Ante todo la paz de Cristo sea en tu alma, así sea.
Mire usted, una regla de prudencia y discernimiento, cuando no sabemos explicarnos algo es, primero buscar respuestas en el más acá, antes que en el más allá…Porque a lo mejor se deban a causas naturales.
En ese sentido, permítame hacer un par de comentarios al respecto.
Vea usted, quizás sea alguna persona que pasa de madrugada por su edificio y toca timbre por molestar, créame que hay gente así, que molesta por molestar; también pueda que quizás sea el timbre del vecino del lado, a veces en la madrugada, como se escucha más fuerte las cosas que a plena luz del día, y como uno está medio dormido o dormido, no lo distingue bien y pensamos que es en casa.
Otra cosa que podría hacer, es revisar su timbre (el pulsador, los contactos, empalmes, etc Quizás se deba algo de eso.
En resumen, por lo que comenta, todo apunta que se deba a causas naturales.
En cuanto a tus sueños, te voy a decir una gran VERDAD y grábatela en tu mente y en tu corazón; preste mucha atención:
“A menos que te sean enviados por el Altísimo, no creas en los sueños, ni mucho menos abras tu corazón a estas cosas”.
Por lo general no es común como dicen contrariamente muchos charlatanes e inventores de cuentos y fabulas, que Dios se comunique por los sueños; efectivamente Dios si lo ha hecho pero en casos muy contados y puntuales; por lo general, Dios se comunica de otras muchas maneras con nosotros.
Casi siempre, nuestros sueños vienen de nuestras psiquis, en otros casos pueda que sean tentaciones del mal espíritu para distraernos, preocuparnos, afligirnos o angustiarnos.
En líneas generales, con los sueños no te asustes, ni te aflijas, ni mucho menos te preocupes. Si un día tienes uno que dé miedo, reza y entrégaselos al Señor Jesús; y listo, punto, voltea la página, verás que no pasará nada.
Pero eso sí, en la medida de tus posibilidades ten Calma, se valiente y renuncia a ese tipo de temores, Dios te ama y nada malo te va a pasar, sólo confía en Dios y ten Fe.
La palabra de Dios con relación a los sueños, es clarísima, dice por ejemplo en el libro del Eclesiástico capítulo 34:
1 Las esperanzas vanas y engañosas son para el imbécil, los sueños dan alas a los insensatos.
2 Tratar de asir una sombra o perseguir el viento es buscar apoyo en los sueños.
3 Espejo y sueño son cosas semejantes, frente a un rostro, una imagen de rostro.
4 De los impuros, ¿qué pureza puede resultar? De la mentira, ¿qué verdad puede salir?
5 Adivinaciones, augurios y sueños cosas vanas son, como fantasías de corazón de mujer en parto.
6 A menos que te sean enviadas por el Altísimo en visita, no abras tu corazón a estas cosas.
7 Que a muchos extraviaron los sueños, y cayeron los que en ellos esperaban.
Hasta aquí espero haber respondido abiertamente a tus inquietudes esenciales que te motivaron escribirnos.
Alabado sea Jesucristo.