El movimiento hippie (hippy o jipi) surge principalmente en Estados Unidos en la década de 1960, aunque también hubo movimientos equivalentes en otros países; el más destacado de ellos y que me parece imprescindible mencionar es el movimiento del mayo francés de 1968, cuyos integrantes tenían ideas semejantes al movimiento norteamericano.
Tanto el movimiento hippie estadounidense como los sesentayochistas eran movimientos postmaterialistas, que, según el politólogo Ronald Inglehart, son movimientos que surgen en momentos de crecimiento económico y bienestar social. Esto es así porque, a pesar de que las necesidades materiales (trabajo, salario, comida, salud, vivienda...) estaban prácticamente satisfechas, había una profunda insatisfacción en otros aspectos de la vida, especialmente entre los más jóvenes. Cabe mencionar que la sociedad estadounidense mantenía valores profundamente conservadores, con una fuerte represión sexual y un papel secundario para la mujer, destinado a la vida doméstica; la población afrodescendiente todavía luchaba por la total consecución de sus derechos civiles (en los '60 también nacieron los Panteras Negras); y, justamente debido a esa bonanza económica de la que hablábamos, fue una época en que se propiciaba un marcado consumismo (ello no implica que no siguieran habiendo desigualdades sociales).
Todo eso era cuestionado por los hippies, que tenían una visión muy progresista para la época, y que rompía con los valores establecidos, por lo tanto, se trataba de un movimiento contracultural.
Sus principales reivindicaciones eran el antiracismo, la oposición a toda autoridad, el respeto a otras formas de sexualidad más allá de la heterosexual; también cuestionaban la monogamia, disociando el amor del sexo, por lo que era habitual que practicaran el amor libre (relaciones abiertas); a veces incluso vivían en comunas y en vida colectiva; eran totalmente críticos con el modelo consumista de la época (se cortaban ellos mismos el pelo y confeccionaban su propia ropa) y defendían el respeto por la naturaleza y cualquier ser viviente, pues eran profundamente pacifistas. De hecho, la Guerra del Vietnam (1954-1975) fue el acontecimiento de política exterior que marcó la década de los '60 en EE. UU., en un plano internacional de plena Guerra Fría, y frente a la cual los hippies llevaron a cabo fuertes protestas.
Algunos hippies, además, tenían influencias de religiones y/o filosofías orientales, por lo que tendían a cierto misticismo y algunos podían practicar cierto ascetismo prescindiendo de bienes materiales, pero no renunciaban al placer sexual ni los efectos de las drogas, otra de sus debilidades: los hippies se caracterizaban por consumir psicoactivos como la marihuana, el LSD, el éxtasis o incluso la heroína, con el afán de trascender la realidad o, simplemente, por placer. Tampoco resultaba raro que practicaran el nudismo.
Como podrás comprobar, todos estos hábitos y reivindicaciones iban más allá del dinero o la satisfacción de necesidades materiales; de ahí que se les considerara un movimiento postmaterialista.
Por lo que respecta a su estética, seguramente habrás visto alguna foto cliché de ellos: colores vistosos en camisetas desteñidas (tie-dye) o camisas con flores estampadas, pues tenían una visión alegre de la vida; pantalones tejanos (jeans) en forma de campana y adornos en la cabeza, como pañuelos o diademas. Por lo general utilizaban ropa vieja o gastada. Era habitual que llevaran el pelo largo y que los hombres se dejaran barba. Muchas mujeres hippies no se depilaban como respuesta a la presión social de mantener una determinada belleza y reivindicar el poder de elección.
Pero sin duda, lo que más marcó del movimiento hippie a las generaciones posteriores fue su música. La música Folk, pero especialmente el Rock, era lo que más se popularizó entre los jóvenes de la época. En los '60 surgieron grupos y figuras como The Beatles, The Mamas & the Papas, The Doors, Led Zeppelin, Pink Floyd, Lynyrd Skynyrd, Creedence Clearwater Revival, The Who, Jefferson Airplane, Janis Joplin, The Jimi Hendrix Experience, Bob Dylan y un largo etcétera. Eran auténticos gigantes del mundo de la música que todavía hoy se escuchan. Incorporaron el inconformismo y la filosofía del movimiento hippie en sus canciones, y llegaron a reunir a grandes cantidades de jóvenes en sus conciertos y en festivales como el de Monterrey de 1967 (donde Jimi Hendrix quemó su guitarra). El verano de 1967, de hecho, se llamó el Verano del Amor, erróneamente atribuido al verano de 1969, cuando se celebró el festival de Woodstock, que reunió alrededor de 500.000 personas. El nombre de Verano del Amor es debido a la gran cantidad de personas que llegaron a San Francisco para vivir una vida bohemia allí. La ciudad se acabó convirtiendo en La Meca de la contracultura hippie, la canción de Scott McKenzie da cuenta de ello. También en San Francisco, en 1969 se producirían las protestas del pub Stonewall Inn a favor de los derechos del colectivo LGTBI.
A pesar de que hoy en día se ridiculizan mucho a los hippies por sus aires despreocupados y se les acusa de vagos, a mi parecer sus ideas dieron vuelta y media a la cultura hegemónica de los '60, poniendo los valores de hasta entonces patas arriba. Muchas de las costumbres e ideas que adoptaron son debatidas hoy en día, como el amor libre (o poliamor), la vida y crianza en comunidad, el uso recreacional de drogas, el anticonsumismo (y anticapitalismo) o el ecologismo. Si tuviera que hacerles alguna crítica (aparte de oportunistas que se sumaron al carro sin conciencia social y sólo por diversión), sería su actitud algo pasiva en ocasiones al enfrentarse al sistema, así como su excesivo misticismo u orientalismo malentendido, que en ocasiones les hacía caer en supersticiones y teorías pseudocientíficas, algo que rompe con la tradición de la izquierda política y da paso al posmodernismo.