Como primera cosa, te recomendaría intentar resolver el conflicto psicológico subyacente (hubiera derivado o no en un trastorno depresivo); en este sentido, te recomendaría, en general, mejorar la forma de afrontar tanto la vida como los acontecimientos, dejar de que esté todo centrado en ti mismo, para afrontar todo orientado hacia el bien que puedes hacer en la vida, como hacia todos los implicados en un determinado acontecimiento.
Por ejemplo en el caso del síntoma por el que preguntas, una vez realizada la consulta médica, y habiendo puesto los medios físicos indicados, no te obsesiones con la obtención finalmente en la resolución de los síntomas, como si eso fuera imprescindible en tu vida, que no lo es. El no obsesionarte con esto lo conseguirás, si tu objetivo final, hacia el que se encamina todo, y bajo lo que está todo supeditado, es recto, es hacer el bien, no terminando todo en un mero bienestar personal, etc. Por supuesto que es muy importante el no complicar el proceso con el rascado, ante el prurito, ya que esto podría producir lesiones, e incluso infecciones. No te desesperes, sino que míralo todo desde Dios, y para Dios, y en Dios; no lo mires todo según tu mero agrado, desagrado, o según lo que tú crees que dejas de realizar, etc. Más bien te recomendaría dejar de pensar sencillamente en este tema ; ya tendría, en todo caso, este tema, su momento, en momentos en el que puedas hacer un balance de cómo vas, o una revisión, para poner los medios razonables, como te decía, bien encaminados, etc., pero no estés continuamente sobre este tema, ya que esto no favorecería en absoluto, entre otras cosas, por las cosas buenas que dejarías de hacer, que sí serían favorables). Lo que te recomiendo es seguir con tu vida, como te decía, depurando tu intención; ya por decírtelo todo, para tu consideración, te recomiendo frecuentar los Sacramentos, y hacer oración, pidiéndole a Dios luz y fuerza para amar de verdad, lo cual siempre cuesta un esfuerzo, ya que para ello hay que sobreponerse a las tendencias desordenadas del ser humano, agrupadas, según los filósofos, en los tres grupos de placer, poder y tener, o lo que se denomina la triple concupiscencia.
Por supuesto que no compliques el proceso con medicación innecesaria; el tryptizol te puede sedar un poco; tú mismo puedes ir viendo si aprecias alguna mejoría tanto con esto, como con otros hábitos (no permanentemente, como te decía, sino que en su momento), pero si no ves mejoría lo mejor sería decírselo a tu médico para retirarlo, sobre todo si tú ejercitas otros recursos psicológicos, como te decía.