La corrosión de las varillas de acero dentro del hormigón armado es un proceso químico que tiene que ver con la presencia de humedad, es cierto. La humedad coroe el acero.
Pero la oxidación de las varillas también la provoca el cambio de pH del propio hormigón. Explicado resumidamente es lo siguiente: La mezcla de gravas, arena, cemento y agua forma el hormigón y este una vez colocado entra en contacto con el aire del medio ambiente. Este aire contiene CO2 que pasa por los poros del hormigón y poco a poco cambia químicamente el hormigón, cambiando su PH de 12-13 a 8-9. Es decir, el hormigón, por su propia naturaleza se va volviendo ácido con el tiempo. Esta evolución química es más rápida en presencia de humedad, de altas concentraciones de CO2 y sobre todo cuando el hormigón no se protegió en su momento (pintura, etc...). Cuando el pH del hormigón es lo suficientemente bajo (se ha vuelto ácido) es el mismo hormigón el que corrompe las armaduras. Este proceso químico, que es inherente a la propia naturaleza del hormigón, se llama CARBONATACIÓN.
Usted puede cambiar el hormigón de la superficie, pero el del centro de los postes seguirá igual. El proceso será más lento a partir de ese momento, es cierto. Pero la patología seguirá igual. Normalmente solo se acostumbra a reparar el hormigón carbonatado después de hacer un estudio económico y en edificios en los que sustituir las piezas carbonatadas no compensa las molestias y el gasto.
Así, a ojo de buen cubero, como le dije en la primera respuesta, le va a costar más dinero reparar los postes que cambiarlos.
Pero está claro que la decisión es suya. Yo los cambiaría.