Eucaristía

La celebración eucarística es el culmen de nuestra fe católica porque nuestro Señor Jesucristo se hace presente en cuerpo, sangre, alma y divinidad a la voz del sacerdote cuando pronuncia las palabras de la consagración. ¿Si esto está claro en el corazón de los fieles que cosa externa podría enriquecer la santa misa? Si tu sabes que es el mismo Dios el que accede a quedarse en un pedacito de pan no harías silencio ante tan inimaginable milagro, no accederíamos todos a recibirle de rodillas, a hablar con el un momento después de recibirle, ¿no se utilizaría la patena para que el sacratísimo cuerpo no cayera al suelo? Yo creo que simplemente hay que cumplir con todo lo que la Santa iglesia prescribe para la celebración eucarística porque como vamos a enriquecer la celebración si el dueño del universo es quien se manifista en ella, ahora si la queremos aprovechar más pues llevemos un corazón humilde y arrepentido.