Como ayudo a mi pareja no puede dejar el vicio

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Puesto que cada vez más jóvenes experimentan con las drogas, la cuestión sobre cómo recuperarse del abuso de ellas llega a ser de mayor importancia. Este artículo trata sobre los aspectos emocionales de tal recuperación. Lo hemos publicado a fin de ayudar a aquellos que están luchando por liberarse de las drogas. A la misma vez, deseamos que, al darse cuenta de lo que implica la recuperación de tal hábito, otros jóvenes vean la importancia de ni siquiera envolverse en el uso de las drogas.

“AL PRINCIPIO que dejé de usar drogas, tuve dificultad en comprender mis sentimientos —comenta Allen—. A veces no sabía si estaba contento o triste. Mis frecuentes estallidos de cólera a menudo eran causados por cosas insignificantes. Sencillamente no sabía cómo controlar mis emociones.”
¿Es esta una experiencia poco común? Realmente no lo es. Es muy común que el drogadicto que está recuperándose tenga problemas emocionales al principio que deja de usar las drogas. Pero a veces el problema se debe a que la persona tiende a buscar alivio por medio de volver a las drogas. Por eso, es importante que aprenda a mantener buena salud emocional. ¿Cómo?
Recuperación emocional

Allen, después de más de un año de haber dejado de usar drogas, dijo: “Para poder realmente controlar mis emociones y a la vez rehabilitar mi vida, trato de seguir una regla sencilla: Nunca estar demasiado hambriento, enojado, solitario o cansado. Me doy cuenta de que cuando me apego a esta regla me siento muy bien tanto física como emocionalmente”. Sí, fíjate en lo que algunos expertos en el campo de la rehabilitación de los drogadictos dicen acerca de evitar estas cuatro cosas:
Hambriento: Los expertos dicen que el hambre, la cual hace que baje el nivel de azúcar en la sangre, puede causar irritabilidad y depresión. Por lo tanto, es importante que, a intervalos regulares, la persona que está recuperándose de las drogas se alimente bien, comiendo, entre otras cosas, verduras, frutas y proteínas. Y, por supuesto, haría bien en evitar alimentos no nutritivos... simples hidratos de carbono como dulces, bizcochos, galletas y bebidas gaseosas que contienen azúcar. También se recomienda que evite las bebidas alcohólicas debido a los cambios de ánimo que estas producen.

Enojado: El enojo incontrolado presenta un verdadero peligro para el que está recuperándose. Este hace que la persona haga y diga cosas por las cuales más tarde sienta pesar. Esto, en cambio, produce sentimientos de culpabilidad, depresión e indignación, cualesquiera de los cuales podría fácilmente hacer que la persona que está recuperándose vuelva a las drogas. La Biblia nos dice que ‘estemos airados, y, no obstante, no pequemos’. (Efesios 4:26.) Por lo tanto, aunque a veces puede que tengas razón de sentirte enojado, todavía tienes la responsabilidad de controlar dicho enojo. Por eso, pregúntate: ‘¿Por qué estoy enojado? ¿Qué puedo hacer constructivamente acerca de la situación?’. Trata de hablar sobre el asunto con algún adulto responsable antes de decir o hacer algo por lo cual más tarde sientas pesar. Exprésale tus sentimientos de manera calmada y madura. El hablar acerca de tus sentimientos es una de las mejores maneras de tratar la situación.

Solitario: La soledad puede provocar sentimientos negativos tales como el sentir lástima de ti mismo, envidia, egocentrismo y depresión. También hay el peligro de que estos sentimientos negativos lleven al ex drogadicto de nuevo a las drogas, en busca de alivio. Cuando te sientas solo, procura llamar a un amigo íntimo para hablarle acerca de cómo te sientes. (Proverbios 17:17.) O habla con uno de tus padres. Una buena manera de combatir la soledad es por medio de hacerte disponible para ayudar a otros. Recuerda, “hay más felicidad en dar que en recibir”. (Hechos 20:35.)

Cansado: Se ha dicho que este factor, más que cualquier otro, puede hacer fracasar la recuperación. El estar cansado no solo puede hacer que te sientas irritado y deprimido, sino que también puede ofuscar tu modo de pensar. Por lo tanto, es muy importante que el drogadicto que está recuperándose tenga un horario regular para dormir, que se acueste y se levante a horas fijas, a fin de dormir lo suficiente.
¿Cómo se puede poner todo esto en práctica? Allen explica: “Cuando me siento irritado o deprimido, sencillamente pauso y me pregunto: ‘¿Estoy demasiado hambriento, enojado, solitario o cansado?’. A menudo el simplemente reajustar uno de estos factores me pone en camino a sentirme mejor... ¡Sin necesidad de drogas!”.

