He tenido relaciones sexuales y no se me ha roto el frenillo. A veces me duele mucho.

Si tú o alguno de tus amigos tenéis frenillo, lo más razonable y de sentido común, es que acudáis a un urólogo y os sometáis a una intervención. El frenillo además de restar sensibilidad al glande en las relaciones sexuales e incluso en la masturbación, puede ser también un foco de infecciones. La intervención para solucionar el problema del frenillo, es ambulatoria y muy sencilla, además se aplica con anestesia local, por lo que el dolor es cero. Por supuesto es un error esperar a que se rompa practicando un coito.