Consejo estudio

No hay una receta universal para conseguir buenas mezclas. De hecho el mercado está inundado de malas mezclas, con exceso de compresión e incluso distorsionadas. Para conseguir una buena mezcla es importante partir de un monitor que tenga una respuesta bastante plana, también es conveniente saber qué pretendemos con la mezcla, ya que ha de sonar diferente una mezcla que vaya para la radio que otra que vaya para discoteca. También influye el gusto de uno mismo, si queremos dar más protagonismo al ritmo, a las percusiones, a la voz... Y desde luego lo más importante la pericia, experiencia y oído del proceso de mezcla y masterización. Muy importante es comprimir cada instrumento por separado, en especial el bajo, las voces y la batería y en caso de que añadamos reverb que proceda de una unidad de buena calidad.
Cuando hacemos una mezcla con un monitor, debemos oír en otro monitor antes de la última decisión, pues siempre podemos corregir algún defecto importante. En los estudios se suele hacer la mezcla con un monitor de campo cercano de respuesta plana, pero luego siempre se escucha por columnas grandes de mayor respuesta y dinámica, para ver el comportamiento. Dicen que los Yamaha NS5, que están presentes en todos los estudios, son tan utilizados porque una mezcla que suene bien allí sonará bien en cualquier parte, aunque hay opiniones diferentes. De todos modos los yamaha ns5 son chillones y tienen muy poca extensión de graves. También puedes confiar en marcas de reputación en monitoraje como Genelec o Hafler.
Si compras las cajas activas, no necesitas amplificación. Si son activas necesitas amplificación, lo de la mesa es aparte, opcional, y depende de si necesitas regular la mezcla de varias fuentes o no, aunque lo habitual es que resulte imprescindible, de no ser que se utilice un ordenador como multipistas.