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Respuesta de Jorge Herrera
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Jorge Herrera, Conozco a fondo las relaciones familiares, humanas y personales
Pintura de estilo barroco fue hecho en 1639 al óleo sobre una tabla de 2,21 por 1,81 (típico de la pintura flamenca antigua). Actualmente está ubicado en el Museo del Prado. El tema que inspiró a Rubens proviene de la mitología griega, según la cual las tres Gracias (Eufrosina, Talía y Aglae), hijas del dios Zeus y de la ninfa Eurymona.
Son las representaciones de la afabilidad, la simpatía y la delicadeza. El asunto y la manera de tratarlo se remontan al arte clásico pero fue Rafael, en el Renacimiento, quien lo recobró. Rubens mantiene la composición del italiano, pero cambia la relación entre las tres figuras que están conectadas entre sí a través de los brazos, el velo y sus miradas, es decir, psicológicamente, dando así nueva unidad al grupo. También ha cambiado el canon de belleza, empleando el típico de sus pinturas, con mujeres entradas en carnes pero proporcionadas, elegantes. La sensación de movimiento y gracia que irradian las tres jóvenes es excelente, obteniendo el efecto de invitar al espectador a integrarse a la escena. Las flores de la guirnalda superior y el fondo de paisaje acentúan la belleza del conjunto. El fuerte foco de luz que utiliza el maestro resalta el colorido perlado de las muchachas,
Fueron pintadas con los ideales estéticos de su época para la mujer. La gracia dela derecha tiene el rostro de la mujer del pintor, Isabella Brandt; se cree que la de la izquierda es Héléne Fourment, su segunda esposa, que ya había retratado en multitud de cuadros.
El color de las carnes blandas de los cuerpos es fruto de la combinación de los tres colores primarios: rojo, amarillo y azul. Para conseguir aumentar la sensualidad del cuadro el artista pinto las siluetas con líneas sinuosas.
Una de las características básicas del Barroco centroeuropeo (flamenco) es su carácter mercantil. Holanda es una pequeña república de comerciantes, de vocación marítima y próspera población de burgueses que desean emular a la nobleza. Siendo sus casas de menor tamaño que los palacios encargan pequeños cuadros decorativos, con temas visualmente hermosos, lejos de las complejas composiciones mitológicas o religiosas encargadas por los nobles y el clero. Así, es el momento del triunfo del bodegón, el paisaje y la pintura de género. Los autores más destacados son Rembrandt, Frans Hals, Vermeer de Delft y Jacob Ruysdael.
Hacia 1640, la pintura holandesa pasa por una fase de oscurecimiento de su paleta en los paisajes, es decir, representar unas atmósferas densas y tormentosas, que pudo deberse a un fenómeno atmosférico cíclico en estas costas nórdicas. El resultado es un paisajismo lírico y misterioso, como se aprecia en las marinas de Van de Welde, Van Goyen y Jacob Ruysdael. Los paisajes holandeses suelen tener una línea de horizonte relativamente baja, lo que les permite desarrollar atmósferas cargadas de intención, tormentosas o serenas, llenas de nubes que dan variedad a las vistas.
Aparte de la pintura holandesa, la cultivada en la antigua Flandes tendrá, por su ligazón histórica, mucha relación con España. Sus máximos exponentes fueron Rubens, Van Dyck, Jordaens y David Teniers. Sus bodegones exuberantes, sus escenas picantes, su alegría de color en los cuadros religiosos, gustaron mucho en la Corte española. Los pintores flamencos enviaron cartones que se convirtieron en fantásticos tapices que decoraban los palacios madrileños. Rubens incluso se afincó durante varios meses en España en calidad de embajador, e inundó la Corte con sus recargadas composiciones de un Barroco dinámico y de colorido veneciano. Ejemplo de su pinturas se encuentran en las salas del Museo del Prado, debido al tradicional gusto que la Corte española sentía por la pintura flamenca. En cambio, la pintura holandesa se halla representada en menor medida, y casi en su mayor parte, por adquisiciones de finales del siglo XIX y siglo XX, por no haberse acumulado en las colecciones reales españolas. El Barroco en estas regiones, pues, ha de relacionarse con España, lo que provocó un enriquecimiento de los dos estilos.
