La colitis es conocida como una enfermedad inflamatoria del intestino, con deposiciones líquidas y sanguinolientas. Lo que se recomienda es una buena atención, una dieta apropiada y un enfoque de vida menos estresante. Aconsejamos primero una buena alimentación. Cuando se recrudece la colitis puedes sentirte demasiado enfermo para comer bien, por lo que es imprescindible seguir una dieta equilibrada. Así tendrás una reserva de nutrientes. Cada colitis es diferente por eso tendrás que estar pendiente de los alimentos que no toleres. Entonces los evitas. Tienes que llevar un diario de tus comidas. Tienes que seguir la pista de lo que comes o bebes pero también de donde, cuando y porqué y como te sentiste en el momento. La pectina es una ayuda dietética importante para los que padecen colitis. Esta se encuentra en las manzanas y en otras frutas y verduras. Las manzanas son una fuente maravillosa de pectina(eso si no consumas ni las semillas ni la piel). Cuando sufras una crisis de la dolencia debes seguir una dieta baja en fibras, porque por tu intestino deben pasar la menor cantidad de residuos indigestos. Pero eso sí cuando desaparezca el brote vuelve a la dieta normal o rica en fibra. Se recomienda que para reducir la fibra debes pelar todas las frutas, incluso la uva. Cuando comas cítricos, los cortas en gajos y les quitas toda la sustancia fibrosa de color blanco. Se recomienda comer fruta enlatada conservada en su propio zumo y por supuesto debes de evitar los frutos secos. Ya que la colitis afecta al estado nutricional se recomiendan suplementos polivitamínicos y minerales. Sobre todo si tu colitis es ulcerosa se recomienda un suplemento de ácido fólico. Después de la intolerancia a los alimentos el estrés es el mayor riesgo para los que padecen colitis. Por lo tanto se recomiendan una serie de ejercicios que eliminen esta carga de estrés. Se recomienda, volviendo al tema alimentario reducir la lactosa osea evitar todos los productos lácteos. Cuando cocines las hortalizas como zanahorias, calabacines o calabazas crudas procura cocinarlas hasta que estén muy tiernas, si es posible hazlo en una olla a presión. Con estas recomendaciones yo te remitiría que cualquier otra duda en cuanto a la alimentación se la consultes al especialista que te diagnosticó. No obstante me tienes a tu disposición para cualquier otra duda que tengas.