El primer coito y en ciertos casos el coito reiterado no provocan siempre el desgarro de la membrana himeneal. Depende de dos factores: resistencia y elasticidad; permitiendo dejar pasar el pene sin desgarrarse. El dolor no se produce por el desgarro del himen sino por las laceraciones que se producen en las paredes vaginales, que se contraen de forma involuntaria ante el temor a la penetración y sus consecuencias, sobre todo si se espera tener dolor y no se está relajada durante el acto. Esta contracción dificulta la penetración provocando irritación, si además no estás suficientemente excitada y lubricada, es más difícil el deslizamiento del pene entre las paredes vaginales. El himen es una capa delgada de tejido que oculta parcialmente el orificio vaginal de algunas mujeres, y digo algunas porque hay un gran número que, contrariamente a lo que se cree, nacen sin himen. La delgada capa de tejido que cubre la vagina en la etapa fetal, por lo general se abre parcialmente antes del nacimiento, apertura que permite la salida del sangrado menstrual. El tamaño y forma de esta apertura o aperturas varía mucho de una chica a otra y hay niñas que al nacer no tienen himen, porque el tejido se divide por completo mientras están aún en la matriz. Nadie puede determinar por mero examen físico si una mujer o adolescente ha tenido coito. Solamente alrededor de un 50% de mujeres experimentan sangrado la primera vez que tienen relaciones, igualmente el himen de algunas mujeres se rasga en más de una ocasión y puede sangrar durante varias relaciones, no solo la primera vez. Cualquier actividad que someta a tensión a los tejidos de la vulva puede estirar o lastimar el himen. Como resultado, muchas niñas y adolescentes lastiman o dilatan su himen al involucrarse en actividades físicas como deportes, montar a caballo, insertar y extraer tampones, y mientras se masturban. Una niña puede no saber que esto ha ocurrido, porque puede haber poca o nada de sangre perdida o dolor durante este evento. También puede ocurrir cuando es demasiado pequeña para recordar o comprender lo que ha ocurrido. Puede ser que el himen no se rompa durante la penetración. Hay hímenes con la hendidura grande y elástica, que no llega a lacerarse hasta que se produce un parto.
En cuanto al placer, rara vez se obtiene con la penetración, el ógano que proporciona placer a la mujer es el clítoris. Si no se estimula adecuadamente, no conseguiras tentir el placer que te lleve al orgasmo.
El clítoris no es sólo la parte visible, que también es la mas sensible y por ello algunas mujeres no soportan una estimulación directa. El tallo del clítoris se encuentra a continuación del glande y está situado bajo la piel del pubis, es la parte que se estimula durante la penetración, aunque a muchas mujeres les resulta mucho mas fácil ayudarse estimulando la parte visible, ya sea con posturas que faciliten el roce de la pareja sobre esa zona, ya sea estimulándo la zona esterna del clítoris con sus propias manos o las de la pareja, a la vez que la mujer es penetrada.