¿Cómo conseguir que me vaya bien en clase?

Los motivos para descender el rendimiento del estudiante pueden ser muchos, pero en tu caso si realmente apuntas a notas sobresalientes y caes sin conocer el motivo en notables, es evidente que tienes un problema inconsciente que te limita pero no te anula. Puede que estés distraído en exceso por cosas banales o importantes pero no identificadas, pueden ser muchas cosas en un conjunto o una sola pero, en cualquier caso, tienes que proceder con urgencia a examinar toda tu vida y tu entorno para lograr ver la fuga de efectividad por dónde se produce. Está claro que eres una persona con muchas capacidades y te gusta ponerlas en juego para sacar tu mejor versión, así que no tendrás problemas en hacer lo necesario para corregir tu actual estado. Mi consejo es que hagas como los electricistas cuando hay un cortocircuito en una instalación y no saben con seguridad dónde se produce. Apagan todo, quitan todos los diferenciales y empiezan a conectar todo a pleno consumo poco a poco hasta que salta el punto dónde se produce la avería. En tu caso, párate uno o dos días, de estudiar en casa, de salir, de relacionarte, de ver tele, de ir al gimnasio, de todo lo que puedas prescindir excepto de las clases, y dentro de estas trata de, sin aislarte, de concentrarte al máximo en las clases como "base" de tu instalación, y poco a poco ve incorporando los otros elementos hasta que puedas ver dónde está el corto y ahí tendrás que poner remedio.

Todo esto escrito aquí puede parecer fácil, pero no lo es, seguramente necesitarás ayuda externa de alguien que te pueda guiar en el proceso hasta descubrir tu problema que, sin duda, no será grave, sobre todo cogido a tiempo.

¿Conoces el coaching? Es una fórmula muy buena de, con un coach que hace de espejo, dejarte guiar para que tú mismo encuentres la solución a tus asuntos.

En cualquier caso, para que no te aíslen en clase si te concentras mucho en tus estudios, dos palabras, vehemencia y asertividad.

Con vehemencia quiero significar la importancia de que tú tengas claras tus metas y qué quieres lograr. Si lo tienes claro y así lo transmites con todos los poros de tu cuerpo, los demás sentirán una cierta envidia de tu firme decisión de triunfar. Eso puede dar lugar a envidias insanas, por supuesto, pero ahí aplicamos la segunda palabra, asertividad, tienes que transmitir con total firmeza y sin dudar, en todo momento y lugar que tú tienes claros tus objetivos y que tu éxito no puede verse empañado ni truncado por inadaptados, mediocres o envidiosos. Y todo eso no quita para que en ningún momento tengas que recurrir ni al enfrentamiento ni a guerras silenciosas, simplemente con que tu actitud personal y tus actos reflejen tu intención, suele ser muy efectivo.