La hipertensión arterial (tensión alta, presión arterial alta) puede deberse a numerosas causas. Cuando no es posible determinar el origen directo de la hipertensión, lo cual ocurre en la mayoría de los casos, hablamos de hipertensión primaria esencial o idiopática. En su aparición están involucrados presumiblemente varios factores, algunos ya los apuntas tú, no tan conocidos como los siguientes:
Factores hereditarios (genéticos)
Existen varios indicios que apuntan a que los factores hereditarios (genéticos) desempeñan un papel entre las causas desencadenantes de la hipertensión arterial. En los niños el riesgo de desarrollar hipertensión es entre dos y tres veces más elevado cuando uno, o ambos progenitores, padecen hipertensión arterial.
Los estudios con gemelos también permiten inferir que la aparición de la hipertensión arterial tiene un componente hereditario.
En raros casos, cabe atribuir la presión arterial elevada a un determinado daño en un gen.
Lo más probable, sin embargo, es que existan varias mutaciones que, en combinación con factores externos, desencadenan esta patología.
Estrés
Es probable que el estrés también sea uno de los desencadenantes de la hipertensión arterial (tensión alta, presión arterial alta). Las hormonas del estrés, las denominadas catecolaminas, provocan la contracción de la musculatura de los vasos sanguíneos De esta manera aumenta la resistencia vascular y se eleva lapresión arterial. Además, parece que las personas que padecen este trastorno reaccionan de manera especialmente sensible a estas hormonas del estrés.
No hay suficientes pruebas que constaten que los sobre esfuerzos psíquicos pueden ser causa de hipertensión arterial continuada (crónica). Sin embargo, uno de cada dos empleados muestra valores de presión arterial elevados en el puesto de trabajo, hecho que cabría atribuir al estrés laboral.
Hipertensión secundaria
La forma menos frecuente de hipertensión arterial (tensión alta, presión arterial alta), denominada hipertensión secundaria, aparece a consecuencia de otras enfermedades o de la toma de determinados medicamentos. Entre estos últimos se incluyen los preparados hormonales como los anticonceptivos (píldora de estrógeno), los corticosteroides y los fármacos para el tratamiento de las enfermedades reumáticas (antiinflamatorios).
Entre las patologías que pueden provocar hipertensión arterial se encuentran ciertas enfermedades renales, angiopatías o trastornos metabólicos, como por ejemplo:
- Arteriosclerosis renal (alteraciones de las arterias de los riñones)
- Estrechamiento de la aorta (coartación aórtica)
- Hipertiroidismo
- Tumores de las glándulas suprarrenales que segregan en exceso hormonas como adrenalina y noradrenalina (feocromocitoma)
- Síndrome de Cushing (aumento del nivel de cortisol en sangre)
Los asmáticos suelen presentar valores de presión arterial elevados, probablemente a consecuencia del tratamiento con ciertos fármacos (corticosteroides y beta-simpaticomiméticos).
Asimismo, los ronquidos y las pausas respiratorias de larga duración durante el sueño, acompañados de cansancio por el día (apnea del sueño), provocan en ocasiones hipertensión secundaria.
En cualquier caso, tu médico que te está tratando, es el que más sabe y al que debes dirigir tus dudas.