Efectivamente, existen diferentes calidades en las lentes progresivas. Al igual que, por ejemplo, en automóviles, existen diferentes gamas o segmentos, en donde cada usuario pueda elegir lo que más le conviene.
Las lentes se diferencian unas de otras en las prestaciones. Las básicas (baratas) tienen campos de visión estrechos y no están optimizadas para la visión binocular, y según vamos subiendo de gama (y de precio), van estando más optimizadas y mejor estudiada.
Dependiendo de la actividad del usuario, así es recomendable uno u otro tipo de lentes.
Así como a nadie se le ocurriría comprar un Ferrari para llevar los tomates a vender al mercado, ni a un representante de comercio que está todo el día en la carretera se le ocurriría comprar una gama básica, lo mismo ocurre con las lentes.
Para un trabajo de oficina en el que estás cambiando constantemente de distancias de trabajo y se necesitan campos amplios y agradables de usar, es recomendable la gama más alta. En cambio, para una persona que solo utiliza la zona de cerca para coser, leer una carta o poco más, con la gama básica le sirve.
Por tanto, lo primero sería determinar las necesidades, y a partir de ahí elegir el tipo de lente a usar.
Como ejemplo de las posibilidades existentes, puedes ver la gama alta de Prats, la marca que suelo trabajar, en su web: <a>http://www.grupoprats.com/pro/index.html</a>
Como puedes ver, solo de la gama alta, IMAX, hay 7 versiones. Luego está la gama media y la baja, con versiones intermedias entre ellas.
Lo mejor en estos casos es huir de grandes cadenas, acudir a una óptica pequeña que no tenga ofertas, y dejarse aconsejar por el óptico. Las ofertas, en su gran mayoría, tienen truco.
Y por supuesto, solicitar el certificado de calidad de la lentes, para que no den "gato por liebre".