Consejos para quitar el pañal

Lo primero que has de hacer es comprobar es que ¿está preparado para utilizar el sanitario?, porque deberá comprender explicaciones y entender lo que es hacer sus necesidades. Lo que puede ocurrir desde los 18 meses, cuando ya es capaz darle sentido a lo que haces y empieza a conocer las partes de su cuerpo. Deberás emplear mucha paciencia aunque cuando menos te lo esperes te sorprenderá anunciándote que tiene que hacer pipí. En efecto, las vacaciones en verano ofrecen muchas posibilidades para conseguir que tu hijo prefiera sentarse limpio y seco a sucio y mojado. Y a ti te ofrece oportunidad de poner en marcha el plan "Fuera pañal", has de seguir perseverando con mucha paciencia, tienes que acostumbrarlo al sanitario, aunque nunca debes obligarle por la fuerza. Debe ser él mismo quien encuentre divertido hacer sus necesidades de otra manera. Y aun en el caso de que siga haciéndose caca y pipí en la ropa, no debes claudicar y ponerle nuevamente el pañal.
Un pequeñito que ya pasa de los 2 años está preparado para controlar su intestino y su vejiga. Es un paso fundamental para su desarrollo y aunque lo hará de una manera innata, como cuando aprendió a andar o a hablar, tendrás que proporcionarle estímulos para que se habitué al uso del orinal como si se tratara de un juego.
Resulta muy útil permitirle el fácil acceso a su orinal, premiarle cuando lo utilice por propia iniciativa y no castigarle por los inevitables "escapes". .
Explicarle claramente que eso es "caca" y permítele que te acompañe cuando la eches al inodoro. Si tu hijo siente pudor y se esconde porque su pipí o caca le produce vergüenza y desea hacer sus necesidades a solas, respétaselo. Te avisara cuando haya acabado para que puedas ayudarle a vestirse.
Si durante este verano, tu hijo logra el control de esfínteres, enorgullécete de el. Es el resultado de un largo aprendizaje que culmina en el conocimiento y control de su cuerpo.
Otros consejos serían los siguientes:
Debes mostrarle como lo hacen los mayores, ya que por su afán de imitarte el también se querrá sentar en el orinal.
Las primeras voces, siéntale en el orinal con pañal, simplemente para que comprenda la postura.
Si hace sus necesidades en el pañal, tíralas primero en el orinal para que aprenda cual es su utilidad.
Guarda su orinal junto al inodoro de los adultos para que el niño los asocie.
El orinal debe ser para el una de sus posesiones más preciadas y debes permitirle que realice las actividades que más le gustan (ver la televisión, mirar cuentos, etc.) sentado sobre el.
Jamás le regañes por un accidente. Ármate de paciencia, cámbiale y pídele que te avise con un poco más de tiempo. Dejarle sucio o mojado como castigo suele llegar a ser contraproducente, alargando su periodo de aprendizaje. Debes aprender a ser solidaria con el.
No demuestres asco ante el contenido del orinal. Tíralo al inodoro con naturalidad y despídelo con el con alegría.
Llévale directamente al orinal después de las siestas, de las comidas y de haber bebido abundantemente, el verano le exigirá más líquidos y orinara con mucha más frecuencia.
Enséñale a lavarse las manos cada vez que use el orinal.
En cuanto a mantenerse seco de noche, aún cuando tu pequeño ya se mantenga seco durante el día, es probable que le tome varios meses más, incluso años, dejar de mojar la cama. Así que es aconsejable no deshacerse de los pañales. Por ejemplo, aproximadamente el 40 por ciento de los niños de 3 años moja la cama. Si tu hijo se rehúsa a usar pañales, prueba con ropa interior desechable o pon protectores plásticos debajo de la ropa de cama para minimizar la humedad y el daño. A esta edad, su cuerpo todavía no está suficientemente maduro como para despertarlo e ir al baño.
Además de llevarlo al baño antes de ir a dormir. Recomiendo aplicar algunas de estas medidas para que tu hijo se mantenga seco de noche:
Cuando ya se mantenga seco durante el día, pídele que retenga un poco de orina para que tenga mayor control de su vejiga. Plantéale el reto de distanciar las idas al baño.
Siempre que esté de acuerdo, despiértalo durante la noche para ir al baño.
Pon un reloj despertador cerca de su cama y programa la alarma para que se active a las 2 a.m. para que se despierte y vaya al baño. Para llevar a cabo esta táctica necesitas contar con su colaboración y su capacidad para despertarse con el ruido de una alarma. ¡Algunos pequeños de sueño pesado no se despiertan ni con una de incendio!
Mantén un orinal al lado de su cama para facilitarle las cosas durante la noche. Pon un protector plástico debajo del orinal para proteger el piso de derrames.
Después de los 4 o 5 años, haz que tu hijo colabore quitándose la pijama y cambiando la ropa de cama, no a manera de castigo, sino como parte del proceso de irle cediendo el control a él.
Elabora una cartelera en la que puedas pegar una calcomanía por cada noche que pase sin mojar la cama. Explícale que cuando haya acumulado tres o más calcomanías se hará merecedor de un premio.
Prohíbe los comentarios negativos, chistes, e incluso la simple mención del problema. Los hermanos pueden ser crueles y sus comentarios sólo empeorarán las cosas.
Espero pues, que esta serie de consejos hayan sido de utilidad para el caso. Le va ir muy bien al pequeñito.
Dr. carlos a. castanedo
México