Tendencias depresivas y al desánimo
Tengo 37 años y desde siempre he tenido tendencia a estar desanimado. Nunca he tomado medicación pero mi tendencia a la tristeza me ha supuesto limitaciones (aunque me licencié en la Facultad hace muchos años) Estuve hace años con una psicóloga durante seis meses (a causa de una ruptura sentimental) y me fue bien.
El caso es que tengo tendencia a rumiar los problemas, dar vueltas a las cosas y desanimarme, pero nunca me he visto necesitado de medicación.
¿Qué es mejor hacer para tener cada día una buena higiene mental? (¿Creo qué es algo que tengo que cuidar tanto como la higiene personal) Leer libros de autoayuda? ¿Meditación? ¿Hacer propósitos cada día al levantarme? ¿Terapia...?...
Me gustaría saber vuestra opinión
2 respuestas
Por lo que comentas, el desanimo y la rumiación es algo que te ha acompañado siempre.
Es posible que esa tendencia sea algo inherente a ti, que forme parte de tu personalidad. Algo de serie, por así decirlo.
Está bien que seas consciente de ello y lo tengas en cuenta pero te diré que no te agobies por ello. Tal vez valga más la pena dedicar tiempo a aceptarte tal y como eres que a intentar cambiar.
Probablemente no te diré nada que no sepas ya y son criterios básicos para cualquier persona. Mantén una buena alimentación (en calidad, cantidad y variedad) y mantén unos hábitos correctos en el sueño (higiene del sueño).
Sobre lo demás, es un tema más personal, no a todos nos ayuda leer libros de autoayuda o meditar. Encuentra lo que a ti te vaya bien. Tal vez dedicar un tiempo a alguna afición, yoga, realizar algún deporte regular, apuntarte a algún curso o taller... a fin de cuentas, mantenerte activo.
¿¿¿!!!!!??????
Algún otro experto que conteste a mi pregunta por favor...
Fui escueta en mi contestación. YO te recomendaría no desecharlo de antemano; ya sé que hay muchas personas trabajando para el mal, para que el bien realmente suene a chiino.
YO te recomendaría empezar a hacer el bien real a las personas. POr ejemplo ante alguien, a quien te sientas llamado a ayudar, pienssa en su bien real (no en su complacencia, capricho, o interés superficiaal); si lo haces bien, esto enseguida te obligaará a sobreponerte a tus intereses superficiales, y aprenderás muchas cosas.