Buenos días, tengo un hijo de 12 años, cuando tenia 7 años más o menos, estaba en primero de primaria, le tocó una profesora con mal genio y ademas muy mala educadora, a partir de ese momento ha ido muy mal en el colegio, hasta el punto de que este año repite curso.Ha lo que voy, es que ya el año pasado, tenia trastornos de sueño, dormía muy poco, cuando va al colegio se pone muy nervioso en clase y se bloquea a la hora de contestar una pregunta o un examen, no siente seguridad en si mismo, es una persona simpática y abierta, pero guarda sus verdaderos sentimientos. Este verano se lo ha pasado muy feliz, salia con amigos, tenia ilusión, anoche durmió una media de 4 horas y ya no quiere quedar con amigos, el lunes empieza el colegio otra vez y no se que más decirle para que sienta ilusión, ya se que es un cambio importante, porque cambia de amigos(aunque en esa clase el tiene muchas amistades)me da miedo que entre en una depresión, que deje de dormir... Le agradezco su respuesta.Un saludo. Ana.
No puedo diagnosticar a nadie por internet en base solo a lo que me cuenta usted, puesto que ese trabajo ha de hacerlo un psicólogo en su consulta, y puede usted encontrar ayuda incluso de forma gratuita en su colegio o en la seguridad social, e incluso en varias facultades de psicología en la unidad de infanto-juvenil donde le harán un diagnóstico y le proporcionarán ayuda. En general por lo que me cuenta su hijo puede tener varias cosas, desde una fobia social, a un trastorno de ansiedad por separación, o incluso un problema que no le cuente a usted. Le mando los criterios diagnósticos de ambos cuadros para que se haga una idea. La característica esencial de este trastorno es el miedo persistente y acusado a situaciones sociales o actuaciones en público por temor a que resulten embarazosas (Criterio A). La exposición a estos estímulos produce casi invariablemente una respuesta inmediata de ansiedad (Criterio B). Dicha respuesta puede tomar la forma de una crisis de angustia situacional o más o menos relacionada con una situación determinada (v. Página. 402). Aunque los adolescentes y adultos que padecen el trastorno reconocen que este temor resulta excesivo o irracional (Criterio C), Puede que esto no suceda en los niños. En la mayoría de las ocasiones las situaciones sociales o actuaciones en público acaban convirtiéndose en motivo de evitación, si bien otras veces el individuo puede soportarlas aunque experimentando sumo terror (Criterio D). El diagnóstico puede efectuarse sólo en los casos en los que el comportamiento de evitación, el temor o la ansiedad de anticipación interfieren marcadamente con la rutina diaria del individuo, sus relaciones laobrales y su vida social, o bien genera un malestar cínicamente significativo (Criterio E). En las personas menores de 18 años los síntomas deben haber persistido como mínimo durante 6 meses antes de poder diagnosticar una fobia social (Criterio F). El miedo o los comportamientos de evitación no se deben a los efectos fisiológicos directos de una sustancia o a una enfermedad médica y no pueden explicarse mejor por la presencia de otro trastorno mental (p. Ej., trastorno de angustia, trastorno de ansiedad por separación, trastorno dismórfico corporal, trastorno generalizado del desarrollo, o trastorno esquizoide de la personalidad) (Criterio G). Si existe otro trastorno mental (p. Ej., tartamudez, enfermedad de Parkinson, anorexia nerviosa), el temor o el comportamiento de evitación no se limitan a la preocupación por su posible impacto social (Criterio H). Cuando el individuo con fobia social se encuentra en las situaciones sociales o en las actuaciones en público temidas, experimenta una preocupación constante por la posibilidad de que resulten embarazosas y teme que los demás le vean como a un individuo ansioso, débil, "loco" o estúpido. Estos individuos pueden tener miedo de hablar en público porque creen que los demás se darán cuenta de que su voz o sus manos están temblando, o porque piensan que en cualquier momento les puede invadir una extrema ansiedad al mantener una conversación por temor a no poder articular correctamente las palabras. Puede que eviten comer, beber o escribir en público por miedo a sentirse en apuros cuando los demás comprueben cómo les tiemblan las manos. Los individuos con fobia social experimentan casi siempre síntomas de ansiedad (p. Ej., palpitaciones, temblores, sudoración, molestias gastrointestinales, diarrea, tensión muscular, enrojecimiento, confusión) en las situaciones sociales temidas, y, en los casos más serios, estos síntomas pueden llegar a cumplir los criterios diagnósticos de una crisis de angustia (v. Página. 