La fotosíntesis artificial es un área de estudio que está apenas empezando y aun, a día de hoy, no se ha conseguido nada relevante en ésta; los pequeños prototipos que han estudiado hasta la fecha no son nada eficientes y por tanto se considera un fracaso estrepitoso, debido principalmente a que las estructuras fotosintéticas son extremadamente complejas y reproducirlo en un laboratorio es tremendamente difícil. Actualmente se depende de la biotecnología y el uso de la fotosíntesis natural, en cuyo ámbito se está avanzando bastante.