Las prácticas de riesgo para el VIH son, las penetraciones anales y vaginales y el sexo oral activo, cuando se hacen sin preservativo o con rotura o mal uso del mismo, así como compartir material de inyección con personas que tengan VIH. El VIH no se puede adquirir de manera accidental en situaciones de la vida cotidiana. Los fluidos con capacidad para transmitir el VIH son: sangre, semen, fluidos vaginales y la leche materna en el caso de los lactantes. Los demás fluidos del organismo, no tienen capacidad infecciosa: orina, saliva, lágrimas, sudor, mucosidades, heces (siempre que no vayan acompañados de sangre). La convivencia diaria con una persona VIH + no conlleva riesgo de transmisión. Por el contacto cotidiano con una persona VIH+, ya sea en el trabajo, escuela, contacto social, familiar, etc., no se transmite el VIH. Por lo tanto, no se transmite por compartir platos, comidas, Bebidas, compartir vasos o platos vaso, toser, estornudar, tocarse, besarse, acariciarse o darse un masaje, duchas, piscinas, alimentos, objetos, baños, aseos, lugares públicos en general. Los padrastros, arañazos, rozaduras, granitos, heridas cicatrizadas o con costra son lesiones superficiales que no representan una vía de entrada para el virus.
El VHB los modos de transmisión son similares a los del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). La transmisión a través de la saliva es muy poco probable, aunque no imposible. El VHB se transmite por contacto con la sangre o los fluidos corporales infectados, las relaciones sexuales sin protección, las agujas sin esterilizar y de una madre infectada a su bebé recién nacido durante el parto. El HBV no se transmite fortuitamente, por el aire o por contacto social ocasional (abrazar, toser, estornudar). Relaciones sexuales sin protección y compartir jeringuillas. Si no hay eyaculación, el riesgo existe, pero es considerablemente menor.