Mi padre es alcohólico de toda la vida, pero desde hace cosa de dos años, se bebe una botella de vino en cada comida, lo bebe como si fuese agua, además entre medias se tome una copita de vino o una cerveza. El dice que es que le gusta, yo pienso que es una enfermedad. Dice que no le hace efecto, que si quisiera bebería el doble y seguiría igual. Lo más raro de todo es que está muy bien de salud, tiene 63 años, yo estoy preocupada, por que no se a donde va a llevarnos esto, y el no le da la gana de dejarlo o de al menos reducir lo que toma.
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Respuesta de fsarro
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fsarro, Médico en ejercicio, especialista en Nefrología
Dos cosas: 1. El alcoholismo es una enfermedad, en concreto se encuadra dentro de las adicciones a drogas (sí, has leído bien). Para salir de ella no basta con la buena voluntad de los que le rodean, y se hace necesaria la ayuda especializada. Os podríais recorrer la consulta de varios psicólogos o psiquiatras, pero no hay nada mejor que acudir a una asociación de "alcohólicos anónimos" para pedir información. Ellos tienen mucha más experiencia que yo en estos casos y os podrán orientar. A buen seguro que en tu ciudad existe una (o en alguna ciudad próxima). Busca en la guía telefónica o en internet. 2. El hecho de que cada vez ingiera más alcohol y "apenas lo note" es serio. No hace sino traducir lo crónico de su adicción, pues el hígado ya está acostumbrado a metabolizar el alcohol a gran velocidad (mediante los denominados "microsomas") y por eso dices que lo bebe "como el agua". Pero no os fiéis, la ausencia de "borrachera" con gran cantidad de alcohol no es sinónimo de buena salud. Seguramente padecerá ya una grave afectación hepática (probablemente cirrosis), sobre todo si dices que es alcohólico "de toda la vida". Haréis bien consultando con un buen especialista en digestivo, quien seguramente le solicitará de entrada una analítica de sangre con enzimas hepáticos (transaminasas, bilirrubina, GGT, fosfatasa alcalina y demás) y una ecografía hepática y abdominal para valorar la existencia de datos directos (por daño hepático visible) o indirectos (por alteración del flujo sanguíneo portal) de cirrosis. No lo dejéis, el tiempo juega en contra de tu padre; piensa que la cirrosis tiene muy graves complicaciones que se pueden prevenir si se hace un correcto seguimiento del paciente. Y antes o después el tema sociofamiliar dará la cara (problemas con la familia, económicos, etc).