Las pruebas rápidas son analíticas de detección de anticuerpos, que se pueden realizar en sangre o tejido gingival (oral). En la actualidad, las hay combinadas, detectan tanto los anticuerpos como el antígeno P24 pero su periodo ventana es el mismo que el de las pruebas de 3ª generación, es decir pasadas 12 semanas el negativo es definitivo y no es necesario repetirlas. La rapidez de la prueba se refiere al hecho de que los resultados se obtienen en unos 30 minutos. Sin embargo, es importante saber que un resultado negativo de 3ª generación obtenido antes de las doce semanas, no es concluyente y se debe repetir la prueba cuando hayan pasado las 12 semanas desde la última práctica de riesgo, para considerarlo definitivo. Cualquier resultado positivo se debe confirmar con otra analítica más específica, generalmente la Western Blot. Si la prueba diagnóstica da un resultado no reactivo, respetando los periodos ventana, no se realiza el protocolo de realizar una prueba confirmatoria. La fiabilidad de la prueba, la da el tiempo que se espera para hacerla, no la rapidez con que te dan los resultados. En los laboratorios no suelen hacer pruebas rápidas sino de extracción de sangre en vena.