La revisión oficial de la caldera.
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El reglamento es claro e indica que si tienes una caldera en tu casa debes revisarla como mínimo una vez cada 2 años.
Es muy importante que no confundas la revisión de la caldera con la inspección de la instalación del gas:
La revisión afecta solo a tu caldera y es obligatoria cada 2 años (aunque todos los seguros de mantenimiento incluyen la revisión anual). Eres libre de elegir quién tiene que hacerla: puedes contratar un seguro o bien llamar directamente a un técnico autorizado.
La inspección de la instalación se preocupa del contador del gas, las tuberías, las llaves, las gomas... Es obligatoria cada 5 años. Tu compañía distribuidora de gas se encarga de avisarte cuando te toque. Tú decides si quieres que sean ellos quienes hagan la inspección (te la cobrarán como una parte añadida a la factura) o si prefieres recurrir a un inspector autorizado.
Los 10 consejos para que tu caldera rinda al máximo
La limpieza es la clave. Tu caldera funciona mejor si está limpia. Fíjate también en el hollín, ya que su exceso podría ser por mala combustión. Y ya que estás, revisa las juntas para comprobar que no existen entradas de aire indeseadas (disminuyen la eficiencia de la caldera).
Revisa las rejillas de ventilación y comprueba que no están obstruidas. Procura que estén siempre limpias y despejadas.
Una caldera bien conectada es una caldera feliz. Revisa tanto la conexión eléctrica como las tuberías del gas y las tomas de entrada/salida de agua.
La presión adecuada. En la mayoría de modelos lo normal es que la presión de tu caldera oscile entre los 1,2 y los 1,5 bares. Enciéndela, espera unos minutos y comprueba que se encuentra entre estos parámetros. Si la presión es mayor "purga" alguno de los radiadores para disminuirla. Si la presión es demasiado baja, abre ligeramente la llave para llevar más agua al circuito de calefacción.
Encuenta tu temperatura. Punto crucial para tu confort y tu bolsillo. Te recomendamos mantener una temperatura de 18ºC cuando vayas a estar unas horas fuera de casa, y también mientras duermes. Durante las horas en las que vas a estar activo en casa, una buena referencia es mantenerse en torno a los 21ºC. Dicho esto, debes saber que el gasto aumenta un 7% por cada grado de más que necesites. Si te vistes adecuadamente, debería serte perfectamente posible pasar un invierno agradable en una casa que nunca supera los 20ºC.
Atento a tus radiadores. Debes purgarlos para eliminar el aire acumulado en su interior. Coge un destornillador adecuado (en algunos radiadores bastará con usar el canto de una moneda) y un recipiente para no empapar la moqueta. Gira poco a poco la válvula de purgado de todos los radiadores. Escucharás un silbido. Cuando cese y comiencen a salir gotas de agua, cierra el purgador. Así conseguirás que tus radiadores calienten de forma uniforme y aprovechen mejor la energía. Un truco: si los radiadores están calientes por la parte inferior y más fríos por la superior es que ha entrado aire. Ya sabes lo que tienes que hacer...
Si vas a estar fuera durante un tiempo, cierra la llave general de paso del gas.
Contacta con personal autorizado ante cualquier duda o para cualquier modificación que se te ocurra llevar a cabo.
Ojo a los fraudes de las revisiones de gas. Solo tú decides quién y cuándo revisa la caldera. Tú mandas.
Si detectas olor a gas, abre inmediatamente puertas y ventanas; no acciones ningún interruptor eléctrico, cierra la llave de paso de gas y llama al servicio de atención de urgencias.
Ahorranos la parrafada sin sentido y en lugar del copia y pega, pon el enlace para que el que quiera perder el tiempo vaya a verlo: https://www.endesa.com/es/conoce-la-energia/blog/encender-caldera-invierno Por cierto, ha dicho que era de gasoil... no de gas. - Rober Chispas