¿Estoy sufriendo por esta ironía de la vida?

Tengo ganas de llorar, nunca me sentí tan harto... Me siento abofeteado por la vida...

Desde mis 12-13 años fui un cristiano protestante Pentecostal por decisión propia, yo quería ese camino de cristiandad, para los que no lo saben los pentecostales son muy fundamentalistas, anti-todo lo que no sea cristiano... Y yo era así, estaba en contra de todo movimiento o estilo de vida que no fuera el cristiano, uno de esos estilos es la homosexualidad... No saben cuantas veces habré comentado en contra de ese estilo de vida, las veces que lo habré condenado, y ahora como si de un bumeran cosmico se tratara volvieron mis palabras y me pegaron a mi... No puedo creer en la bajase que caí... Termine viendo porno bisexual, lo disfruto, me encanta, aveces incluso pienso y me excito al imaginar hacer cucharita con algún otro chico, me encantaría tener un amigo intimo o novio... Y ahora con 22 años y toda una trayectora de "homofobo" con tantos insultos, ¿esto...?

Siento como si un dinosaurio me hubiese cagado encima, estoy harto... Enserio, no sé ya que pensar... Mis conocidos me conocen, saben mi forma de pensar sobre ese estilo de vida, mientras ellos nunca me incluyen en sus referencias sobre la gente homosexual porque saben que soy cristiano radical y ellos son más liberales, a solas en mi habitación deseo la compañía masculina... Claro, me gustan las mujeres, pero siento deseos respecto a alguien varonil... ¿cómo pasó? ¿Saben cuántas veces habré condenado el homosexualismo? ¿Saben los pasajes de referencia bíblica en contra del homosexualismo que use? Todo eso ahora me está pegando... Y no puedo salir ahora y decir "oigan family, cambie de opinión, me gustan también los hombres" y con la banderita del orgullo gay y bisexual... Esto no es una cosa de la que puedes decir "lo soy" y al otro día decir "no lo soy", si lo dijese no habría marcha atrás... No me importa mucho los comentarios que podrían hacerse respecto a mi orientación sexual, los que si me pegan son los comentarios de conocidos que dirían "este estaba en contra del homosexualismo y ahora tiene novio"... No puedo hacer algo al respecto y a la vez estoy harto... Quisiera renunciar a todo, volver a cero, hoja en blanco, nada cristiano y nada bisexual, estar libre de todo eso. Hay personas que tienen secretos y dejan huellas apropósito porque quieren ser descubiertos y así ya librarse... Yo no... Yo siento que mis comentarios en mis tiempos de evangelico protestante pentecostal son mi ancla, barado en el barco enjuiciado por mis propias palabras y creencias. Uno con justa razón diría "te lo mereces" y quizás si, pero aún así no quita que sea difícil.

En conclusión estoy harto, quiero llorar. Preguntaría ¿qué opinan ustedes? Pero esta bien si se quieren reír, yo mismo me reiría de mi, soy un desastre...

Respuesta

No sé cuales sean las diferencias entre los Pentescostales y el resto de las iglesias protestantes.

En muchas iglesias luteranas, reformadas y "unidas" de la EKD en Alemania y Países Bajos o Suiza, y en la iglesia luterana de Suecia, se ha venido introduciendo un punto de vista diferente sobre la homosexualidad, en un sentido liberal. En estas iglesias luteranas unidas y reformadas, se permite a los homosexuales ser ministros luteranos o calvinistas, y las parejas gay son bendecidas en sus iglesias. También en algunas iglesias metodistas (Inglaterra, Canadá o Alemania) las parejas homosexuales obtienen tal bendición.

En la iglesia anglicana se ha venido manteniendo una prolongada discusión sobre la bendición a las parejas homosexuales y la tolerancia de la homosexualidad. Las iglesias episcopalianas (confesión anglicana) de Canadá y los Estados Unidos consienten sacerdotes gay en su ministerio y permiten las bendiciones de parejas homosexuales, lo que les ha acarreado grandes críticas de otras partes de la Comunión Anglicana. Las iglesias anglicanas de algunas zonas de África son extremadamente conservadoras en su actitud hacia la homosexualidad. Los sacerdotes gay en la iglesia anglicana deben permanecer célibes si desean continuar su función sacerdotal.

Entre las iglesias más liberales, como los unitarios o los cuáqueros, la homosexualidad está totalmente aceptada y normalizada. Además, en las iglesias unitarias de Estados Unidos y Canadá, los homosexuales también pueden acceder a la ordenación ministerial. Las iglesias liberales aprueban todo tipo de relaciones sexuales realizadas entre personas adultas y con mutuo consentimiento.

La mayor parte de las iglesias evangélicas, como los Baptistas del Sur, ven la homosexualidad como un pecado.

