Mi pareja no responde a mis mensajes y pienso que quiere terminar la relación
Soy un chico de 23 años que acaba de empezar a salir con una chica.
No he tenido prácticamente ninguna relación sentimental seria sin contar con la actual, a pesar de llevar poco tiempo con ella.
Mi duda es la siguiente: este pasado fin de semana yo tenía que haberme ido a esquiar con mis amigos, aunque al final, a causa del tiempo lo aplazamos, y tenía ganas de verla, pero ella al parecer ni sábado ni domingo tenía tiempo. Hasta ahí, todo es normal, `pero te comentaré que, por ejemplo el sábado, a mediodía, le mandé un mensaje para que me llamara en cuanto pudiese, pero ella no lo hizo, lo cual me extrañó mucho, e incluso me empezó a sugerir ideas muy funestas sobre nuestra relación, pero seguramente son todo historias mías. No puedo evitar preocuparme por este tipo de trivialidades, ya que mi concepción de una relación es, al menos al principio de la misma, cariño, fogosidad, y contacto. ¿Qué te parece?
No he tenido prácticamente ninguna relación sentimental seria sin contar con la actual, a pesar de llevar poco tiempo con ella.
Mi duda es la siguiente: este pasado fin de semana yo tenía que haberme ido a esquiar con mis amigos, aunque al final, a causa del tiempo lo aplazamos, y tenía ganas de verla, pero ella al parecer ni sábado ni domingo tenía tiempo. Hasta ahí, todo es normal, `pero te comentaré que, por ejemplo el sábado, a mediodía, le mandé un mensaje para que me llamara en cuanto pudiese, pero ella no lo hizo, lo cual me extrañó mucho, e incluso me empezó a sugerir ideas muy funestas sobre nuestra relación, pero seguramente son todo historias mías. No puedo evitar preocuparme por este tipo de trivialidades, ya que mi concepción de una relación es, al menos al principio de la misma, cariño, fogosidad, y contacto. ¿Qué te parece?
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Respuesta de wizargyx
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Vivir en pareja nunca ha sido fácil, si bien la sociedad moderna parece
aportar algunos impedimentos adicionales a la armonía conyugal. Uno de ellos
es la competitividad que, en ocasiones, existe entre la pareja.
Curiosamente, muchas personas en lugar de hacer un esfuerzo en
complementarse, parecen obstinadas en rivalizar.
A pesar de que algunos romáticos empedernidos se empeñen en defender la idea
de que el éxito de la pareja reside en uno más uno no son dos sino uno solo,
en realidad los esfuerzos no deben dirigirse en este sentido, sino en el de
conseguir que uno más uno sigan siendo dos personas con identidades,
interesees, aficiones y proyectos propios.
El amor como elemento común.
El único denominador común imprescindible entre los dos miembros que forman
la pareja es el amor que los une. A partir de ahí no es necesario que ambos
amen el cine o la lectura, o que aborrezcan la ópera o el golf.
Lamentablemente hay quienes cosideran que, para estar en perfecto equilibrio
con quienes comparten su vida, deben renunciar a todo aquello que al otro no
le guste e hipotecar sus sueños, aficiones y ambiciones en favor de la
relación. Es un buen modo de acumular frustraciones y un malestar personal
que, a la larga, deteriorará la relación de pareja.
Un elemento importante en cada relación es el factor sorpresa. Cuando ambos
pienesen que el presente no se parezca al ayer y se vean incapaces de
descubrir el mañana, estarán dando un paso importante para vencer uno de los
grandes enemigos de este tipo de relación : LA RUTINA.
Sin embargo, vencer el aburrimiento y plantar cara a la monotonía no son
suficients para que una relación prospere de un modo deseado; es importante
también que ninguno intente dominar ni eclipsar al otro y, sobretodo, que
jamás olvide que la persona que tiene a su lado posee personalidad y deseos
propios.
Desgraciadamente no se nos enseña a amar y al final parece que sólo aprendemos gracias a las tristes experiencias y a algún que otro psicólogo. Y es que las parejas deben aprender a amarse correctamente para explorar toda la felicidad y plenitud que existe en tan maravilloso sentimiento.
Si te paras un instante y te preguntas cuándo fue la última vez que fuiste realmente feliz viviendo el amor, la respuesta será muy reveladora.
El amor tiene que ser educado prestando especial atención a la convivencia para que la llama de la felicidad no se vea amenazada.
Hay que entender que la vida en pareja es una vida en común, pero no es una vida en la que se sacrifican los deseos y la felicidad en favor del otro.
Aquí tienes algunas claves de lo que debes o no debes hacer para que el amor sea ve rdaderamente sano y feliz:
Lo que sí debes hacer
- Total confianza en el otro.
- La relación puede ser el eje de tu vida, sin embargo no debe representarla a nivel global.
- Si bien es comprensible que la pareja evolucione y ayude a evolucionar a cada miembro, no se debe sacrificar la personalidad e ideales y aspiraciones individuales.
- Ambos miembros deben respetarse mutuamente. Los dos deben comprender que no le pertenecen a nadie, sino que son seres independientes que desean compartir su vida. Por lo tanto jamás te regales a nadie.
- Se debe aprender a vivir los sentimientos de forma natural y sincera, sin manipulaciones de por medio. No se debe forzar a la persona a que sienta lo mismo que nosotros.
- Se debe tener tiempo para los amigos y espacio para uno mismo. La relación no puede ahogar la sociabilidad de la pareja. Aunque tengan amigos en común, es bueno que también disfruten de tiempo para sus amistades por separado. Además, un ratito de soleda de también resulta imprescindible.
