Herpes genital
Hola, quisiera saber si el herpes genital una vez instalado en el organismmo puede transmitirse a otras personas aunque en el momento del contacto sexual no este activo, es decir, ¿se puede contraer aunque no haya brote? ¿O con el mero hecho de tenerlo en el organismo se transmitirá siempre? Muchísimas gracias de antemano.
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Respuesta de amaliucha
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amaliucha, Profesora de Psicología Profesora de Letras Madre de tres jóvenes...
El herpes genital es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) causada por los virus del herpes simple tipo 1 (HSV-1) y tipo 2 (HSV-2). La mayoría de los herpes genitales son causados por el tipo HSV-2. La mayoría de las personas con HSV-1 o HSV-2 no presentan signos ni síntomas de la infección o presentan síntomas mínimos. Si se presentan signos, éstos usualmente aparecen en forma de ampolla o ampollas en los genitales o el recto o alrededor de los mismos. Las ampollas se rompen y dejan úlceras dolorosas (llagas) que pueden tardar de dos a cuatro semanas en curarse la primera vez que se presentan. Típicamente, puede presentarse otro brote semanas o meses después del primero, pero casi siempre es menos intenso y de más corta duración. A pesar de que la infección puede permanecer en forma indefinida en el organismo, la cantidad de brotes tiende a disminuir a medida que pasan los años.
Los resultados de un estudio representativo a nivel nacional revelan que el herpes genital es de frecuente ocurrencia en los Estados Unidos. Nacionalmente, por lo menos 45 millones de personas de 12 años en adelante o uno de cada cinco adolescentes y adultos ha tenido una infección de HSV. Entre finales de 1970 y principios de 1990, se incrementó en un 30 por ciento el número de estadounidenses con la infección del herpes genital.
La infección por HSV-2 genital es más frecuente en las mujeres (aproximadamente una de cada cuatro mujeres) que entre los hombres (casi uno de cada cinco). Esto puede deberse a que es más probable que ocurra la transmisión de hombre a mujer que la transmisión de mujer a hombre.
El HSV-1 y el HSV-2 pueden encontrarse en las úlceras causadas por los virus y ser liberados por las mismas, pero entre brote y brote los virus también pueden ser liberados por la piel que no parece afectada o que no tiene úlceras. Por lo general, una persona solo puede infectarse con el HSV-2 durante el contacto sexual con alguien que tiene una infección por HSV-2 genital. La transmisión puede darse a partir de una pareja sexual infectada que no tiene una úlcera visible y que no sepa que está infectada.
El HSV-1 puede causar herpes genital, pero más frecuentemente causa infecciones de la boca y los labios, también llamadas "ampollas febriles". La infección por HSV-1 en los genitales puede ser causada por contacto oral-genital o contacto genital-genital con una persona que tiene la infección por HSV-1. Los brotes del HSV-1 genital reaparecen con menos regularidad que los brotes del HSV-2 genital.
La mayoría de personas infectadas con el HSV-2 no saben que tienen la infección. Sin embargo, si se presentan signos y síntomas durante el primer brote, éstos pueden ser bastante pronunciados. El primer brote ocurre generalmente dentro de las dos semanas siguientes a la transmisión del virus y las úlceras se curan típicamente dentro de dos a cuatro semanas. Otros signos y síntomas durante el episodio primario pueden incluir una segunda serie de úlceras y síntomas parecidos a la gripe, entre ellos fiebre e inflamación de las glándulas. Sin embargo, la mayoría de las personas con la infección por HSV-2 puede que nunca tengan úlceras o pueden tener signos muy leves de los cuales ni siquiera se dan cuenta o que confunden con picaduras de insectos o con otra afección de la piel.
La mayoría de las personas a quienes se les ha diagnosticado un primer episodio de herpes genital pueden esperar tener varios (típicamente cuatro o cinco) brotes (recurrencias sintomáticas) en un período de un año. Por lo general, estas recurrencias disminuyen en frecuencia a medida que pasa el tiempo.
