The Rake's Progress
Me gustaría saber cual es tu opinión de la opera The Rakes Progress de Stravisnki, ya que algunos la ensalzan como obra maestra y otros la critican por ser poco menos que "reaccionaria" al usar el clave y arias da capo en los tiempos en que la vanguardia postweberniana pegaba fuerte. Gracias.
Respuesta de lakiriagris
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Creo que no nos hemos entendido. Cuando hablaba del valor de lo neoclásico, estaba rebatiendo las críticas que me comentabas se le hicieron a The Rake's; no te las atribuía a ti. Reconozco que quizá no me expresé con demasiada claridad.
Lo de que el arte dependa del público... lo mantengo, siempre y cuando el público no se considere como una masa sino como un conjunto de individualidades. Si una obra de arte deja indiferente a una persona, no es posible demostrarle que es una maravilla, por muchos datos técnicos que se le den; y por el contrario, si una persona se entusiasma frente a una obra determinada, no es posible demostrarle que es una basura. Uno, por muy experto que pueda ser, siempre se da de bruces con los sentimientos del oyente, y esa es la única barrera que un crítico nunca puede traspasar.
En ese sentido, una obra de arte es arte desde el momento en que germina, dado que al primero que llena es a su creador. A partir de ahí, es arte para unos y no lo es para otros. Cuando una persona la juzga desde la experiencia, desde el conocimiento de lo técnico, en realidad no está haciendo otra cosa que aplicarle un criterio, exactamente igual que un oyente menos versado que le aplique otros criterios más subjetivos. Sí, unos criterios son más universales que otros, pero en última instancia es cada individuo el que juzga la maestría de una obra de arte.
Es verdad que el público ha hecho a veces cosas que nos parecen hoy escabechinas, como pasó con el mismísimo Bach, que cayó en el olvido más absoluto. Sin embargo, si resucitara una persona de aquella época, ¿podríamos convencerle de que Bach era un genio y él un imbécil? Probablemente no. Ellos no le entendieron, y por tanto para ellos eso no era arte.
Cabría empezar un debate sobre si existe el arte absoluto, el arte en estado puro. Ya sabes, eso de que si metes una pintura en un cuarto oscuro, ¿deja de ser arte? O eso de ¿Por qué los microtonos para algunas culturas son una expresión creativa sublime mientras que nosotros apenas si los llegamos a distinguir? Esto sería interminable, aunque en realidad puede ser muy interesante, si quieres hablamos sobre ello.
Otra cosa que quizá no he sabido expresas con claridad es lo de emocionar. No me refería a que uno llore ante el arte; me refería que uno sienta algo ante el arte, a que lo disfrute. Un aria de Gluck puede ser inexpresiva, sí, pero probablemente no te deje indiferente, y a eso me refería, a que una obra te transmita algo. En este sentido, conozco esa opinión de Strawinnski sobre la emoción, pero también él decía otra cosa: que una obra no tenía sentido si no era capaz de influir en el oyente hasta el punto de que al acabar el concierto saliera del teatro tarareando lo que había escuchado. Esta es la emocionalidad a la que yo me refería.
Straw. Fue un hombre de ideas muy claras; tan claras que si llegaban nuevas conclusiones que le convencían más, no tenía reparos en cambiar de idea y defender sus nuevos criterios con la misma fuerza que los anteriores. Esa honradez en la búsqueda de lo auténtico hizo que unas veces se le acusara de demasiado clásico, como con The Rake's, y otras veces sus estrenos fueran auténticos escándalos por ser demasiado vanguardistas, como pasó con La Consagración de la Primavera. Esto me parece fabuloso, y hace que coincida contigo al valorar a este compositor, que es uno de mis favoritos.
Te doy las gracias por darme la oportunidad de mantener este debate contigo. Me parece muy estimulante. ¡Un abrazo!
L.
Lo de que el arte dependa del público... lo mantengo, siempre y cuando el público no se considere como una masa sino como un conjunto de individualidades. Si una obra de arte deja indiferente a una persona, no es posible demostrarle que es una maravilla, por muchos datos técnicos que se le den; y por el contrario, si una persona se entusiasma frente a una obra determinada, no es posible demostrarle que es una basura. Uno, por muy experto que pueda ser, siempre se da de bruces con los sentimientos del oyente, y esa es la única barrera que un crítico nunca puede traspasar.
