Espero que cuando leas estas letras (ya no "de mi puño y letra", como eran las costumbres y se repetían determinadas formulas epistolares como esta) te encuentres con salud. También espero que tengas buen humor, y que no lo pierdas por las pequeñas desilusiones o frustraciones rutinarias de cada día (no es voluntad mía que tus deseos y requerimientos corran la misma suerte que el correo que muchos niños británicos escribieron con gran ilusión para San Nicolás, a finales de 1912, con destino en NY para recojer las cartas de los niños de allí, otra en Las Vegas, por exigencias del padrino de un niño italiano... etc. El caso es que, aunque el barco salió a su hora exacta (otra de las maní... costumbres desarrolladas por los británicos tras pasar las tres horas de luz mirando la lluvia mojando la campiña verde en absoluto silencio para poder escuchar ese taladrante "tick-tack" perfectamente rítmico y animoso, como refleja la cara de alegría (de espíritu) del fiel (de día) Higgins... y, como decíamos mientras esperábamos, llegó la hora exacta para que suceda algo: " Las 5 ' 47 en punto, la hora exacta para cenar los restos de intestino de anoche con estómago revuelto de hoy.. no es cierto mi querido Higgins..." . Con este testimonio tan... tan, el narrador a "matar tres zorros de un tiro": 1°- la "flema inglesa" no es una mucosidad verde que arrancan de la garganta ruidosamente para estampar también entre ruido y una blasfemia ritual dedicada a los sucios españoles, incapaces de trabajar sin sudar y sin dejar de dejar de cagarse en su dios católico, al final de cada frase . Punto 2:: demostrarle a la señorita Berenice Guzmán que, todavía recuerdo su nombre, y que... No era ni idea ni voluntad mía, a buena de y mejor vino, que sea voluntad de los otros dioses paganos, y de ese otro gordo y barbudo mentecato, vestido con camisón, calzón largo y gorro con borla... como si para irse a dormir tuviese que hacer chanza judaizante vieja del propio y mucho mas orondo obispo, que ni embalsamado ni emplumado a su gusto de pavo real, daría medio maravedí robado de faltriquera repleta a pobres ni a niño hambriento alguno... No, solo en el color y en el olor alcohólico, se parece a ese buen de Sano Nicolaso vuestro, que, ya hace rato, lo dejamos en aquél vapor enorme cargado de los regalos para los niños del norte boreal, que viven en casitas hechas de nieve y hielo y comen y beben y se visten con todo lo aprovechable de esos saquitos de aceite. Como cosa curiosa de aquellas Navidades de 1912, los regalos fueron repartidos por el enorme Rey Neptuno sin desprenderse de su famoso y mágico tridente acompañado de alguna de sus pocas hijas que todavía no habían sucumbido al matrimonio con algún adinerado "narco" de los mares; o en alguna lonja niponas; o axfixiada por una doble anilla de plástico..._nada se sabe de SanNicolas, sus renos, sus ayudantes enanos, ni del Titánico buque en el que se adentraron a 17nudos por hora (!?)(Pero ¿qué sistema de medidas y pesos usan los avariciosos y ... lechosos ingleses, que adoran protestar y llevar la contraria...
Y bueno, seña Berenice Guzmán, llevo "dando vueltas", "mareando la perdiz", incluso he tenido que comer intestinos rellenos de coliflor... porque no me atrevida a preguntarle...¡¿PERO POR QUÉ CARAJO QUIERE ARREGLAR UNA MÁQUINA SINGER ..."USTED SOLA", sin miradas curiosas e inoportunas; para atesorar el misterioso secreto de nunca dar puntada sin hilo!..
Fuera de bromas, pero todavía no, mi padre era SASTRE (yo seguí la tradición, pero algo no hice bien -no supe arreglar una maquina SINGER- y fui proclamado como DESASTRE, o "_miren, por ahí baja rodando, Pedro, el hijo DEl SASTRE...
YO todavía la conservo; nunca aprendí a coser bien, y mucho menos a repararla, para lo cual teníamos que avisar a un técnico de la especializado en la marca alemana, que solo por ser de tan prestigiosa marca se quedaba con nuestros pocos beneficios...(y seguro que dudaba en exigir o no el "Derecho de pernada", por si "colaba" entre nosotros, los pueblerinos analfabestias.
Dedicado, con todo el buen humor y.todo en cariño a Dña.Berenice Guzmán
P.D.: Estoy imaginandola a Ud sentada tranquila a la sombra de un centenario castaño, estrechando entre sus manos el volumen 1 de los cuentos de E.A.Por
Qué escena más terriblemente bucólica y encantadora... ¿verdad?