Ningún tipo de lentilla o pupilente, incluyendo las lentes de contacto de colores, es peligroso si el usuario las utiliza bien y pasa entre las manos de un profesional de la vision formado a la contactologia.
Si un profesional de la visión realiza la adaptación de las lentillas y se ocupa del seguimiento del usuario regularmente, para asegurarse del buen estado de sus lentes de contacto, su uso no tiene por qué presentar ningún problema.
Ahora bien, si el usuario se auto prescribe los pupilentes de colores y/o las compra directamente por Internet o en un óptica sin ningún tipo de seguimiento, pues se arriesga a poder tener muchos problemas. Empezando por que la persona no sabrá ponerse sus lentes de contacto de colores o no sabrá como debe cuidar esas lentillas cosméticas, dos cosas básicas para cualquiera que quiera usar este tipo de productos.
Como me gustan las comparaciones voy a explicarlo con otras palabras: “los medicamentos son perjudiciales”, suena fuerte verdad, pues puede ser cierto, puede serlo si el paciente se auto prescribe el tratamiento y no sigue los consejos de su médico. Pues con las lentes de contacto pasa lo mismo.