El herpes genital puede causar la presencia repetida de dolorosas úlceras genitales en muchos adultos y la infección del herpes puede ser grave en personas con sistemas inmunodeprimidos. Sean severos o no los síntomas, el herpes genital causa con frecuencia sufrimiento psicológico en las personas que saben que están infectadas.
Adicionalmente, el HSV genital puede causar infecciones potencialmente mortales en los bebés. Es importante que las mujeres eviten contraer el herpes durante el embarazo porque la ocurrencia de un primer episodio durante el embarazo provoca un mayor riesgo de que el virus sea transmitido al bebé. Si una mujer tiene herpes genital activo al momento del parto, se realiza por lo general un parto por cesárea. Afortunadamente, es muy poco frecuente que un bebé sea infectado por una mujer que tiene herpes.
El herpes puede contribuir a la propagación del VIH, el virus que causa el SIDA. El herpes puede hacer que las personas se vuelvan más susceptibles a la infección por VIH y puede hacer que las personas infectadas por el VIH sean más infecciosas.
Los signos y síntomas asociados al HSV-2 pueden variar ampliamente. Los proveedores de atención médica pueden diagnosticar el herpes genital mediante una inspección visual si el brote es típico y mediante la obtención de una muestra de la úlcera o de las úlceras que se envía para un análisis de laboratorio. Puede ser difícil diagnosticar las infecciones por HSV si no hay un brote (entre brotes). Los exámenes de sangre, que detectan la infección por HSV-1 o del VSH-2, pueden ser útiles, aunque los resultados no son siempre muy claros.
No existe un tratamiento que pueda curar el herpes, pero los medicamentos antivirales pueden acortar y prevenir los brotes durante el tiempo que la persona tome los medicamentos. Adicionalmente, la terapia supresiva diaria contra el herpes sintomático puede reducir la posibilidad de transmisión a las parejas sexuales de las personas infectadas.
La manera más segura de evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual, incluido el herpes genital, es absteniéndose del contacto sexual o tener una relación duradera, mutuamente monógama, con una pareja a quien se le han hecho las pruebas y se sabe que no está infectada.
Las úlceras genitales pueden aparecer tanto en las áreas genitales masculinas como en las femeninas, estén o no cubiertas o protegidas con un condón de látex. El uso correcto y habitual de los condones de látex puede reducir el riesgo de contraer herpes genital, solamente si el área infectada o el área de posible contacto está protegida. Debido a que es posible que el condón no pueda cubrir todas las áreas infectadas, ni siquiera el uso correcto y habitual de los condones de látex puede garantizar la protección contra el herpes genital.
Las personas con herpes deben abstenerse de tener relaciones sexuales con parejas sexuales no infectadas cuando haya lesiones u otros síntomas del herpes. Es importante saber que aunque la persona no tenga síntomas, todavía puede infectar a sus parejas sexuales. Se les debe advertir a las parejas sexuales de las personas infectadas que también pueden resultar infectadas. Las parejas sexuales pueden hacerse pruebas para determinar si están infectadas con el HSV. Una prueba de detección del HSV-2 cuyos resultados sean positivos indica que lo más probable es que haya una infección de herpes genital.
Además.
Definición
Es una infección de la piel o las mucosas de la región genital o anorrectal producida habitualmente por el virus herpes simple tipo 2 (VHS-2), pero en el 10 a 30% de los casos es originada por el tipo 1 (VHS-1). Representa la enfermedad de transmisión sexual (ETS) de tipo ulcerosa más frecuente en los países desarrollados.
La transmisión del virus se produce por contacto directo de la piel o de las mucosas a partir de secreciones infectadas. El período de incubación es muy variable, generalmente oscila entre 5 y 10 días.
La incidencia del herpes genital es difícil de determinar ya que varía de un lugar a otro, dependiendo sobre todo de las características de la población. A pesar de ello, datos provenientes de distintos centros indican que la infección por herpes constituye entre el 5 y 10% de las consultas.
