Las mentiras y el alcohol

Hace tres años empecé una relación con una persona que desde el principio me dijo que tenía problemas con el alcohol. Yo acepté esta relación porque lo vi decidido a cambiar y lo único que le pedí es que nunca me mintiera, que si tenía cualquier problema que me lo dijera, que yo estaba dispuesta a ayudarlo. Al principio todo iba bien, a los dos nos gustaba mucho la fiesta, pero de pronto yo empecé a dejar de divertirme porque cuando él bebía, se transformaba en un monstruo: provocaba discusiones, me trataba muy mal, decía que se quería morir; yo me quedaba llorando toda la noche y al día siguiente él estaba como si nada hubiera pasado. En una ocasión que se puso muy mal, decidí dejarlo pero él me prometió que empezaría una terapia psicológica. Desde ese momento, solo en una ocasión lo vi mal, por lo que yo pensaba que estaba controlando su problema. En muchas ocasiones, salíamos y él no bebía, o las veces que bebía, se controlaba muy bien tanto en cantidad como en el trato que me daba. Yo siempre le decía que él era un modelo a seguir, que era mi orgullo. Nos fuimos a vivir juntos después de un año y medio de relación y teníamos algunos problemas pero yo no sabía si eran parte de la convivencia o por el alcohol. La verdad es que, aunque yo vi un gran cambio en él, el alcohol siempre fue una sombra para los dos porque no se había ido de nuestras vidas radicalmente, sino que era motivo de discusión o de preocupación por mi parte. Recientemente, empecé a notar cosas raras, como que llegaba muy tarde a la casa o que no quería salir conmigo y le volví a decir que si tenía algo que contarme que me lo dijera, pero nunca me decía nada.
Un día llegó a la casa muy tarde y con cuatro marcas en el cuello, me dijo que se había peleado con su jefe. Me costó trabajo creerle pero le creí porque él me dijo que iba a ir a la Policía a poner una denuncia. Quise acompañarlo pero no me dejó. Me llamó varias veces y me describió todo el proceso de poner una denuncia con lujo de detalle. Ya muy noche dejó de contestarme el teléfono. Desapareció, solo me llegaron tres mensajes con espacio de 8 horas diciéndome que estaba bien pero que no podía hablar. Me puse muy nerviosa porque parecía un secuestro. Fui con mi familia a buscarlo a hospitales, morgues, ministerios públicos, etc. Y a levantar una denuncia como desaparecido. Después de más de 24 horas me llamó diciéndome que lo habían secuestrado y que estaba a cuatro horas de la Ciudad de México. Luego me volvió a llamar y me dijo que sus secuestradores lo habían violado. Yo no podía estar más nerviosa y angustiada. Cuando llegó, 7 horas después, me contó todo con lujo de detalle, sin embargo, había cosas que no me coincidían y finalmente me confesó que no había puesto una denuncia pero que lo demás era cierto. Después de una semana, me dijo que necesitaba separarse de mí para pensar porque discutíamos mucho. Yo no estaba muy convencida, pero acepté. Tardó en irse casi dos semanas, no se atrevía, quería que yo lo detuviera pero no lo hice. En esos días llegó muy borracho en varias ocasiones. Finalmente se fue pero no perdimos contacto. Lo caché en muchas mentiras más hasta que me harté y decidí terminar con él. Él no quería que termináramos pero no hizo nada para recuperar nuestra relación, al contrario, siguió mintiéndome, plantándome y bebiendo. Yo empecé a entrar en una depresión porque no entendía nada, yo creía que él siempre había sido sincero conmigo y resulta que siempre me mintió.
Hace poco más de un mes que cortamos, pero yo todavía no lo acepto en mi interior. Mucha gente me dice que no debo estar en una relación con un alcohólico porque me va a destruir la vida pero a mí me gustaría que se estabilizara y volviéramos. Mi pregunta es si es cierto que un alcohólico no puede evitar mentir. Yo siento que me utilizó, hasta he llegado a creer que yo simplemente era un pretexto para él, una máscara más de su vida ante su familia, amigos y trabajo, pero que nunca me quiso de verdad. ¿Hasta qué punto la mentira es parte de la enfermedad y hasta qué punto es parte del propio individuo? ¿Se le puede echar la culpa al 100% al alcohol por mentir? ¿Cómo una persona es capaz de inventarse un secuestro sin tener compasión por todos los que estuvimos en la casa desesperados esperándolo? Lo de la violación dice que él creía que era cierto que le había pasado eso, que no sabe si lo soñó o si lo imaginó, pero que ahora sabe que no es verdad. ¿Entró en delirium tremens o es otra mentira más?
He hecho todo por ayudarlo y no se deja ayudar. Yo estoy en terapia y voy a empezar a ir a Al-Anon porque necesito urgentemente entender la enfermedad pues además de la tristeza enorme que siento por él, me siento impotente y engañada.
Yo sé que él es una gran persona pero muy enferma, ¿es ilógico querer rescatar una relación con una persona tan enferma? ¿Se volvió mitómano? ¿Podría dejar de mentir?
Perdón por extenderme tanto pero necesitaba sacar todo esto.
Gracias por tu ayuda.

{"Lat":23.885837699862,"Lng":-106.171875}