Necesito consejo para dejar de tener miedo, animarme y el consumo de hipérico
Hola:
Desde siempre he tenido poca confianza en mi, pero a raíz de una relación con un chico que acabo hace poco y que me dijo: eres una inútil. Se me ha quedado grabada y aunque se que soy inteligente, cuando me pongo a estudiar o a hacer algo me entra ansiedad, la respiración se me acelera y a veces hasta tengo sudor frio, con lo que la mayoría de veces salgo corriendo, haciendo que mi miedo a hacer cosas se incremente. Incluso cada vez que tengo relaciones amorosas busco chicos muy inteligentes, Ya tengo 31 años y he dejado un trabajo familiar de años, ahora tengo que buscar trabajo y no se si seré capaz de hacer algo con esta confianza en mi. Estoy tomando hipérico ya que estoy bloqueada y no salgo de mi cuarto, solo hago que leer y ller y parece que la alegría están entrando en mi. Quisiera alguna respuesta, alguna palabra de animo, algo que me ayude a confiar en mi.
Gracias.
Desde siempre he tenido poca confianza en mi, pero a raíz de una relación con un chico que acabo hace poco y que me dijo: eres una inútil. Se me ha quedado grabada y aunque se que soy inteligente, cuando me pongo a estudiar o a hacer algo me entra ansiedad, la respiración se me acelera y a veces hasta tengo sudor frio, con lo que la mayoría de veces salgo corriendo, haciendo que mi miedo a hacer cosas se incremente. Incluso cada vez que tengo relaciones amorosas busco chicos muy inteligentes, Ya tengo 31 años y he dejado un trabajo familiar de años, ahora tengo que buscar trabajo y no se si seré capaz de hacer algo con esta confianza en mi. Estoy tomando hipérico ya que estoy bloqueada y no salgo de mi cuarto, solo hago que leer y ller y parece que la alegría están entrando en mi. Quisiera alguna respuesta, alguna palabra de animo, algo que me ayude a confiar en mi.
Gracias.
1 Respuesta
Respuesta de luraes
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Tardo un poco en responderte pero es que las vacaciones son las vacaciones.
Pides con vehemencia algo que te ayude a confiar en ti porque te persigue una fuerte sensación de ser inútil que una antigua relación amorosa dejó grabada en ti. Y a pesar de ello cuentas que buscas chicos inteligentes. ¿Y no te da miedo a que si son inteligentes te vuelvan a decir que tu no? ¿Por qué idealizas tanto la inteligencia de los demás, y desde luego tu supuesta inutilidad también? Lo que te quiero decir es que parece que sobrevaloras ambas probablemente de un modo muy extremo, hasta el punto que la mera opinión de un noviete (permíteme que le llame así) deja en ti una huella como si la observación te la hubiera hecho la más excelsa autoridad en la materia tras un profundo estudio de tu capacidad intelectual. Está claro que eres muy sensible a la crítica, pero también que exiges a lo que haces (trabajo, estudio, relaciones amorosas) una perfección difícilmente alcanzable. Es como si al no sentirte lo suficientemente fuerte, lista o capaz para afrontar algo toda tu se convirtiera en un ser despreciable. O todo o nada.
Bueno, te dramatizo un poco mi opinión solo para intentar que me entiendas lo mejor posible. Es que esto de dejarse, inconscientmente claro está, arrastrar por la idealización, puede tener efectos muy angustiantes. Es como estar perseguido por la necesidad de cumplir con un deber, pero no de cualquier modo, sino perfectamente, quizá de forma sublime. Esto me recuerda algo que decía a menudo un profesor mío: no olvidéis que siempre lo mejor es enemigo de lo bueno. Es decir, que si nos empeñamos en la perfección, no podremos disfrutar de nuestros logros cuando hacemos algo razonablemente posible, y siempre sentiremos la angustia de poder haberlo hecho mejor.
Por otra parte a lo mejor es verdad que eres inútil. Si, pero, ¿para qué? Te aseguro que para las cosas que no nos motivan lo suficiente todos somos una auténtica inutilidad. ¿Ejemplo? Mira, llevo 14 años utilizando ordenadores, estudié 2 años en la Facultad de Informática (antes de hacer Psicología), me gusta enredar con todo tipo de "hardwares y software", y mis amigos, colegas y familia me tienen continuamente asaeteado a preguntas sobre estos asuntos. Pues bien, te prometo que no sé llamar por teléfono con un móvil. Es más, cuando me dan uno para hablar no sé "colgar" al terminar de hablar. ¿Sabes por qué? No me interesan lo más mínimo. Ya ves, manías de cada uno. O tal vez resistencia a ciertas cosas, pero esto sería un tema largo de contar.
Pero esto de las resistencias es importante, pues si tenemos razones (como tú) para pensar que no somos "tontos", es decir, que nuestra capacidad intelectual es como mínimo normal, y advertimos que a veces en situaciones que para la mayoría son relativamente fáciles de resolver y nosotros nos embarullamos con ellas, ten la seguridad de que lo que ahí ocurre es un bloqueo emocional que no advertimos conscientemente. ¿Y eso por qué ocurre? Pues por mil razones distintas que tienen que ver con nuestro momento actual, con nuestra historia, el aprendizaje, el desarrollo psicosexual, etc. Qué se yo, quizá pueda atraer un ordenador porque alimenta una sensación de controlar, pero un móvil no porque te sientes controlado y no te gusta. ¿Es razonable? Quizá no, simplemente ES. ¿Es falta de capacidad? Intelectual desde luego no.