403). El enrojecimiento es muy típico de la fobia social. Criterios del dsm-iv para el diagnóstico trastorno de ansiedad por separación. Fuente american psychiatric association Se trata de una ansiedad excesiva o no adecuada a la edad del niño, relacionada con la separación del hogar o de figuras importantes. Se debe dar en al menos 3 de estas circunstancias: 1) Excesivo malestar repetido cuando hay o anticipa una separación respecto el hogar o figuras importantes (padres, cuidadores...) 2) Gran preocupación persistente por perder las personas con las que se halla vinculado o porque éstas sufran daño. 3) Gran preocupación persistente porque se produzca un acontecimiento que le separe de las figuras con las que mantiene más vínculos (p. ej. secuestro). 4) Resistencia o negativas repetidas a ir al colegio o cualquier otro lugar que implique separación. 5) Resistencia o miedo persistente o excesivo a estar sin las principales figuras vinculadas en el hogar o en otros lugares. 6) Resistencia o negativa persistente a irse a dormir sin una persona significativa cerca. 7) Repetidas pesadillas con contenido de separaciones. 8) Quejas repetidas de síntomas físicos al ocurrir o anticipar una separación respecto a las figuras significativas. El trastorno ha de durar al menos un mes, y debe iniciarse antes de los 18 años. Provoca en la persona un malestar significativo y causa deterioro en áreas importantes de la vida del niño, como es el colegio, el trabajo o las relaciones sociales. Criterios de la cie-10 para el trastorno de ansiedad de separación en la infancia fuente: organización mundial de la salud Al menos deben existir tres de estos síntomas: 1) Preocupación sin justificación por posibles daños que puedan ocurrir a personas significativas o temor a que alguna de éstas muera o les deje. 2) Preocupación injustificada por un acontecimiento que les separe de personas significativas (p. ej. perderse, secuestro, asesinato) 3) Desagrado o rechazo repetido a ir al colegio, sobre todo por miedo a la separación. 4) Dificultad para separarse por la noche manifestado por: a) Desagrado o rechazo repetido a irse a la cama sin una persona significativa cerca. b) Frecuentes despertares durante la noche para comprobar o para dormir cerca de personas significativas. c) Desagrado o rechazo repetido a dormir fuera del hogar. 5) Temor no adecuado y persistente a estar sin personas significativas en casa durante el día. 6) Repetidas pesadillas sobre el tema de la separación. 7) Síntomas somáticos reiterados (náuseas, dolores gástricos, cefaleas o vómitos) en situaciones que implican separación de personas significativas. 8) Al anticipar, durante o inmediatamente después de la separación de una persona significativa, experimenta malestar excesivo y recurrente (ansiedad, llanto, rabietas, tristeza, apatía o retraimiento social). Para la CIE-10 el trastorno debe aparecer antes de los 6 años y durar al menos 1 mes. Además no debe existir un trastorno por ansiedad generalizada en la infancia (la ansiedad no se limita a las situaciones de separación), ni alteraciones generalizadas del desarrollo de la personalidad o del comportamiento, trastornos psicóticos o trastornos por el uso de sustancias psicoactivas. Tanto en el DSM-IV como en la CIE-10 este trastorno se incluye en el apartado de trastornos de inicio en la infancia o adolescencia. Si se inicia después de los 6 años (según la CIE-10) o después de los 18 (según la DSM-IV) se trataría, en principio, de otro trastorno.