Peter Paul Rubens nació en el reino de Flandes (Siegen 1577-1640 Amberes). Decide hacerse pintor y entre sus maestros podemos citar a Tobias Veraecht, Adam van Noort, Otto van Veen, Holbein y Durero. En 1598, con 21 años, Rubens finaliza su periodo de aprendizaje y supera el correspondiente examen de maestro ante la Guilda de San Lucas de Amberes, corporación en la que se integraría como pintor independiente. Peter Paul emprendió viaje a Roma en 1600 con el objetivo de ampliar su formación artística, estudiando las obras del Renacimiento y la escultura clásica. En 1601 en Roma se le encarga la decoración de una capilla de la iglesia de Santa Croce in Gerusalemme de Roma, iglesia de la que había sido cardenal titular el archiduque Alberto de Austria, en estos momentos gobernador de los Países Bajos. El éxito obtenido por Rubens con estas pinturas será grande ya que aunque flamenco se le considera italiano por estilo. En 1602 realiza un viaje a España para entregar al rey Felipe III y su válido, el duque de Lerma, varios presentes, entre ellos un buen número de copias de los grandes artistas del Renacimiento, Tiziano y Rafael entre otros. Al llegar a Valladolid, Peter Paul realizará el impresionante retrato ecuestre del duque de Lerma, con el que conseguirá gran fama entre los cortesanos españoles. A partir de aquí en su vida desempeñará más el papel de diplomático viajante por las cortes de CentroEuropa que como pintor (aunque su obra es numerosísima). Su posición económica acaudalada le permitió conservar el cuadro de Las tres Gracias hasta su muerte. Pintaba por gusto y no sólo por encargo. Lo adquirió Felipe IV en la subasta de sus bienes que se celebró tras su muerte.
Espero que lo anterior te haya sido de utilidad, pero si necesitas algo más siempre estaré por aquí para ayudarte con muchísimo gusto.
Son las representaciones de la afabilidad, la simpatía y la delicadeza. El asunto y la manera de tratarlo se remontan al arte clásico pero fue Rafael, en el Renacimiento, quien lo recobró. Rubens mantiene la composición del italiano, pero cambia la relación entre las tres figuras que están conectadas entre sí a través de los brazos, el velo y sus miradas, es decir, psicológicamente, dando así nueva unidad al grupo. También ha cambiado el canon de belleza, empleando el típico de sus pinturas, con mujeres entradas en carnes pero proporcionadas, elegantes. La sensación de movimiento y gracia que irradian las tres jóvenes es excelente, obteniendo el efecto de invitar al espectador a integrarse a la escena. Las flores de la guirnalda superior y el fondo de paisaje acentúan la belleza del conjunto. El fuerte foco de luz que utiliza el maestro resalta el colorido perlado de las muchachas,
Fueron pintadas con los ideales estéticos de su época para la mujer. La gracia dela derecha tiene el rostro de la mujer del pintor, Isabella Brandt; se cree que la de la izquierda es Héléne Fourment, su segunda esposa, que ya había retratado en multitud de cuadros.
El color de las carnes blandas de los cuerpos es fruto de la combinación de los tres colores primarios: rojo, amarillo y azul. Para conseguir aumentar la sensualidad del cuadro el artista pinto las siluetas con líneas sinuosas.
Una de las características básicas del Barroco centroeuropeo (flamenco) es su carácter mercantil. Holanda es una pequeña república de comerciantes, de vocación marítima y próspera población de burgueses que desean emular a la nobleza. Siendo sus casas de menor tamaño que los palacios encargan pequeños cuadros decorativos, con temas visualmente hermosos, lejos de las complejas composiciones mitológicas o religiosas encargadas por los nobles y el clero. Así, es el momento del triunfo del bodegón, el paisaje y la pintura de género. Los autores más destacados son Rembrandt, Frans Hals, Vermeer de Delft y Jacob Ruysdael.
