No puedo contestarte porque no he llegado a una conclusión sobre el tema. Sigo estudiando y trabajando en lo que espero algún día culmine en un pensamiento completo sobre todas las cosas, sin embargo, a día de hoy lo que más tengo son dudas y es por tanto de las dudas de lo que extraigo mayor información. Puesto que no hay respuestas, me parece lógico intentar averiguar lo que quiero saber solo a base de ellas. Su existencia y su persistencia son un argumento muy persuasivo y estimulante para seguir trabajando y tienen un tremendo poder y es que nadie puede anularlas.
Me aparece clara la idea que lo más inteligente que puede hacer un ser consciente de su inteligencia que además es consciente de que hay conceptos que no puede tratar con la razón, es abandonarse a la sinrazón para tratar esos conceptos. Así lo más razonable resulta dejar de utilizar la razón y usar la irracionalidad. Además Freud escribió bastante sobre este tema y de manera científica explica lo que de forma intuitiva y experimental creo que todo ser humano puede llegar a percibir y entender y es que en el subcosciente es donde reside nuestro verdadero yo. Lo cual no significa que no podamos de manera consciente influir en él.
Curiosamente la irracionalidad no es nada absurda, lo único que ocurre con ella es que no se amolda a nuestro lenguaje, no podemos dominarla como hacemos con la razón y ya sabemos lo que ocurre con todo aquello que podemos dominar, así que quizá el mejor estado de las cosas sea este.
Llegados a este punto, creo que convendremos en que hay cosas que sería imposible pasar por el filtro de la razón como el amor o el instinto de supervivencia o la intuición, nos limitamos a esperar que actuen, a percibir sus efectos y a disfrutar del placer o de las ventajas que nos proporcionan. Al pensar en el tipo de cosas que abandonamos a la sinrazón aparecen como las de más importancia en nuestra vida, de lo que podemos concluir que nuestra vida se basa más en nuestra irracionalidad o subconsciente que en la razón o consciente.
Nuestra parte racional o consciente es muy limitada porque se basa en un lenguaje y en unas reglas, fuera de las cuales pierde su sentido. Sin embargo la razón resulta indispensable para comunicarnos y para desenvolvernos en sociedad debido a nuestras necesidades organizativas.
Este entorno sin embargo no responde a lo que somos realmente, es más, nos es totalmente extraño. De hecho el ser humano define su vida con el sufrimiento, dicho de otra maner, a no sabemos encajar la perfección, padecemos cierta adicción al caos que nos impulsa a destruir lo perfecto que creamos. Esta idea se ha percibido de manera tan clara, que el ser humano desde que es consciente de ella solo ha pretendido una cosa, escapar a esta vida, sentimiento que ha tratado de reflejar y representar en sus dioses, leyendas, y en todo tipo de creencias y explicaciones del universo. Una de ellas, es que el alma (el verdadero ser) está prisionera en el cuerpo físico. Para ir más lejos, el alma está condenada a esta vida terrenal, que en verdad no es más que un estadío de su existencia, que su verdadera naturaleza no está en la tierra sino en otro mundo, uno perfecto, llamese paraiso, llámese mundo ideal del que quizá algún día fue expulsada y al que quizá algún día regrese.
No hay prueba empírica de nada de esto pero como decía, que mayor prueba empírica puede haber que la que reside en cada uno de nosotros. Cada uno es en sí mismo una prueba, almenos de su existencia y si esa existencia le suscita alguna duda (que sería una muestra muy propia de su inteligencia) el lugar adecuado para hallar la respuesta sería en sí mismo.
Creo que todo cuanto existe en el universo guarda el secreto de su existencia o almenos así me lo parece. Diría que me parece lógico. Así el tema está en saber encontrar, interpretar y comprender ese secreto.