Mis celos
Hola quisiera que me orientara, tengo uno de tantos problemas. Hace 1 año que vivo con mi marido y no soporto que le diga a otra mujer nada, me pongo mal. Todo lo que habla lo analizo y tampoco dice nada malo.El luego también se siente mal por mi actitud, gracias que no pasa todos los días. Se ciertamente que me ama y no se iría con otra, pero mi mente me juega malas pasadas. Que consejo me da usted. Gracias y espero su respuesta.
2 Respuestas
Respuesta de vicbang2002
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No te dejes llevar por la idea de que los celos son malos, esa es una idea corriente, lo malo son los excesos, el tener celos es lo más normal y humano en las personas pero no hay que dejarse llevar por ellos. Incluso los celos le pueden dar un toque de misterio de oculto a la relación y te puden tener muy interesada en tu pareja.
Lo que te recomiendo es que no le tomes más importancia de lo debido a esta situación, tomalo con pertinencia, y nunca hagas nada de manera impulsiva, siempre piensa antes de actuar.
Si tus celos son algo incontrolables puedes hablar de ello con tu marido, tal vez te puedas sentir mejor, y también pudieras buscar una ayuda psicológica en la cual entenderías más tus reacciones, tu sentir, tus celos.
Cualquier comentario estoy a su disposición.
Lo que te recomiendo es que no le tomes más importancia de lo debido a esta situación, tomalo con pertinencia, y nunca hagas nada de manera impulsiva, siempre piensa antes de actuar.
Si tus celos son algo incontrolables puedes hablar de ello con tu marido, tal vez te puedas sentir mejor, y también pudieras buscar una ayuda psicológica en la cual entenderías más tus reacciones, tu sentir, tus celos.
Cualquier comentario estoy a su disposición.
Respuesta de mcmil
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Los celos son una enfermedad mental grave, del tipo de las psicosis y es tan grave, que puede llegar a matar por celos, de tal modo, que no crea que lo que manifiesta es baladí.
Afortunadamente contra los celos se puede luchar, pero nunca de forma pasiva o retrocediendo, es decir nunca cediendo a ellos y para no generarlos, reprimir conductas.
Me explico mejor, si a ud. le molesta que su marido de diga una frase amable a la cajera del supermercado, por ejemplo, la forma de luchar contra los celos es no cediendo al impulso de ofenderse y mostrar contrariedad, al contrario, sonría y remate la frase ingeniosa o el chascarrillo.
Si su marido llega tarde, espere la explicación no la exija y créala, sin más análisis; es decir reprimirse ud. no cediendo al fantasma de los celos.
Frecuentemente, los celos se manifiesta, inicialmente, cómo una cosa divertida, coqueta, simpática, sólo que al correr del tiempo, acaban siendo soeces, nada divertidos, odiosos y no sólo para quien los sufre: su marido, sino para quien los padece ud., haciendo la vida imposible.
Quien convive con un celoso, acaba deseando perderlo de vista y a veces en ello va su vida, por lo que no es infrecuente, que en los divorcios haya una liberación del cónyuge celado y el fracaso y abatimiento total del celoso, de tal modo que logrado el fin: el divorcio, se entra en una pena y pesar grave al perder al ser amado.
Así pues tolerancia CERO (0) a los celos, lejos esas sonrisas irónicas que enmascaran los celos, lejos esas elucubraciones sobre qué dirá, o dejará de decir, lejos esos morros por si su marido vuelve la vista al cruzarse una mujer, en fin, ahuyentar todas esas formas más o menos simpáticas de entender los celos, se empieza sí y se acaba matando.
Afortunadamente contra los celos se puede luchar, pero nunca de forma pasiva o retrocediendo, es decir nunca cediendo a ellos y para no generarlos, reprimir conductas.
Me explico mejor, si a ud. le molesta que su marido de diga una frase amable a la cajera del supermercado, por ejemplo, la forma de luchar contra los celos es no cediendo al impulso de ofenderse y mostrar contrariedad, al contrario, sonría y remate la frase ingeniosa o el chascarrillo.
Si su marido llega tarde, espere la explicación no la exija y créala, sin más análisis; es decir reprimirse ud. no cediendo al fantasma de los celos.
Frecuentemente, los celos se manifiesta, inicialmente, cómo una cosa divertida, coqueta, simpática, sólo que al correr del tiempo, acaban siendo soeces, nada divertidos, odiosos y no sólo para quien los sufre: su marido, sino para quien los padece ud., haciendo la vida imposible.
Quien convive con un celoso, acaba deseando perderlo de vista y a veces en ello va su vida, por lo que no es infrecuente, que en los divorcios haya una liberación del cónyuge celado y el fracaso y abatimiento total del celoso, de tal modo que logrado el fin: el divorcio, se entra en una pena y pesar grave al perder al ser amado.
Así pues tolerancia CERO (0) a los celos, lejos esas sonrisas irónicas que enmascaran los celos, lejos esas elucubraciones sobre qué dirá, o dejará de decir, lejos esos morros por si su marido vuelve la vista al cruzarse una mujer, en fin, ahuyentar todas esas formas más o menos simpáticas de entender los celos, se empieza sí y se acaba matando.