Se ha estimado que aproximadamente entre el 3 y 7% de las infecciones herpéticas se producen a partir de personas que presentan manifestaciones clínicas.
El aciclovir constituye el medicamento antiviral de elección para las infecciones por Herpes simple. El valaciclovir también resulta eficaz en las infecciones herpéticas.
El aciclovir también puede utilizarse cuando aparecen nuevos episodios herpéticos; si bien no tiene efecto curativo, contribuye a que los síntomas sean menos intensos y de menor duración.
Debe destacarse que el aciclovir no está indicado durante el embarazo. Generalmente se lo utiliza por vía oral y se recurre a la vía intravenosa cuando se presentan manifestaciones graves, complicaciones neurológicas o diseminación
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Prof. Amaliucha
Los resultados de un estudio representativo a nivel nacional revelan que el herpes genital es de frecuente ocurrencia en los Estados Unidos. Nacionalmente, por lo menos 45 millones de personas de 12 años en adelante o uno de cada cinco adolescentes y adultos ha tenido una infección de HSV. Entre finales de 1970 y principios de 1990, se incrementó en un 30 por ciento el número de estadounidenses con la infección del herpes genital.
La infección por HSV-2 genital es más frecuente en las mujeres (aproximadamente una de cada cuatro mujeres) que entre los hombres (casi uno de cada cinco). Esto puede deberse a que es más probable que ocurra la transmisión de hombre a mujer que la transmisión de mujer a hombre.
El HSV-1 y el HSV-2 pueden encontrarse en las úlceras causadas por los virus y ser liberados por las mismas, pero entre brote y brote los virus también pueden ser liberados por la piel que no parece afectada o que no tiene úlceras. Por lo general, una persona solo puede infectarse con el HSV-2 durante el contacto sexual con alguien que tiene una infección por HSV-2 genital. La transmisión puede darse a partir de una pareja sexual infectada que no tiene una úlcera visible y que no sepa que está infectada.
El HSV-1 puede causar herpes genital, pero más frecuentemente causa infecciones de la boca y los labios, también llamadas "ampollas febriles". La infección por HSV-1 en los genitales puede ser causada por contacto oral-genital o contacto genital-genital con una persona que tiene la infección por HSV-1. Los brotes del HSV-1 genital reaparecen con menos regularidad que los brotes del HSV-2 genital.
La mayoría de personas infectadas con el HSV-2 no saben que tienen la infección. Sin embargo, si se presentan signos y síntomas durante el primer brote, éstos pueden ser bastante pronunciados. El primer brote ocurre generalmente dentro de las dos semanas siguientes a la transmisión del virus y las úlceras se curan típicamente dentro de dos a cuatro semanas. Otros signos y síntomas durante el episodio primario pueden incluir una segunda serie de úlceras y síntomas parecidos a la gripe, entre ellos fiebre e inflamación de las glándulas. Sin embargo, la mayoría de las personas con la infección por HSV-2 puede que nunca tengan úlceras o pueden tener signos muy leves de los cuales ni siquiera se dan cuenta o que confunden con picaduras de insectos o con otra afección de la piel.
La mayoría de las personas a quienes se les ha diagnosticado un primer episodio de herpes genital pueden esperar tener varios (típicamente cuatro o cinco) brotes (recurrencias sintomáticas) en un período de un año. Por lo general, estas recurrencias disminuyen en frecuencia a medida que pasa el tiempo.
El herpes genital puede causar la presencia repetida de dolorosas úlceras genitales en muchos adultos y la infección del herpes puede ser grave en personas con sistemas inmunodeprimidos. Sean severos o no los síntomas, el herpes genital causa con frecuencia sufrimiento psicológico en las personas que saben que están infectadas.
Adicionalmente, el HSV genital puede causar infecciones potencialmente mortales en los bebés. Es importante que las mujeres eviten contraer el herpes durante el embarazo porque la ocurrencia de un primer episodio durante el embarazo provoca un mayor riesgo de que el virus sea transmitido al bebé. Si una mujer tiene herpes genital activo al momento del parto, se realiza por lo general un parto por cesárea. Afortunadamente, es muy poco frecuente que un bebé sea infectado por una mujer que tiene herpes.
