manera sobre el tema, entonces tal vez te permitan hacerlo. Así que si te dicen un rotundo "¡No!", no empieces a hacer un drama ni salgas corriendo a llorar a tu habitación, tómalo de forma calmada, acéptalo por el momento, busca nuevas estrategias como llevarles información sobre los tatuajes o lavar los platos todos los días, y vuelve a intentarlo.
Actúa de ésta manera hasta que lo logres, y aún después de tener tu tatuaje, pues deberás demostrar que lo mereces. A final de cuentas, te acercas a la mayoría de edad, así que tienes que comenzar a ser responsable.
Considéralo...
Psic. Massiel