Es necesario que te apegues a algo más significativo
A menudo el drogadicto desarrolla un apego íntimo a las drogas que usa... confía en ellas para sentirse seguro, contento o más cómodo en situaciones difíciles.
Fred, quien usó drogas por varios años, comentó: “Las reuniones sociales eran para mí una pesadilla. Me sentía tímido e incómodo entre la gente. Sentía un dolor en la boca del estómago, un sentimiento de que yo no pertenecía al grupo. La única solución que veía era la de usar drogas para tranquilizarme. Pero no pasó mucho tiempo antes que comenzaran los problemas”. ¿Qué clase de problemas? “Fui arrestado dos veces, una vez por alteración del orden público y otra por conducir embriagado. En ambas ocasiones estaba drogado.”

Cuando el drogadicto no está en dificultades con la ley, posiblemente lo está con sus maestros en la escuela. O puede que llegue a tener relaciones tirantes con sus seres amados. Si la situación llega a empeorar demasiado, puede que él trate de dejar las drogas. Pero a menos que sustituya con cosas más significativas el apego que le tenía a las drogas, posiblemente comience a usarlas de nuevo. Es tal como escribió el Dr. Sidney Cohen en The Journal of the American Medical Association: “Las personas no dejan las drogas que alteran el ánimo sino hasta después que descubren algo mejor”.

Se puede hallar “algo mejor”
Tanto Allen como Fred hallaron “algo mejor” que las drogas. Comenzaron a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. Mediante el estudio de la Palabra de Dios, la Biblia, aprendieron acerca de las maravillosas cualidades de Dios y cómo cultivar una relación de padre e hijo con él.
Allen lo expresó de la siguiente manera: “El aprender acerca de la misericordia de Dios me ha ayudado a acercarme tanto a él que ahora puedo enfrentarme a la vida con confianza. Ahora soy más feliz que nunca antes”. Fred concuerda con él, y agrega: “Aunque hay días mejores que otros, verdaderamente puedo decir que he hallado una paz interior que jamás tuve cuando usaba drogas”. Esta “paz de Dios” que ‘guarda los corazones y las facultades mentales de uno’ se promete a todo el que cultiva una estrecha relación con Dios. (Filipenses 4:6, 7.)

Tal contentamiento pacífico no puede ser igualado por ningún medio artificial, y puede ayudarte a hacerle frente a los problemas que tal vez hasta estén fuera de tu control, como la enfermedad o quizás la muerte de un ser amado. (Eclesiastés 9:11.) También, puedes hallar las fuerzas necesarias para solventar los desafíos de la vida diaria... siendo capaz de tratar eficazmente con los que te maltratan o hacer frente a esos días en que todo parece salir mal.
Cuando surjan problemas, aprende a confiar en tu relación con Dios mediante la oración. Hazle saber cuáles son tus pensamientos, sentimientos y necesidades más profundos. Háblale acerca de tus temores, preocupaciones y desilusiones. Exprésale tus gozos y agradecimiento. Tales oraciones sinceras, cuando se expresan “con fe”, ayudan a calmar el corazón. (Santiago 1:6-8.) Recuerda que el apóstol dijo que tales peticiones sinceras producen “la paz de Dios” que ‘guardará tu corazón’ y te ayudará a no ‘inquietarte por cosa alguna’.

Mientras más te acerques a Jehová, más sentirás que él se interesa por ti, tal como un bebé siente el amor de un buen padre. Y cada obstáculo que venzas con la ayuda de Dios servirá para ir edificando tu fe, la cual actuará como un muro protector asegurando tu bienestar emocional.
Sí, para tener éxito en recuperarse de las drogas, el que ha sido drogadicto necesita reemplazar las drogas con el contentamiento pacífico que resulta de tener una estrecha relación con Dios. Tal relación le permitirá disfrutar de la vida sin tener que regresar a las drogas para hallar un falso sentido de seguridad. Como lo expresó Fred, quien hace más de tres años dejó las drogas: “He hallado una paz interior que jamás tuve cuando usaba drogas”.

Muchas gracias