El herpes puede contribuir a la propagación del VIH, el virus que causa el SIDA. El herpes puede hacer que las personas se vuelvan más susceptibles a la infección por VIH y puede hacer que las personas infectadas por el VIH sean más infecciosas.
Los signos y síntomas asociados al HSV-2 pueden variar ampliamente. Los proveedores de atención médica pueden diagnosticar el herpes genital mediante una inspección visual si el brote es típico y mediante la obtención de una muestra de la úlcera o de las úlceras que se envía para un análisis de laboratorio. Puede ser difícil diagnosticar las infecciones por HSV si no hay un brote (entre brotes). Los exámenes de sangre, que detectan la infección por HSV-1 o del VSH-2, pueden ser útiles, aunque los resultados no son siempre muy claros.
No existe un tratamiento que pueda curar el herpes, pero los medicamentos antivirales pueden acortar y prevenir los brotes durante el tiempo que la persona tome los medicamentos. Adicionalmente, la terapia supresiva diaria contra el herpes sintomático puede reducir la posibilidad de transmisión a las parejas sexuales de las personas infectadas.
La manera más segura de evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual, incluido el herpes genital, es absteniéndose del contacto sexual o tener una relación duradera, mutuamente monógama, con una pareja a quien se le han hecho las pruebas y se sabe que no está infectada.
Las úlceras genitales pueden aparecer tanto en las áreas genitales masculinas como en las femeninas, estén o no cubiertas o protegidas con un condón de látex. El uso correcto y habitual de los condones de látex puede reducir el riesgo de contraer herpes genital, solamente si el área infectada o el área de posible contacto está protegida. Debido a que es posible que el condón no pueda cubrir todas las áreas infectadas, ni siquiera el uso correcto y habitual de los condones de látex puede garantizar la protección contra el herpes genital.
Las personas con herpes deben abstenerse de tener relaciones sexuales con parejas sexuales no infectadas cuando haya lesiones u otros síntomas del herpes. Es importante saber que aunque la persona no tenga síntomas, todavía puede infectar a sus parejas sexuales. Se les debe advertir a las parejas sexuales de las personas infectadas que también pueden resultar infectadas. Las parejas sexuales pueden hacerse pruebas para determinar si están infectadas con el HSV. Una prueba de detección del HSV-2 cuyos resultados sean positivos indica que lo más probable es que haya una infección de herpes genital.
Además.
Definición
Es una infección de la piel o las mucosas de la región genital o anorrectal producida habitualmente por el virus herpes simple tipo 2 (VHS-2), pero en el 10 a 30% de los casos es originada por el tipo 1 (VHS-1). Representa la enfermedad de transmisión sexual (ETS) de tipo ulcerosa más frecuente en los países desarrollados.
La transmisión del virus se produce por contacto directo de la piel o de las mucosas a partir de secreciones infectadas. El período de incubación es muy variable, generalmente oscila entre 5 y 10 días.
La incidencia del herpes genital es difícil de determinar ya que varía de un lugar a otro, dependiendo sobre todo de las características de la población. A pesar de ello, datos provenientes de distintos centros indican que la infección por herpes constituye entre el 5 y 10% de las consultas.
Se ha estimado que aproximadamente entre el 3 y 7% de las infecciones herpéticas se producen a partir de personas que presentan manifestaciones clínicas.
El aciclovir constituye el medicamento antiviral de elección para las infecciones por Herpes simple. El valaciclovir también resulta eficaz en las infecciones herpéticas.
El aciclovir también puede utilizarse cuando aparecen nuevos episodios herpéticos; si bien no tiene efecto curativo, contribuye a que los síntomas sean menos intensos y de menor duración.
Debe destacarse que el aciclovir no está indicado durante el embarazo. Generalmente se lo utiliza por vía oral y se recurre a la vía intravenosa cuando se presentan manifestaciones graves, complicaciones neurológicas o diseminación
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