Por otra parte quizá te gusta ser dependiente y claro, siendo "inútil" algunas veces, pues sentimos el placer de que otro haga las cosas por nosotros y así nos quitamos una responsabilidad. ¿Eso es malo? No sé, júzgalo tu, pero de todos modos es una buena forma de acordarnos de algo que en los últimos tiempos parece estar muy en boga: no somos omnipotentes. Eso sí, pagamos un precio cuando la otra persona nos lo arroja a la cara y "nos toca la fibra" haciéndonos sentir culpables. Pero no olvides que quizá esa persona necesita para cumplir sus fantasías de completud tener a su lado a alguien como tú, que parece "no dar la talla " a veces.
Una última cosa. Dices que te gusta leer. ¿Conoces a Mercé Rodoreda? Echale un vistazo a "La plaza del diamante" que es una auténtica lección de "humildad" dignísima ante la vida y a lo mejor te da ánimos si la intentas "entender bien".
Pides con vehemencia algo que te ayude a confiar en ti porque te persigue una fuerte sensación de ser inútil que una antigua relación amorosa dejó grabada en ti. Y a pesar de ello cuentas que buscas chicos inteligentes. ¿Y no te da miedo a que si son inteligentes te vuelvan a decir que tu no? ¿Por qué idealizas tanto la inteligencia de los demás, y desde luego tu supuesta inutilidad también? Lo que te quiero decir es que parece que sobrevaloras ambas probablemente de un modo muy extremo, hasta el punto que la mera opinión de un noviete (permíteme que le llame así) deja en ti una huella como si la observación te la hubiera hecho la más excelsa autoridad en la materia tras un profundo estudio de tu capacidad intelectual. Está claro que eres muy sensible a la crítica, pero también que exiges a lo que haces (trabajo, estudio, relaciones amorosas) una perfección difícilmente alcanzable. Es como si al no sentirte lo suficientemente fuerte, lista o capaz para afrontar algo toda tu se convirtiera en un ser despreciable. O todo o nada.
Bueno, te dramatizo un poco mi opinión solo para intentar que me entiendas lo mejor posible. Es que esto de dejarse, inconscientmente claro está, arrastrar por la idealización, puede tener efectos muy angustiantes. Es como estar perseguido por la necesidad de cumplir con un deber, pero no de cualquier modo, sino perfectamente, quizá de forma sublime. Esto me recuerda algo que decía a menudo un profesor mío: no olvidéis que siempre lo mejor es enemigo de lo bueno. Es decir, que si nos empeñamos en la perfección, no podremos disfrutar de nuestros logros cuando hacemos algo razonablemente posible, y siempre sentiremos la angustia de poder haberlo hecho mejor.
Por otra parte a lo mejor es verdad que eres inútil. Si, pero, ¿para qué? Te aseguro que para las cosas que no nos motivan lo suficiente todos somos una auténtica inutilidad. ¿Ejemplo? Mira, llevo 14 años utilizando ordenadores, estudié 2 años en la Facultad de Informática (antes de hacer Psicología), me gusta enredar con todo tipo de "hardwares y software", y mis amigos, colegas y familia me tienen continuamente asaeteado a preguntas sobre estos asuntos. Pues bien, te prometo que no sé llamar por teléfono con un móvil. Es más, cuando me dan uno para hablar no sé "colgar" al terminar de hablar. ¿Sabes por qué? No me interesan lo más mínimo. Ya ves, manías de cada uno. O tal vez resistencia a ciertas cosas, pero esto sería un tema largo de contar.
Pero esto de las resistencias es importante, pues si tenemos razones (como tú) para pensar que no somos "tontos", es decir, que nuestra capacidad intelectual es como mínimo normal, y advertimos que a veces en situaciones que para la mayoría son relativamente fáciles de resolver y nosotros nos embarullamos con ellas, ten la seguridad de que lo que ahí ocurre es un bloqueo emocional que no advertimos conscientemente. ¿Y eso por qué ocurre? Pues por mil razones distintas que tienen que ver con nuestro momento actual, con nuestra historia, el aprendizaje, el desarrollo psicosexual, etc. Qué se yo, quizá pueda atraer un ordenador porque alimenta una sensación de controlar, pero un móvil no porque te sientes controlado y no te gusta. ¿Es razonable? Quizá no, simplemente ES. ¿Es falta de capacidad? Intelectual desde luego no.
Por otra parte quizá te gusta ser dependiente y claro, siendo "inútil" algunas veces, pues sentimos el placer de que otro haga las cosas por nosotros y así nos quitamos una responsabilidad. ¿Eso es malo? No sé, júzgalo tu, pero de todos modos es una buena forma de acordarnos de algo que en los últimos tiempos parece estar muy en boga: no somos omnipotentes. Eso sí, pagamos un precio cuando la otra persona nos lo arroja a la cara y "nos toca la fibra" haciéndonos sentir culpables. Pero no olvides que quizá esa persona necesita para cumplir sus fantasías de completud tener a su lado a alguien como tú, que parece "no dar la talla " a veces.
Una última cosa. Dices que te gusta leer. ¿Conoces a Mercé Rodoreda? Echale un vistazo a "La plaza del diamante" que es una auténtica lección de "humildad" dignísima ante la vida y a lo mejor te da ánimos si la intentas "entender bien".
