Problemas con la empatía

Hola.
Mi consulta es porque creo que tengo un serio problema de empatía hacia la gente.En mi día a día,tengo tanta empatía que en vez de ser algo positivo,se convierte en algo seriamente negativo porque me pongo tanto en el lugar de la gente,que se me olvida por completo que antes de la gente,estoy yo.Te pondría infinidad de ejemplos pero uno de tantos es por ejemplo,cuando arreglo un coche a un cliente y me toca ir a cobrarle por el trabajo unos días después,siempre voy con un nudo en el estomago como si fuera a pedirle dinero sin haberle hecho ningún trabajo.No sé si lo has comprendido pero todo se resumiría en una frase que se dice por mi tierra que dice que "De tan bueno que eres,pareces tonto".
No sé si este problema lo puedo solucionar yo mismo o necesitaría ayuda.
Muchas gracias y un saludo.

2 Respuestas

Respuesta
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Por lo que cuentas es algo más profundo que la empatía. En realidad habría que ver primero “con qué” empatizas del otro. No me parece que haya empatía, sino más bien una proyección de algo propio tuyo que lo pones frente al que tienes delante como en el ejemplo de no poder cobrar por aquello que has realizado. Y eso puede estar ligado a muchas otras cuestiones inconscientes, por ejemplo, la culpa, que se puede hacer presente camuflada en la palabra “empatía”. Si uno empatiza puede perfectamente entender que el otro sabe que tiene que pagar por lo que ha adquirido por ejemplo. Pero aquí parece haber “más”.
Pueden haber muchas cuestiones en juego, ideas conscientes e inconscientes que entran en juego a la hora de estar frente a un “otro”. Y principalmente tu propia imagen reflejada en los ojos de los demás ¿Qué es aquello propio que te encuentras cada vez que estás mirando a los otros?
Con respecto a si puedes solucionarlo tú mismo o no, creo que esa respuesta es algo que debes intentar respondértela tú. Y cuando llegues a una resolución podrás tomar una elección, si atenderte o no.
Saludos cordiales,
Sergio Alonso Ramírez
Psicólogo Psicoanalista
www.psicosujeto.blogspot.com

Respuesta
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Sinceramente creo que nunca es demasiado ser buena persona y sentir empatía por la gente, son cualidades que representan un valor positivo que no debes perder.

Lo que pasa es que no hay que confundir ser bueno con ser demasiado ingenuo y pensar que todo el mundo es igual, lamentablemente existen personas de todo tipo y hay que aprender a darse cuenta y alejarse de aquellos que nos hacen daño, porque la maldad, la envidia, el rencor, la mentira existen entonces hay que protegerse de esas personas no poniendo siempre la mejilla, porque luego viene la desilusión y la frustración.

Pero también creo que lo que te pasa a ti, según tu ejemplo, es que no te valoras lo suficiente, tienes la autoestima baja.

Si tu has hecho un trabajo, pues hombre, tu trabajo y tus horas valen mucho y tienes que defenderlo.

Yo creo que puedes tu solo, pero si no logras quererte a ti mismo, si te infravaloras, posiblemente necesites una terapia, para conocer los motivos de dicha desvalorización.

El que acude a ti, es porque te necesita, y si te necesita es porque tu haces un trabajo bien hecho y que les sirve. Ya se encargarán los que te piden el trabajo de pedirte una rebaja o unos días para pagarte, pero tu siempre tienes que dar por hecho que tu trabajo VALE, y que tu como persona VALES.

Porque si no te quieres y te respetas tu, ¿quién lo va a hacer?

Quererse a uno mismo, implica un proceso de conocimiento profundo y una parte de egoísmo también. Egoísmo bien entendido.

Te recomiendo un libro: "De la autoestima al egoísmo" de Jorge Bucay, si lo puedes conseguir léelo, no es caro y lo puedes pedir en una librería grande.

También tienes que aprender que no podemos gustar o agradar a todo el mundo, como a ti no te gusta todo el mundo. Existen preferencias, afinidades, feelling, y eso hay que tenerlo en cuenta para no cometer el error de sufrir si nos sentimos rechazados o excluidos, porque también habrá gente para quienes nuestra compañía sea maravillosa. La cuestión pasa por saber elegir con quien estar.

Es fundamental ejercer nuestra libertad de elección.

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