Tendrán que ir a terapia de familia para que encuentren mecanismos de comunicación asertiva y así poder superar las limitantes entre ustedes. Mientras eso ocurre vas a hacer cambios drásticos en tu cotidiano vivir que lentamente cambiarán el ambiente general de tu entorno: 1.De aquí en más solo dirás la verdad, solo la verdad y nada mas que la verdad. A veces decir la verdad complica más las cosas entonces buscarás "burladeros" como ¿Y te importa mucho mi opinión? O ¿Qué ganas con saber lo que opino? O ¿Y si de pronto mi opinión complica mas las cosas? O ¿Estás completamente seguro de que quieres saber mi opinión? O Si habla tu primero con toda sinceridad y luego lo haré yo. 2.Buscarás ser excelente en todo lo que hagas, adiós mediocridades porque siempre harás tu máximo empeño en hacer las cosas bien hechas y demás no volverás a hacer comentarios negativos sobre algo o sobre alguien, pero si alguien empieza con esos comentarios negativos tu no participarás de ellos. 3.Buscarás aprender un arte u oficio, reducirás drásticamente el consumo de redes sociales y aparatos tecnológicos e incrementarás la lectura.
Para lograr esos cambios necesitas buscar una fuerza desde tu interior así que todas las noches antes de acostarte vas a orar agradeciendo el día que se te dio y pedirás que te den fortaleza para hacer esos cambios en tu vida volviéndose un norte hacia el cual dirigirte. En la mañana antes de levantarte volverás a orar agradeciendo el nuevo día que se te dio y pedirás que se te muestre la forma correcta de pensar, actuar y sentir frente a las situaciones de tu día: Cuando se presente una situación conflictiva pensarás en la oración que hiciste en la mañana y estarás con la seguridad de que actúas bien.
La oración por excelencia y la única que nos dejó Jesucristo es el Padre Nuestro que lo orarás de esta forma (como lo hacían nuestros ancestros): Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase Señor tu voluntad, aquí en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, así como también nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos Señor de todo mal. Amén, Amén, Amén