Estimada amiga, ante todo la paz, la gracia y protección del Cristo Jesús el Señor de la vida, sea con usted y toda su familia, así sea.
He leído atentamente su correo, y lo primero que le puedo decir es que en la medida de sus posibilidades tenga calma, no se desespere (en la medida de sus posibilidades) pues si se desespera no verá las cosas con claridad y perderá objetividad; además puede stresarse más y más y caer en una profunda depresión, ¿calma si?
Bien, en cuanto al foco de su comedor, le sugiero que primero busque un electricista a fin que revise su instalación, pero independientemente que se trate de un problema eléctrico (deterioro de soquete, falso contacto, problemas en los cables eléctricos, etc. Tiene que orar mucho a fin que Dios les envíe su gracia y santa ayuda.
No se desanime, ni desespere, rece el Santo Rosario como mucha fe y confianza en Dios y su santa madre, la virgen santísima es especialista en ayudar a las familias y desbaratar los planes del maligno. Ore por su hogar, por su familia, por sus hijos, por su esposo, por ud. Misma. El Rosario es una oración humilde, simple, sencilla, pero un arma potentísima que trae muchas bendiciones. Rece el Santo Rosario, no se arrepentirá.
A problemas espirituales, soluciones espirituales.
Lo que nunca se debe hacer, sea cual sea el fenómeno que sufra o crea estar sufriendo lo que nunca, jamás, se debe hacer es ir a un brujo para acabar con cualquiera de estos fenómenos (sea posesión, mal de ojo, etc, etc). Y cuando digo brujo me refiero también a videntes, curanderos, santones, etc. Sólo se debe ir a sacerdotes o a grupos de oración de la renovación carismática católica. Ir a un brujo, chaman, espiritista, santero, esotérico, etc. no sólo no solucionará nada, sino que puede poner una influencia maligna donde no la hay.
No se debe uno fiar de los brujos, santeros, esotéricos, espiritistas, etc. porque tengan en su casa imágenes de la Virgen o de Jesús. Jamás por ese camino vendrá la solución sino el empeoramiento de su problema. Todo poder en esta materia fue entregado a los Apóstoles y quien busque la solución por una vía torcida comprobará que este mundo de poderes invisibles es real y que nunca debió sumergirse en él a experimentar a su propia costa.
¿Qué hacer si uno tiene alguna sospecha de que alguien / ha hecho un maleficio contra él?
Mire usted, no es posible casi nunca llegar a la certeza en esta materia ni siquiera para el especialista, mucho menos para una persona particular sin grandes conocimientos sobre el tema. Pero si un maleficio ha sido practicado el único modo de destruirlo es hacer justo lo contrario.
Es decir, si una persona ha invocado al demonio para hacer el mal, se trata de que la víctima invoque a Dios para que le proteja, le ayude y le bendiga. El bien siempre es más fuerte que el mal.
A la gente que va a las parroquias diciendo que sufren un maleficio se les dice que, salvo excepciones, es imposible comprobar la causalidad demoniaca, pero que si sufren de verdad un maleficio la única medicina y remedio es que hagan cada día lo siguiente:
-Rezar un misterio del rosario
-Leer cinco minutos el Evangelio
-Hablar con Dios durante unos instantes
-La misa (dominical o con más frecuencia)
La familia se puede reunir cada día para orar todos juntos., pueden rezar el rosario, leer la Biblia unidos, echar una vez al día agua bendita por las habitaciones, reunirse ante una imagen sagrada y suplicar su protección, etc.
La oración unida de una familia puede perfectamente quebrantar el poder del demonio sobre ese lugar si perseveran orando juntos durante semanas o meses.
Recuerde, Familia que reza unida, permanece unida y la bendice Dios.
Una persona que crea estar sufriendo en su cuerpo o en su mente una influencia del demonio que va más allá de lo natural puede decir cada día esta oración:
Señor, Dios todopoderoso, misericordioso y omnipotente, Padre, Hijo y Espíritu Santo, expulsa de mí toda influencia de los espíritus malignos.
Padre, en el nombre de Cristo te pido que rompas toda cadena que los demonios tengan sobre mí.
Derrama sobre mí la preciosísima sangre de tu Hijo. Que su sangre inmaculada y redentora quebrante toda atadura sobre mi cuerpo y mi mente.
Todo esto te lo pido por intercesión de la Santísima Virgen María.
San Miguel arcángel, intercede, ven en mi ayuda.
En el nombre de Jesús ordeno a todo demonio que pueda tener alguna influencia sobre mí, que salga para siempre.
Por su flagelación, por su corona de espinas, por su cruz, por su sangre, por su resurrección, ordeno a todo espíritu maligno que salga.
Por el Dios verdadero, por el Dios santo, por el Dios que todo lo puede, en el nombre de Jesús te ordeno demonio inmundo que salgas en el nombre de Jesús, mi Salvador y Señor, amen, amen y Amen.
...
Esta oración debe ser repetida cada día, una vez o varias. Más que el número de veces que se rece lo que importa es el fervor y la fe con que se haga. Para ello hay que concentrarse en la oración y pedir humildemente a Dios y ordenar al demonio que salga.
En esta oración a Dios se le pide con humildad y amor, al demonio sin embargo se le ordena, sin ira, sólo con fe.
Por supuesto esta oración debe ir acompañada de una conversión en la vida de la persona. Es decir, de nada sirve pedir que se arranque de nosotros una influencia del demonio si seguimos viviendo en el pecado mortal.
La persona que quiera romper con el demonio debe confesarse, ir a misa los domingos y cumplir los diez Mandamientos.
Hasta aquí espero haber respondido a sus inquietudes esenciales.
Alabado Sea Jesucristo.