- No debes permitir que nadie dinamite tu autoestima. En una relación saludable se fomenta la confianza tanto en el otro como en uno mismo.
- No te olvides nunca de que eres un ser libre y que por lo tanto en todo momento tienes en tus manos la decisión de poner fin o comenzar con una relación.
Lo que no debes hacer
- Empezar una relación si no confías en el otro.
- Pretender que el otro esté siempre pendiente de nosotros y al alcance de nuestra vista y oídos. ¡Cuidado con los celos! No intentes controlar a la persona.
- Hacer de tu relación amorosa el aire que respiras. Si piensas que te morirías o que se te vendría el mundo encima si tu relación rompe, mal asunto. ¡Cuidado con el chantaje emocional!
- Renunciar a tu felicidad por la felicidad del otro.
- Necesitarle, en vez de amarle.
- Intentar cambiarle en vez de aceptarle como es. Puedes hacerle sugerencias, pero nunca debes presionarle
Piénsalo
aportar algunos impedimentos adicionales a la armonía conyugal. Uno de ellos
es la competitividad que, en ocasiones, existe entre la pareja.
Curiosamente, muchas personas en lugar de hacer un esfuerzo en
complementarse, parecen obstinadas en rivalizar.
A pesar de que algunos romáticos empedernidos se empeñen en defender la idea
de que el éxito de la pareja reside en uno más uno no son dos sino uno solo,
en realidad los esfuerzos no deben dirigirse en este sentido, sino en el de
conseguir que uno más uno sigan siendo dos personas con identidades,
interesees, aficiones y proyectos propios.
El amor como elemento común.
El único denominador común imprescindible entre los dos miembros que forman
la pareja es el amor que los une. A partir de ahí no es necesario que ambos
amen el cine o la lectura, o que aborrezcan la ópera o el golf.
Lamentablemente hay quienes cosideran que, para estar en perfecto equilibrio
con quienes comparten su vida, deben renunciar a todo aquello que al otro no
le guste e hipotecar sus sueños, aficiones y ambiciones en favor de la
relación. Es un buen modo de acumular frustraciones y un malestar personal
que, a la larga, deteriorará la relación de pareja.
Un elemento importante en cada relación es el factor sorpresa. Cuando ambos
pienesen que el presente no se parezca al ayer y se vean incapaces de
descubrir el mañana, estarán dando un paso importante para vencer uno de los
grandes enemigos de este tipo de relación : LA RUTINA.
Sin embargo, vencer el aburrimiento y plantar cara a la monotonía no son
suficients para que una relación prospere de un modo deseado; es importante
también que ninguno intente dominar ni eclipsar al otro y, sobretodo, que
jamás olvide que la persona que tiene a su lado posee personalidad y deseos
propios.
Desgraciadamente no se nos enseña a amar y al final parece que sólo aprendemos gracias a las tristes experiencias y a algún que otro psicólogo. Y es que las parejas deben aprender a amarse correctamente para explorar toda la felicidad y plenitud que existe en tan maravilloso sentimiento.
Si te paras un instante y te preguntas cuándo fue la última vez que fuiste realmente feliz viviendo el amor, la respuesta será muy reveladora.
El amor tiene que ser educado prestando especial atención a la convivencia para que la llama de la felicidad no se vea amenazada.
Hay que entender que la vida en pareja es una vida en común, pero no es una vida en la que se sacrifican los deseos y la felicidad en favor del otro.
Aquí tienes algunas claves de lo que debes o no debes hacer para que el amor sea ve rdaderamente sano y feliz:
Lo que sí debes hacer
- Total confianza en el otro.
- La relación puede ser el eje de tu vida, sin embargo no debe representarla a nivel global.
- Si bien es comprensible que la pareja evolucione y ayude a evolucionar a cada miembro, no se debe sacrificar la personalidad e ideales y aspiraciones individuales.
- Ambos miembros deben respetarse mutuamente. Los dos deben comprender que no le pertenecen a nadie, sino que son seres independientes que desean compartir su vida. Por lo tanto jamás te regales a nadie.
- Se debe aprender a vivir los sentimientos de forma natural y sincera, sin manipulaciones de por medio. No se debe forzar a la persona a que sienta lo mismo que nosotros.
- Se debe tener tiempo para los amigos y espacio para uno mismo. La relación no puede ahogar la sociabilidad de la pareja. Aunque tengan amigos en común, es bueno que también disfruten de tiempo para sus amistades por separado. Además, un ratito de soleda de también resulta imprescindible.
- No debes permitir que nadie dinamite tu autoestima. En una relación saludable se fomenta la confianza tanto en el otro como en uno mismo.
- No te olvides nunca de que eres un ser libre y que por lo tanto en todo momento tienes en tus manos la decisión de poner fin o comenzar con una relación.
Lo que no debes hacer
- Empezar una relación si no confías en el otro.
- Pretender que el otro esté siempre pendiente de nosotros y al alcance de nuestra vista y oídos. ¡Cuidado con los celos! No intentes controlar a la persona.
- Hacer de tu relación amorosa el aire que respiras. Si piensas que te morirías o que se te vendría el mundo encima si tu relación rompe, mal asunto. ¡Cuidado con el chantaje emocional!
- Renunciar a tu felicidad por la felicidad del otro.
- Necesitarle, en vez de amarle.
- Intentar cambiarle en vez de aceptarle como es. Puedes hacerle sugerencias, pero nunca debes presionarle
Piénsalo