En ese sentido, una obra de arte es arte desde el momento en que germina, dado que al primero que llena es a su creador. A partir de ahí, es arte para unos y no lo es para otros. Cuando una persona la juzga desde la experiencia, desde el conocimiento de lo técnico, en realidad no está haciendo otra cosa que aplicarle un criterio, exactamente igual que un oyente menos versado que le aplique otros criterios más subjetivos. Sí, unos criterios son más universales que otros, pero en última instancia es cada individuo el que juzga la maestría de una obra de arte.
Es verdad que el público ha hecho a veces cosas que nos parecen hoy escabechinas, como pasó con el mismísimo Bach, que cayó en el olvido más absoluto. Sin embargo, si resucitara una persona de aquella época, ¿podríamos convencerle de que Bach era un genio y él un imbécil? Probablemente no. Ellos no le entendieron, y por tanto para ellos eso no era arte.
Cabría empezar un debate sobre si existe el arte absoluto, el arte en estado puro. Ya sabes, eso de que si metes una pintura en un cuarto oscuro, ¿deja de ser arte? O eso de ¿Por qué los microtonos para algunas culturas son una expresión creativa sublime mientras que nosotros apenas si los llegamos a distinguir? Esto sería interminable, aunque en realidad puede ser muy interesante, si quieres hablamos sobre ello.
Otra cosa que quizá no he sabido expresas con claridad es lo de emocionar. No me refería a que uno llore ante el arte; me refería que uno sienta algo ante el arte, a que lo disfrute. Un aria de Gluck puede ser inexpresiva, sí, pero probablemente no te deje indiferente, y a eso me refería, a que una obra te transmita algo. En este sentido, conozco esa opinión de Strawinnski sobre la emoción, pero también él decía otra cosa: que una obra no tenía sentido si no era capaz de influir en el oyente hasta el punto de que al acabar el concierto saliera del teatro tarareando lo que había escuchado. Esta es la emocionalidad a la que yo me refería.
Straw. Fue un hombre de ideas muy claras; tan claras que si llegaban nuevas conclusiones que le convencían más, no tenía reparos en cambiar de idea y defender sus nuevos criterios con la misma fuerza que los anteriores. Esa honradez en la búsqueda de lo auténtico hizo que unas veces se le acusara de demasiado clásico, como con The Rake's, y otras veces sus estrenos fueran auténticos escándalos por ser demasiado vanguardistas, como pasó con La Consagración de la Primavera. Esto me parece fabuloso, y hace que coincida contigo al valorar a este compositor, que es uno de mis favoritos.
Te doy las gracias por darme la oportunidad de mantener este debate contigo. Me parece muy estimulante. ¡Un abrazo!
L.
Hola otra vez. En referencia a tu respuesta, tengo la impresión de que piensas que tengo una valoración negativa ante la recuperación de estilos pasados. Nada más lejos, pues soy un gran admirador de la estética neoclásica de Stravinsky, por lo que he escuchado la ópera, y he de decir que es de lo mejor que he oído. Y nada más opuesto a mi intención que vilipendiar una obra con elementos clásicos en favor de un estilo aceptado como más "progresista" o "vanguardista". Es más, pienso que realmente es más innovadora la técnica de Stravinsky al querer remodelar aspectos clásicos, dándoles una interpretación fuertemente "siglo XX" que la pretensión de "nuevo lenguaje" de los atonales, pues son éstos últimos los que llevan a sus últimas consecuencias lo que en cierta manera ya se insinúo a finales del siglo XIX, con lo que aplicarles el termino de ruptura o innovación no seria del todo ajustado.
Por otra parte y en referencia a otra cuestión que planteas, creo que en la génesis y el fin del arte está el público, pero esto no significa necesariamente que todo juicio artístico deba estar cinrcunscrito a él. Hay otros valores como los formales, que siempre prevalecen más allá de los gustos y las modas que coartan la opinión del publico y si no ¿cuántas obras fueron maltratadas en su momento y reconocidas al cabo de un tiempo como obras maestras? No solo la música sino todo el arte tiene sobrados ejemplos de esto, por tanto atribuirle al publico todo el peso de la artisticidad de algo me parece exagerado.
