El guardamotor cumple dos funciones: otorgar protección frente a sobrecargas del motor y cortocircuitos. El relé térmico, en cambio, otorga protección solamente por el aumento de temperatura frente a consumo excesivo.
Otra diferencia es que el relé térmico no posee poder de corte en caso de avería, y necesita de un contacto auxiliar que desconectará el contactor que alimenta el motor. En cambio, el guardamotor sí posee poder de corte, y es en el mismo momento en que se detecta una sobre intensidad en el motor que el guardamotor efectúa la apertura del circuito.