En los ciclos irregulares, la mejor manera de averiguar los días fértiles es estar atenta a varios síntomas que se producen en el cuerpo mientras ovulas:
- La temperatura basal: para que este método funcione, es necesario tomarse la temperatura basal (la que tiene nuestro cuerpo al despertarse) todos los días antes de levantarse de la cama y registrarla en un cuaderno. Asimismo, debe tomarse en la boca o en el recto, y siempre con el mismo termómetro. Cuando notemos que ésta sube 0,5 ºC por encima de lo normal, significará que la ovulación se ha producido 24 horas antes. Sin embargo, hay que tener en cuenta que cualquier resfriado, virus o incluso una mala noche pueden alterar nuestra temperatura.
- El moco cervical: días después del periodo, la zona vaginal suele estar más seca. Sin embargo cuando comienzan los días fértiles, la mucosidad es mayor y va acompañada de sensación de humedad. Los días más fértiles, el moco cervical es más elástico y lubricante (parece clara de huevo), y después se va haciendo más escaso y opaco
- Otros síntomas: el pecho está más tenso y duele; la líbido aumenta; dolor en el vientre, sobre todo en el lado que ovula; mayor brillo y lozanía en la piel horas antes de que se produzca la ovulación. Estos síntomas no siempre son fácilmente distinguibles, incluso puede que la mujer ni los perciba, ya que su intensidad depende de cada persona.
- Test bioquímicos: se pueden comprar en cualquier farmacia y son muy exactos. Funcionan midiendo los niveles de la hormona luteinizante (la hormona de la ovulación) en la orina durante varios días seguidos (más o menos, entre el 10º día del ciclo y el 18º). Cuando el nivel de concentración es más alto, es el momento de mantener relaciones, ya que se está produciendo la ovulación.
Desde luego, si no queréis embarazo, usad siempre preservativo u otro método anticonceptivo.