¿Posesividad, sumisión o cuestión de límites?
Mi marido y yo llevamos 15 años juntos y la cosa siempre había ido de maravilla, pero desde hace un tiempo las cosas han empezado a ir mal, supongo que nos ha llegado la famosa monotonía, yo antes organizaba actividades pero ya me cansé de mantener una relación tipo proveedor-cliente y él no se esfuerza por hacer nada nuevo. En cambio se apunta a un bombardeo con su familia (con quienes no me llevo mal, pero tampoco estoy cómoda) y amigos, cada vez me deja más de lado y yo me siento sola. Me echa en cara que soy cada vez más posesiva y me enfado cuando se va tanto (su familia es muy extensa y siempre hay algún evento, también tiene muchos amigos solteros que siempre quieren quedar con él, solo él). Me siento como algo secundario en su vida ¿realmente me debo considerar una persona posesiva? ¿Debo dejar de reclamar más atención y conformarme con lo que me quede después de los demás? ¿Qué puedo hacer?