No te preocupes, es normal sentirse perdido en las primeras ocasiones. Antes de nada, debo decirte que el marketing y las ventas, como cualquier otra cosa, es cuestión de planificación y de disciplina.
En primer lugar, ya tienes un producto que quieres vender. Eso facilita las cosas bastante. Hay muchas personas que se pierden en este punto. Verás, se trata fundamentalmente de una cuestión de enfoque. En estos momentos, tu estrategia consiste en vender a cualquier persona sin más. Voy a intentar explicarte cómo debes realizarlo de una manera más profesional.
Yo siempre he dicho que el marketing no es diferente a intentar conquistar a una chica. Usaré este ejemplo ya que seguro que te resultará más fácil entenderlo de esta manera que con un lenguaje más técnico. En primer lugar tenemos un producto (que en este caso eres tú mismo) que quieres "vender" a una chica muy concreta que te gusta (en marketing se llama público objetivo).
Obviamente, por tus características personales, tus gustos y tus pensamientos habrá chicas con las que podrás congeniar y chicas con las que te será más difícil pues seréis totalmente diferentes. En el mundo de la empresa es igual, por tanto, tu primera tarea será buscar el perfil de cliente al que mejor pueda cuadrarle el producto que vendes (ya sea porque lo necesita para su negocio o por cualquier otra razón). Como imaginarás, "vender" algo a una persona no tiene sentido si esa persona no tiene deseos de "comprar" ese producto.
Una vez que ya has identificado a la chica que te gusta, ¿qué es lo que intentas hacer? Pues seguramente intentarás conocer todo lo posible acerca de ella, qué es lo que le gusta, si ya tiene novio, qué busca en una pareja... y en algún momento tendrás que acercarte a ella para conocerla y que ella también te conozca a ti.
El fallo fundamental que cometen todos los vendedores (y también muchas personas intentando atraer a sus parejas) es el de utilizar el mismo discurso de ventas una y otra vez. De alguna forma, es un discurso egoísta en el que solo hablas de ti mismo, con la esperanza de impresionar a la otra persona. Los resultados suelen ser desastrosos a no ser que tengas un don innato para este tipo de venta.
En ambos casos, probablemente te vaya mejor intentando conocer al cliente, cuáles son sus necesidades y sus deseos, y cómo puedes ayudarle a cubrirlos con los productos o servicios que tú ofreces. Al contrario de lo que puedes pensar, se trata más de escuchar y hacer preguntas inteligentes que nos permitan conocer lo que piensa la otra parte que de hablar sin parar e intentar impresionar al cliente o a la chica.
Te recomiendo que, antes de intentar conseguir clientes, pases un tiempo creando y mejorando el material "tangible" (web, dossieres, volantes o cualquier otra fórmula que quieras utilizar) que vas a entregar en tus visitas comerciales. Piensa en la visita como en una "primera cita" que vas a tener con un cliente, y en la que, como es natural, intentarás dar la mejor impresión posible.
Pero, por muy buenas que sean tus referencias y tu material, no lo saques hasta que no sea el momento indicado. Primero, preocúpate por conocer a tu cliente, y una vez que tengas claras sus necesidades hablalé de tus productos como posibles soluciones a sus problemas. De ese modo, le estarás demostrando al cliente que para ti, él no es una cifra más en tu cuota de ventas y, tendrás más posibilidades de cerrar la venta.
Por último, te recomiendo que mejores tu oferta de producto con lo que se denomina "valor añadido", que no es ni más ni menos que aportar cuántos más beneficios al cliente mejor. En tu caso concreto, podrías llegar a un acuerdo con tu hermana para que fuera ella quién instalará los equipos que vendas. De este modo, el cliente compraría el producto y lo tendría instalado en su casa (eso es valor añadido).
Pero, lo más importante de todo, es evolucionar y seguir formándose. No es necesario acudir a la universidad para aprender sobre marketing. Internet está lleno de artículos y material interesante sobre el mundo del marketing y las ventas. Dedica un tiempo a tu formación, es la parte más importante del negocio, ya que si tus conocimientos superan a los de la competencia podrás gozar de una ventaja competitiva sostenible a largo plazo.