Veritatis Splendor de Juan Pablo II

Los 10 mandamientos fueron dados de manera escrita por Dios al pueblo de Israel en el desierto aunque ya desde tiempos atrás se conocían oralmente. Cain supo que había hecho algo malo al matar a Abel, El séptimo día se observaba desde el origen del ser humano, y cosas como la calumnia, el irrespeto al nombre de Dios, el trato debido a los padres, el hurto y todos los demás mandamientos eran conocidos pero de manera oral, ya que el pecado es transgresión de la ley por lo tanto desde que hay pecado (el de Adán y Eva) ya existía una ley. Esta ley es universal porque fue instiuida, conocida o practicada desde Adán, pero Dios hizo depositario de ella a un pueblo especial llamado Israel esta ley hace parte de los mismos orígenes de este pueblo y por lo tanto es representativa de este pueblo y por supuesto íntimamente relacionada con su identidad, pero esta ley no era para que fueran los únicos que la observaran ("En ti serán benditas todas las naciones de la tierra") sino para que la dieran a conocer (misión en la que fallaron). Ya que en lugar de evangelizar al mundo de su tiempo, se encerraron en ellos mismos de manera exclusivista.
El seguir a Jesús y observar la ley son cosas muy relacionadas, más aún: dependientes. La persona que conoce a Jesús y le entrega su vida nace de nuevo y la ley de Dios es escrita en su corazón de manera que como resultado de esa relación surge como fruto natural la obediencia a los mandamientos ("Dame hijo mio tu coraxón y miren tus ojos mis caminos") CAUSA-->CONSECUENCIA. Se resume en la frase de Jesús: "Si me aman, guuardaran mis mandamientos" Juan 14:15 una vez más muestra CAUSA-->CONSECUENCIA. El Cristiano no obedece la ley para ser salvo sino como consecuencia natural de ya haber sido salvado (nacer de nuevo).
Dios creó todas las cosas con el poder de su palabra, con excepción de dos cosas de extraordinaria importancia y en el mismo orden que fueron creadas por su propia mano: EL HOMBRE Y LA LEY. El hombre fue creado a imagen de Dios, este hecho reviste a la humanidad con gran dignidad, que se manifiesta en el corazón de aquel que es nacido de nuevo en el amor hacia su prójimo considerándolo la obra de Dios.
En los anteirore tres párrafos doy respuesta a tus tres preguntas.
Dios te bendiga.
Cristo viene pronto. Preparate.