El sexo fuera del matrimonio se rechaza como comportamiento inmoral tanto por los cristianos denominados «conservadores» como por los denominados «fundamentalistas», en sus respectivas iglesias, sectas y grupos. La postura concreta varía desde la sugerencia de arrepentimiento al ostracismo total de los que hayan incurrido en tal práctica. En general, el cristianismo promueve el matrimonio, pero el sexo fuera del matrimonio y el sexo por placer son aceptadas como parte normal del comportamiento humano por algunas iglesias, sectas y grupos denominados «progresistas».

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Respuesta

Cosa difícil la que estas pasando. Diríase que estás siendo probado, que Dios quiere que venzas para que estés perfectamente convencido de tu amor hacia él.

La decisión es tuya, porque tu pagarás el precio. Ahora sólo tienes que decidir que te costará menos, si la vida mundana con la que sueñas en secreto, o la vida cristiana con la que estás comprometido.

Evalúa las consecuencias de cada opción y decirte por una de las dos, la que te parezca mejor. Porque tu problema está precisamente en que no te decides.

Respuesta

No es algo que motive a risa, tampoco a regaños ni intento de suavizar las cosas.

Ya Pilar Valenzuela te dio el punto de vista religioso, por lo que yo quisiera darte uno distinto. Las preferencias sexuales son en el 95% de los casos algo sobre lo que no tenemos control, forma parte de nuestra naturaleza y de nuestro entorno.

Sin embargo la sociedad, a pesar de todo lo abierta de mente y políticamente correcta que quiera mostrarse aun tiene demasiados prejuicios, y los peores son de la gente que nos rodea, familiares y amigos, sin embargo también tenemos derecho a ser felices.

Quizá no tengas una inclinación hacia la gente de tu mismo sexo y solo tengas curiosidad, así que te propongo a medio de experimento que tengas esa experiencia, obviamente, detrás de la puerta, si descubres que en realidad si es lo que deseas entonces podrás armar una estrategia para decirle al mundo, pero si no es así ¿Para qué arriesgarte?

Respuesta

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Nos cuentas que estás pasando por un momento muy difícil para ti, que además no te hace sentir bien contigo mismo.

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Nos relatas que a los 12 o 13 años decidiste ser cristiano protestante pentecostal y como resultado de tus creencias morales y religiosas, estabas contra la homosexualidad y criticabas a las personas homosexuales, al punto incluso de considerarte homofóbico.

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Hoy en día tienes 22 años, viste por no gay, te encantó, te excita y tienes fantasías gays.

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Te juzgas a ti mismo por tu actitud con respecto a los homosexuales y te juzgas por las fantasías que tienes en este momento y por desear una compañía masculina aunque te encantan las mujeres.

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Sientes que todo esto es un castigo y que te lo mereces.

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¿Te he entendido correctamente?

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¿Lo qué te ocurre es que tienes una lucha contigo mismo y con tus propios pensamientos, por que aunque tienes fantasías gays y te encantaría una compañía masculina, no quieres ser gay?

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¿Te rechazas a ti mismo por lo que te pasa?

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¿Te juzgas, te criticas maduramente por lo que te pasa?

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Quedo a la espera de tu respuesta.

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Respuesta

En verdad la religión puede ser restrictiva, pero más algunos de los que la practican.

Yo no me siento con la capacidad moral de juzgar si tus preferencias sexuales son buenas o malas, son algo personal y solo a ti en conciencia corresponde juzgar eso.

En 2017 un líder religioso explicó en un libro su preocupación por el número de lideres de su congregación homosexuales y sostiene “que su Iglesia podría verse invadida por la ‘moda’ de la homosexualidad”.

La simple idea alarma. Ser homosexual ni es moda ni es elección. Hubiese sido correcto que antes de publicar esa declaración se hubiese informado, sobre todo con médicos, acerca de la homosexualidad. Preocupa que dentro de la Iglesia se considere que ese segmento de la población padece la “enfermedad de la homosexualidad”: “Cuando hay candidatos con neurosis y desequilibrios fuertes, difíciles de poder encauzar ni con ayuda terapéutica, no hay que aceptarlos, ni al sacerdocio/pastoreo ni a la vida consagrada… Tengamos en cuenta siempre que son personas que van a vivir al servicio de la Iglesia, del pueblo de Dios… La cuestión de la homosexualidad es muy seria. Hay que discernir desde el comienzo con los candidatos, si es el caso. Hemos de ser exigentes. En nuestras sociedades parece incluso que la homosexualidad está de moda y esa mentalidad, de alguna manera, también influye en la vida de la Iglesia”.

La homosexualidad ni es moda ni es enfermedad. Buena parte de la población gay, sobre todo en Occidente, afortunadamente, al dejar de “esconderse” ha optado por una “vida normal”, lo cual les ha dado mayor visibilidad. No es que se reproduzcan con mayor celeridad ni que sean una moda como sustenta ese líder. Las modas, en la sociedad moderna, suelen ser un fardo. Las modas, pensemos en la ropa, en la delgadez femenina o en la proliferación de gimnasios, se contagian. La homosexualidad ni se contagia ni busca adeptos ni es proselitista.

Se necesitan gente dentro de las filas de la religión que defiendan los derechos de los homosexuales.

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