Hacia 1640, la pintura holandesa pasa por una fase de oscurecimiento de su paleta en los paisajes, es decir, representar unas atmósferas densas y tormentosas, que pudo deberse a un fenómeno atmosférico cíclico en estas costas nórdicas. El resultado es un paisajismo lírico y misterioso, como se aprecia en las marinas de Van de Welde, Van Goyen y Jacob Ruysdael. Los paisajes holandeses suelen tener una línea de horizonte relativamente baja, lo que les permite desarrollar atmósferas cargadas de intención, tormentosas o serenas, llenas de nubes que dan variedad a las vistas.
Aparte de la pintura holandesa, la cultivada en la antigua Flandes tendrá, por su ligazón histórica, mucha relación con España. Sus máximos exponentes fueron Rubens, Van Dyck, Jordaens y David Teniers. Sus bodegones exuberantes, sus escenas picantes, su alegría de color en los cuadros religiosos, gustaron mucho en la Corte española. Los pintores flamencos enviaron cartones que se convirtieron en fantásticos tapices que decoraban los palacios madrileños. Rubens incluso se afincó durante varios meses en España en calidad de embajador, e inundó la Corte con sus recargadas composiciones de un Barroco dinámico y de colorido veneciano. Ejemplo de su pinturas se encuentran en las salas del Museo del Prado, debido al tradicional gusto que la Corte española sentía por la pintura flamenca. En cambio, la pintura holandesa se halla representada en menor medida, y casi en su mayor parte, por adquisiciones de finales del siglo XIX y siglo XX, por no haberse acumulado en las colecciones reales españolas. El Barroco en estas regiones, pues, ha de relacionarse con España, lo que provocó un enriquecimiento de los dos estilos.
Peter Paul Rubens nació en el reino de Flandes (Siegen 1577-1640 Amberes). Decide hacerse pintor y entre sus maestros podemos citar a Tobias Veraecht, Adam van Noort, Otto van Veen, Holbein y Durero. En 1598, con 21 años, Rubens finaliza su periodo de aprendizaje y supera el correspondiente examen de maestro ante la Guilda de San Lucas de Amberes, corporación en la que se integraría como pintor independiente. Peter Paul emprendió viaje a Roma en 1600 con el objetivo de ampliar su formación artística, estudiando las obras del Renacimiento y la escultura clásica. En 1601 en Roma se le encarga la decoración de una capilla de la iglesia de Santa Croce in Gerusalemme de Roma, iglesia de la que había sido cardenal titular el archiduque Alberto de Austria, en estos momentos gobernador de los Países Bajos. El éxito obtenido por Rubens con estas pinturas será grande ya que aunque flamenco se le considera italiano por estilo. En 1602 realiza un viaje a España para entregar al rey Felipe III y su válido, el duque de Lerma, varios presentes, entre ellos un buen número de copias de los grandes artistas del Renacimiento, Tiziano y Rafael entre otros. Al llegar a Valladolid, Peter Paul realizará el impresionante retrato ecuestre del duque de Lerma, con el que conseguirá gran fama entre los cortesanos españoles. A partir de aquí en su vida desempeñará más el papel de diplomático viajante por las cortes de CentroEuropa que como pintor (aunque su obra es numerosísima). Su posición económica acaudalada le permitió conservar el cuadro de Las tres Gracias hasta su muerte. Pintaba por gusto y no sólo por encargo. Lo adquirió Felipe IV en la subasta de sus bienes que se celebró tras su muerte.
Espero que lo anterior te haya sido de utilidad, pero si necesitas algo más siempre estaré por aquí para ayudarte con muchísimo gusto.
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