Por último tampoco creo que el arte tenga el sentido de emocionar al espectador, porque pueden tener igual calidad un aria inexpresiva de Gluck que el fragmento más emocional de Wagner, un grabado de Rembrandt que un mural histórico de la batalla más espectacular o una escultura griega a una helenistica. Es lo que comentaba antes, por encima de sentimientos y publico, que al fin y al cabo, ambos son victimas de las modas y por tanto su juicio no es perdurable, está la forma, que si es buena permanecerá siempre ¿o es que hay que ser un fervoroso cristiano para admirar la belleza de una madonna de rafael?
Curiosamente, el autor sobre cuya ópera te pedía opinión era un exaltado enemigo de la expresividad y emotividad en la música.
Un abrazo.
Por otra parte y en referencia a otra cuestión que planteas, creo que en la génesis y el fin del arte está el público, pero esto no significa necesariamente que todo juicio artístico deba estar cinrcunscrito a él. Hay otros valores como los formales, que siempre prevalecen más allá de los gustos y las modas que coartan la opinión del publico y si no ¿cuántas obras fueron maltratadas en su momento y reconocidas al cabo de un tiempo como obras maestras? No solo la música sino todo el arte tiene sobrados ejemplos de esto, por tanto atribuirle al publico todo el peso de la artisticidad de algo me parece exagerado.
Por último tampoco creo que el arte tenga el sentido de emocionar al espectador, porque pueden tener igual calidad un aria inexpresiva de Gluck que el fragmento más emocional de Wagner, un grabado de Rembrandt que un mural histórico de la batalla más espectacular o una escultura griega a una helenistica. Es lo que comentaba antes, por encima de sentimientos y publico, que al fin y al cabo, ambos son victimas de las modas y por tanto su juicio no es perdurable, está la forma, que si es buena permanecerá siempre ¿o es que hay que ser un fervoroso cristiano para admirar la belleza de una madonna de rafael?
Curiosamente, el autor sobre cuya ópera te pedía opinión era un exaltado enemigo de la expresividad y emotividad en la música.
Un abrazo.
Perdona que no te responda con mucha profundidad, pero es que no creo en la clasificación del arte en obras maestras y/o farsas. El arte no tiene sentido si no llega al público, y en ese aspecto eres tú quien tiene la palabra. ¿Qué más da que retome un lenguaje clásico si a ti te hace sentir algo? O bien, ¿qué sentido tiene inventar un lenguaje vanguardista si tú no lo comprendes y te deja indiferente? Eso es lo que debes preguntarte.
Piensa, además, que se pueden tomar elementos clásicos y renovarlos, cosa que Strawinsky hacía con muy buenos resultados.
Sólo te digo esto: no se puede definir, a mi entender, la calidad de una obra en función de su modernidad. Mi consejo es que la escuches, o mejor aún, que la veas, ya sea en directo o en vídeo. ¿Te ha fascinado? Es una obra maestra. ¿Te has aburrido? Critícala tú también. El mejor experto para juzgar una obra de arte, el único que puede hacerlo con verdadero conocimiento de causa, eres tú como espectador. Que no te vendan otro criterio que no sea el tuyo propio. ¿O crees que el arte tiene otro sentido que no sea el de emocionar al espectador?
Un abrazo,
L.
Piensa, además, que se pueden tomar elementos clásicos y renovarlos, cosa que Strawinsky hacía con muy buenos resultados.
Sólo te digo esto: no se puede definir, a mi entender, la calidad de una obra en función de su modernidad. Mi consejo es que la escuches, o mejor aún, que la veas, ya sea en directo o en vídeo. ¿Te ha fascinado? Es una obra maestra. ¿Te has aburrido? Critícala tú también. El mejor experto para juzgar una obra de arte, el único que puede hacerlo con verdadero conocimiento de causa, eres tú como espectador. Que no te vendan otro criterio que no sea el tuyo propio. ¿O crees que el arte tiene otro sentido que no sea el de emocionar al espectador?
Un abrazo,
L.
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